La Copa del “ERA CAMPO ATRÁS”

Hace escasos momentos acabo de vivir y acabamos de vivir algo histórico: nuestro Real Madrid de Baloncesto acaba de ganar su cuarta Copa del Rey consecutiva, quinta en seis años. Algo que no se veía en las canchas españolas desde que, a finales de los 70, “los Otros” lograran lo mismo. Eso sí, para algunos esta Copa será recordada como la del “Era Campo Atrás” que no se pitó a LLull en el primer partido, pero…

Era campo atrás, pero… el Morabanc Andorra dilapidó una ventaja de 13 puntos en el partido, que, si no lo hubieran hecho, ahora no se estaría hablando de ello.

Era campo atrás, pero… el Morabanc Andorra tuvo 14 tiros libres más que el Real Madrid en ese partido.
Era campo atrás, pero… el arbitraje de Hierrezuelo, Araña y Peruga en ese partido fue de los habituales frente al Madrid de baloncesto.

Era campo atrás, pero… en esa jugada polémica la defensa del Morabanc Andorra fue la peor defensa que se puede hacer en un partido de baloncesto, dejando libre en la línea de tres a un killer como es Randolph (qué pena que le vamos a disfrutar muy poco).

Era campo atrás, pero… lo que nuestra querida ACB ha llamado “la fiesta de las aficiones” lleva muchos años siendo “la fiesta del antimadridismo”, aficiones envidiosas y biliosas que enfurecen con cualquier cosa que vista esta camiseta y este escudo redondo atravesado por la banda morada (vergonzoso lo de pitar a un niño bailando o a una pareja por besarse con nuestra camiseta al salir por videomarcadores).

Era campo atrás, pero… que un niño de 17 años salga y te encarrile un partido ante una afición bulliciosa que nos querían ver hundidos en la miseria, no tiene desperdicio, sobre todo cuando tenemos la suerte de disfrutar del que posiblemente sea numero 1 o número 2 del draft de 2018.

Era campo atrás, pero… que el mejor jugador americano que ha llegado al Real Madrid en mucho tiempo te haga una Copa del Rey espectacular, a la altura del MVP, que finalmente ha sido para LLull, es para abrir la boca cada vez que saca esos brazos para taponar, anotar o romper el tablero con sus mates.

Era campo atrás, pero… tenemos a SERGIO LLULL MELIÁ (nada más que añadir).

Era campo atrás, pero… ver cómo se van apagando los comentarios de los “insignes” Carnicero y Loncar con cada canasta y cada título del Madrid es para considerarlo como otro título más.

Era campo atrás, pero… tener un entrenador que en cinco años y medio lleva este palmares: 23 torneos oficiales, 17 finales, 13 títulos, 3 Ligas, 5 Copas, 1 Euroliga (3 finales), 3 Supercopas y 1 Intercontinental y aún así siga siendo odiado y hateado por mucho aficionado madridista que se dice entendedor de este deporte, es para que lo estudie Íker Jimenez en uno de sus Cuartos Milenios. Yo solo le agradeceré que haya devuelto la ilusión a este pobre aficionado al básquet y a una sección que en los últimos 20 años antes de su llegada había conseguido menos títulos.

Era campo atrás, pero…tener en el banquillo y pocos minutos en la cancha a un tío que lo ha sido TODO en el baloncesto apoyando a sus compañeros como el que más, sin un mal gesto hacia su entrenador, y que se deja hasta la última gota de sudor en el campo cada vez que dispone de minutos es para renovarle de por vida.

Era campo atrás, pero…no es solo un triunfo del primer equipo, porque la cantera con el enorme trabajo de Alberto Angulo y los entrenadores también va viento en popa, y este fin de semana ha conseguido su quinta minicopa consecutiva (Aún recuerdo aquella final en Málaga en la que la afición local movía la canasta a los chicos para que no metieran los tiros libres).

Era campo atrás, pero…en la final se ha vencido a un increíble Valencia Básquet, los Warriors del Turia, como fueron bautizados por los “expertos” el año pasado, que no han bajado nunca los brazos y que con un Dubjlevic impresionante (extraño que este jugador no esté jugando en un equipo de más caché de Euroliga) ha planteado un partido durísimo y que a punto ha estado de llevarse.

Era campo atrás, pero…el Madrid ha ganado la final después de haber pasado dos eliminatorias en la prórroga, es decir, más minutos jugados, mas cansancio acumulado, más pesadez de piernas.

Era campo atrás, pero…esto es un triunfo para toda esa afición desplazada a Vitoria estos días, que han tenido que sufrir el desprecio más absoluto del resto de aficiones, de la televisión oficial del evento e incluso de la ACB, cuando su speaker agradeció la presencia de todas las aficiones en Vitoria MENOS a la madridista, que se ve que se habían quedado tomando pintxos en la plaza de la Virgen Blanca.

Podría seguir dando multitud de ejemplos, podría seguir afilando cuchillos y cobrando deudas a todos aquellos que auguraban que Florentino Perez iba a cerrar la sección de baloncesto y que Pablo Laso solo era un entrenador de paso en este Madrid (y sí, también me acuerdo de algún cabeza pensante de dentro del club que después de la derrota en la final de Milán le quería fuera del club), pero no me voy a molestar más. Para todos aquellos que no quieran ver que estamos antes el actual dominador absoluto del baloncesto nacional y uno de los equipos de referencia en Europa…¡¡ERA CAMPO ATRÁS!!

ERA CAMPO ATRÁS

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