Crónica: Juventus 1-4 Real Madrid | Final de la Champions

Crónica: Juventus 1-4 Real Madrid: “Historia que tú hiciste”

Juventus 1-4 Real Madrid
El Real Madrid primer equipo que repite titulo consecutivo en la Champions | Juventus 1-4 Real Madrid

Resulta francamente difícil ponerse a escribir la crónica de esta gran Final ya que, como madridista que soy, me es casi imposible separar lo emocional del mero relato de los hechos ocurridos en una noche como ésta, que pasará sin duda a los anales de la Historia, no sólo del Real Madrid sino del propio fútbol mundial.

Una noche en la que, sobre todo, en la segunda mitad del partido, el recital de juego, empuje, tesón y dominio del campo fue de tal magnitud que me hizo llegar a pensar que el resultado, a pesar de lo abultado, pudo ser incluso más amplio

Lo que no admite discusión alguna es que en esta Final pudimos asistir a uno de los mayores espectáculos futbolísticos que se recuerdan en la historia de la Copa de Europa ante el, hasta ayer, equipo menos goleado de la competición.

Una gran victoria que, dicho sea de paso, confirma ante el Mundo a Zinedine Zidane -uno de los entrenadores más injustamente tratados por la prensa de la historia del club- como un fenomenal entrenador, con uno de los currículums más impresionantes del Mundo. No en vano, con apenas año y medio en el cargo, le contemplan ya dos Champions, una Liga, una Supercopa de Europa y un Mundial de Clubes.

Por lo demás, esta victoria ha desnudado públicamente a todos aquellos falsos gurús y presuntos “popes” del fútbol que se han pasado toda la temporada diciendo que el Real Madrid no tenía estilo, no tenía patrón de juego y que todo se basaba en la baraka de su entrenador.

Al son de la Juventus

Pero circunscribiéndonos exclusivamente en lo que ocurrió sobre el césped del magnífico Millenium Stadium de Cardiff, el partido comenzó de forma francamente diferente a como parecía estar diseñado.

Sin sorpresas en la alineación y con el “once” prácticamente de gala con el que afrontó sus últimos compromisos de la temporada, esto es, con Isco en el campo y con Gareth Bale esperando en el banquillo, el Madrid comenzó de forma un tanto dubitativa.

Sin dominar el balón, el equipo madridista sufría a la hora de mantener la posesión y, bien por errores propios o bien por fallos forzados por la presión adelantada de la Juventus, el caso es que la pelota apenas duraba en las botas de los jugadores blancos, hoy de morado, que encima perdían casi todas las disputas en los  balones divididos.

Locura en la celebración del primer gol de Cristiano | Juventus 1-4 Real Madrid

Y no tardó mucho en llegar el primer zarpazo de la Juve. Apenas un par de minutos y Gonzalo Higuaín puso a prueba a Keylor con un flojo disparo desde fuera del área en una gran jugada personal.

El equipo bianconero también dispuso de otra gran oportunidad cuando tan sólo llevábamos siete minutos en el electrónico. Un balón centrado por Mandzukic al área desde la izquierda del ataque italiano era rechazado de cabeza por Varane. El rechace la cayó a Plajnic en la misma frontal del área y, sin oposición, se despachó un disparo durísimo, raso y pegado al palo derecho de Keylor Navas. Sin embargo el meta “tico” se lanzó como un león y desvió el balón cuando todos cantaban el primer gol del partido, en la mejor y más decisiva acción del costarricense durante el encuentro.

Aquello espoleó al Real Madrid que, poco a poco, comenzó a controlar el ritmo del partido, a tener la pelota durante más tiempo y a manejarla con más criterio que hasta entonces. Aunque sin llegar claramente a portería, lo cierto es que la Juventus se fue encerrando cada vez más atrás, con las rápidas salidas a la contra de unos tan activos como excesivamente teatreros Alves y Mandzukic, junto a Alex Sandro.

Pero tampoco necesitó demasiado el Real Madrid para demostrar que aquélla iba a ser su gran noche. En el minuto 20, una gran conducción de Kroos por la izquierda, acababa con un excelente cambio de juego hacia Benzema, quien abrió casi de primeras hacia Ronaldo.

El portugués vio la rápida entrada por la banda derecha de Dani Carvajal y el de Leganés puso la pelota prácticamente a la altura del punto de penalti. Allí le esperaba Cristiano Ronaldo, quien remató de primeras pegado al palo de Buffon anotando el primero de la noche.

Aquel era el mejor de los escenarios deseados para el Real Madrid, que conseguía abrir pronto la lata y ponerse por delante. Pero como ha venido ocurriendo toda la temporada, casi sin excepción, el equipo de Zidane no supo gestionar su gran ventaja. O mejor dicho, ni siquiera tuvo tiempo de hacerlo.

A pesar de que daba la sensación que el equipo juventino había acusado el golpe, transcurridos apenas un puñado de minutos, en una jugada aislada y sin aparente peligro, llegó la igualada.

En el minuto 27, un centro de Alex Sandro desde la banda izquierda del equipo italiano lo bajó con el pecho Higuaín, quien se la cedió cómodamente a Mandzukic. Tras acomodársela con el cuerpo y ante la pasividad de la defensa madridista, el delantero croata se sacó una magnífica chilena que mandó el balón por encima de Navas, que nada pudo hacer a pesar de su estirada.

Eso supuso como una especie de armisticio en el juego, aprovechando que los italianos empezaron a dar un completo recital de patadas y acciones marrulleras, con Dani Alves, Mandzukic y Dybala, repartiendo con total impunidad, mientras que el Madrid vio cómo por acciones infinitamente menos graves y aparatosas, alcanzaba el ecuador del partido con Ramos y Carvajal amonestados.

CR7 en plena lucha por un balón aéreo | Juventus 1-4 Real Madrid

En todo caso, y a pesar de que el partido -como digo, cada vez más trabado y menos fluido- estaba ahora donde y como quería la Juventus, el Madrid volvió a gozar de una magnífica oportunidad en las botas, o mejor dicho, en la cabeza de Cristiano Ronaldo, pero su remate en plancha a centro de Marcelo desde la izquierda se fue desviado.

Incluso la última oportunidad de la primera parte volvió a caer del lado del Real Madrid cuando, con el tiempo reglamentario prácticamente cumplido, Casemiro culminó con un disparo desviado y sin peligro.

Exhibición madridista en la segunda parte

Tras la reanudación la decoración cambió radicalmente y el Real Madrid dio el paso adelante tan necesario para afrontar la Final y, prácticamente desde el primer minuto, desarboló a la Juventus.

El Madrid se hizo dueño y señor de la pelota y, a base de circulaciones rapidísimas y continuos ataques especialmente por la banda de Marcelo, que aprovechaba una y otra vez el hueco que le dejaba Dani Alves, arrinconó al equipo bianconero.

No tardó en enseñar los dientes y, con apenas una par de minutos jugados, Isco se plantó solo ante Buffon pero cuando iba a armar la pierna apareció Barzagli para mandar el balón a córner. Dicho córner botado por Kroos era rematado por Varane pero su disparo acabó rozando la cara de Bonucci, quien quedó ligeramente aturdido en el césped.

Eso sí, en la línea de su arbitraje, aquella jugada -que había sido claramente un nuevo córner- acabó en un incomprensible saque de puerta a favor del equipo italiano.

Con la Juventus prácticamente encerrada en su área, comenzaron a llegar las oportunidades una tras otra. Primera, con un disparo de Luka Modric, atajado sin problemas por Buffon e inmediatamente después, con un gran centro de Marcelo desde la izquierda al que no llegó Cristiano al segundo palo por bien poco.

Sin embargo, el Madrid no estaba hoy por la labor de hacer sufrir a su gente y, cuando el reloj, alcanzaba la hora de juego, llegó el segundo gol. Un disparo rechazado desde la defensa italiana le llegó botando a Casemiro y el brasileño no se lo pensó dos veces. Golpeó con el alma y el balón, tras tocar en Khedira, se fue envenenando hasta acabar en el fondo de la red de Buffon.

Casemiro disparando a puerta para anotar el segundo gol del Madrid | Juventus 1-4 Real Madrid

A partir de ahí la Juventus, que ya había dado síntomas de debilidad, entregó la cuchara y el partido se acabó para ellos. Incapaces de dar tres pases seguidos gracias a la presión adelantada del Madrid, los jugadores del equipo italiano comenzaron a deambular por el campo completamente desorientados y sólo cabía esperar cuándo caería el tercero.

Y no hubo que esperar demasiado ya que, apenas cuatro minutos más tarde, una genialidad de Luka Modric por la banda derecha, le permitió ganar la línea de fondo y trazar un pase milimétrico al primer palo. Allí esperaba Cristiano Ronaldo esperaba con la caña para asestar el golpe de gracia, cruzando el balón a la red.

Con la Juventus literalmente entregada, comenzó a aflorar la peor y más agresiva versión del equipo transalpino, con la única diferencia que, ahora que el partido ya parecía francamente decidido, el colegiado alemán Félix Brych, empezó a sancionar con tarjetas varias entradas ciertamente duras. En concreto, una tremenda patada por detrás de Alex Sandro a Varane y una no menos dura entrada de Cuadrado a Cristiano que, tal vez, merecieron un color más oscuro.

A la fiesta estuvo a punto de sumarse Gareth Bale, que acababa de entrar en el campo sustituyendo a Benzema. El galés tuvo el 4-1 en sus botas a pase de Cristiano Ronaldo, que había desbordado en  una gran galopada por la derecha, pero Bonucci le arrebató el balón justo cuando iba a batir a Buffon.

Ahora bien, a pesar de que el partido parecía completamente decidido y totalmente controlado por el Madrid, la Juventus tuvo tiempo de dar un último susto y meterse de nuevo en la Final.

En el minuto 81, una falta botada por Alves desde la banda izquierda del equipo blanco era cabeceada con facilidad por Alex Sandro en el mismo borde del área pequeña pero el balón se marchó fuera por poco.

Quizás porque pensaron que aún no estaba todo hecho, el Madrid volvió a pisar el acelerador y terminó por desarbolar a la Juve que, para más inri, vio cómo se quedaba con 10 en el minuto 83 por una absurda expulsión de Cuadrado. El colombiano empujó y propinó un pisotón a Sergio Ramos delante de los ojos del asistente y el alemán le mostró la segunda amarilla.

Asensio, celebrando su gol en la grada con su familia | Juventus 1-4 Real Madrid

Así pues, el Madrid no desaprovechó esa oportunidad y cuando el partido llegaba a su fin, en el minuto 90 una nueva jugada de Marcelo por la izquierda, muy similar en su ejecución a la que Benzema protagonizó contra el Atlético de Madrid en la vuelta de las semifinales, acabó con un gran pase que Asensio empujó a la red, ante el delirio de las gradas.

Incluso hubo oportunidad para que el Madrid hiciese el quinto. Con el tiempo cumplido, una internada de Morata, que había entrado a última hora por Toni Kroos, era desbaratada por la defensa de la Juventus ya que el delantero madrileño se llenó de balón y optó por la jugada personal cuando Bale y Asensio estaban solos en el área pequeña.

Sin tiempo para más, el árbitro pitó el final del partido y el Madrid entró en la historia de la Champions League por la puerta grande al convertirse en el primer equipo capaz de repetir triunfo desde que se adoptó el nuevo formato, allá por el año 1990.

Un triunfo incontestable que, por la forma en la que se ha producido y, sobre todo, por la juventud del equipo hace presagiar que no sólo estamos ante un equipo de leyenda -que ya lo es- sino ante lo que puede ser la base de una generación de jugadores (la actual y la venidera) que puede batir todos los récords habidos y por haber en el Viejo Continente.

Y es que, al igual que está ocurriendo con el presente, el futuro se puede escribir de nuevo en blanco y morado y, 50 años después, repetir la historia que escribieron aquellos mitos del Real Madrid como Di Stefano, Puskas, Gento o Miguel Muñoz.


Podcast 4×59 ’12 Champions sin piedad’ | Juventus 1-4 Real Madrid | *CAMPEONES DE EUROPA*


 

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