Crónica: Barcelona 1-3 Real Madrid | Supercopa de España (ida)

Crónica: Barcelona 1-3 Real Madrid: “Goleada contra todo y contra todos”

Cristiano Rolando exhibiendo su camiseta en el Nou Camp | Barcelona 1-3 Real Madrid
Cristiano Rolando exhibiendo su camiseta en el Nou Camp | Barcelona 1-3 Real Madrid

Resulta francamente difícil ponerse a escribir una crónica sobre un espectáculo como el vivido en el coliseo azulgrana cuando, a pesar de las horas transcurridas y después de asistir al “chorreo” histórico al que sometió el Real Madrid a su eterno rival, se tienen aún a flor de piel unos sentimientos tan encontrados como los que tengo en estos momentos.

Y es que, pese al gran espectáculo deportivo vivido en Can Barça, con un Real Madrid dominador e infinitamente superior al Barça como hacía años que no se veía, no es en absoluto sencillo desligarlo del robo descarado al que el colegiado De Burgos Bengoechea perpetró en el Nou Camp contra los blancos. Un atraco que supera con creces otros atracos manifiestos, vividos en dicho estadio y ante el mismo protagonista.

Da igual la época histórica. Da igual el resultado final. Desde hace ya varias temporadas y con distintos colegiados hemos venido asistiendo a arbitrajes más que deleznables, siempre en contra del Real Madrid. La nómina es muy amplia: Iturralde González, Pérez Lasa, Clos Gómez, Teixeira Vitienes, Undiano Mallenco o Hernández Hernández, por citar sólo a unos cuantos.

Sin embargo, desde el infame arbitraje de Teixeira en la Copa del Rey de 2012, cuando anuló un gol legal a Ramos y dejó sin pitar dos claros penaltis (Abidal y otro escandaloso al final del partido de Puyol a Benzema) he de reconocer que no había visto un arbitraje tan calamitoso como el que De Burgos Bengoechea realizó en el campo de los azulgrana.

Infinidad de errores, muchos de ellos gravísimos y todos siempre en el mismo sentido. No sólo en la apreciación de las faltas sino que se equivocó gravemente en la señalización como penalti a favor del Barça de un piscinazo de Luis Suárez, digno de Michael Phelps.

Por si esto fuera poco, De Burgos le anuló un gol a Cristiano Ronaldo por un fuera de juego más que dudoso y expulsó por una injusta segunda tarjeta amarilla a Cristiano Ronaldo, al entender que el portugués había simulado un derribo en el área ante Umtiti que no sólo no simuló sino que, en condiciones normales, bien podría haber pitado penalti.

CR7 se lleva las manos a la cabeza tras su expulsión | Barcelona 1-3 Real Madrid
CR7 se lleva las manos a la cabeza tras su injusta expulsión | Barcelona 1-3 Real Madrid

Además, permitió seguir el juego en varias ocasiones, a pesar de que los jugadores de ambos equipos estaban enfrascados en las típicas tanganas. De hecho, en una de ellas, el árbitro pareció detener un ataque madridista para separar a Busquets y Carvajal y Alcácer aprovechó para robarle el balón a Isco,, que se había detenido aparentemente a instancias del árbitro y montó una contra que a punto estuvo de costarle un gol al Real Madrid.

Pero como es norma de la casa en este Real Madrid, nadie se rinde ni tira la toalla. Ni por muy difíciles que se pongan las cosas, contra todo y contra todos, el equipo se sobrepuso a todo y, con un fútbol en ocasiones excelso y una sensación de superioridad que no se veía desde aquel inolvidable 1-3 en la Copa del Rey de 2013, se llevó el triunfo.

De modo que, como ya hemos visto en los últimos clásicos disputados en el Camp Nou de la mano de Zidane en los que los hechos extradeportivos (como el arbitraje de Hernández Hernández, que anuló un gol legal a Bale o el de Clos Gómez, dejando sin sancionar tres claros penaltis y permitiendo un gol del Barça en fuera de juego de Luis Suárez), ha sentenciado de forma casi segura el título, cuyo segundo y definitivo acto tendrá lugar el próximo miércoles en el Santiago Bernabéu.

Una primera parte de ritmo cansino

Pero ciñéndonos a lo estrictamente deportivo, el partido comenzó con un Real Madrid muy bien plantado en el campo. Con el mismo once que el que salió de inicio esta misma semana en Skopje, salvo el cambio de Modric por Kovacic, obligado por la sanción del primero, el equipo blanco juntó las líneas, dispuesto a evitar la superioridad azulgrana en el centro del campo.

Además, y con el último clásico de pretemporada en el recuerdo, Zidane aprendió de los errores y dispuso un marcaje específico para Messi, sobre todo en el centro del campo a cargo inicialmente de Casemiro pero, sober todo de Kovacic, de modo que el astro argentino apenas tuvo respiro para iniciar sus desmarques desde la medular azulgrana.

Como digo, el Madrid desplegó un dibujo en el que, sin desarrollar una presión muy alta, al Barça le era francamente complicado hilvanar jugadas de peligro. Con un ritmo ciertamente cansino y sobre todo, con una excesiva fragilidad defensiva que se puso de manifiesto en cuanto el ataque del Madrid achuchaba con cierta intensidad la salida de balón azulgrana.

El primer gran error se produjo antes del primer minuto de juego cuando Ter Stegen le entregó el balón a Mateo Kovacic, quien casi desde la zona de tres cuartos, intentó una vaselina sobre el meta alemán pero su disparo, flojo acabó en sus manos.

Sin ideas, el Barça intentaba dejar pasar el tiempo con el balón en los pies de sus futbolistas pero su ataque, estático y previsible, se estrellaba una y otra vez contra la nutrida defensa blanca, en la que tanto Kovacic como Casemiro, que llegó a incrustarse como un central más, trabajaban a destajo.

Aun así, la primera gran aproximación del partido se produjo en el área del Madrid cuando, en el minuto 11, una contra lanzada por el centro del campo del Barça era aprovechada por Luis Suárez, quien pinchó el balón con gran calidad y, prácticamente solo frente a Navas, envió el balón fuera, pegado al poste del costarricense.

Una jugada que fue respondida por un magistral slalom marca de la casa de Isco, que volvió loco literalmente a Aleix Vidal y Piqué, pero su disparo raso se marchó junto al poste derecho de Ter Stegen.

Sin apenas oportunidades claras y, con un juego lento y sobre todo, salpicado de imprecisiones en las entregas por parte de ambos equipos, el partido parecía dormido, y sólo pequeños “sustos” eran capaces de desperezarlo, como el balón de gol que un imperial Umtiti le sacó a Bale justo cuando iba a armar la pierna casi en el minuto 20.

De hecho, el partido parecía más un amistoso de pretemporada que uno oficial, con un título en juego. Sin apenas tensión hasta que en el minuto 21, una dura entrada de Casemiro a Messi en el centro del campo despertó al árbitro y a los jugadores azulgranas, que protagonizaron la primera tangana de la noche y dio lugar al inicio del festival arbitral del colegiado vasco.

Marcelo, disputando un balón durante el partido | Barcelona 1-3 Real Madrid
Marcelo, disputando un balón durante el partido | Barcelona 1-3 Real Madrid

A partir de ese momento, el Barça comenzó a mover con más criterio el balón pero los ataques morían una y otra vez contra las líneas del Madrid, que tras la amarilla de Casemiro, obligaron a Kovacic a asumir el control sobre Messi y a juntarse aún más.

El único flanco débil de la defensa blanca era su banda derecha, donde varios errores en entregas a priori fáciles de Carvajal, muy despistado toda la noche, y fallos en la marca, habilitaban constantes incursiones de Deulofeu por su zona. Pero el delantero catalán no es Neymar y, afortunadamente para el Real Madrid, sus pases, muy desacertados, morían en los pies de Varane y Ramos ante la desesperación de Luis Suárez, que llegó a recriminárselo en un par de ocasiones.

Pero el dominio azulgrana empezó a remitir a medida que avanzaba la primera parte y, poco a poco, el Madrid comenzó a hacerse con el dominio de la pelota y a jugar cada vez más minutos en el campo barcelonista. Dispuso, de hecho, de dos buenas oportunidades a cargo de Bale.

La primera, casi en el minuto 40, cuando una gran galopada de Isco, de nuevo por la banda izquierda, era rematada a bocajarro por el galés pero su disparo fue bien repelido por el meta azulgrana, despejando el balón a córner. La segunda, al filo del descanso, cuando remató de cabeza por encima del larguero un buen centro de Carvajal desde la derecha.

A por ellos, que son pocos y cobardes

La segunda parte comenzó con un dibujo completamente distinto. El Madrid dio un paso al frente y fue abiertamente a por el partido. A ello contribuyó sobremanera el hecho que, cuando tan solo se llevaban cuatro minutos disputados, una elaborada jugada por todo el centro del campo del Madrid acabase en una internada de Marcelo cuyo centro, interceptado por Piqué, terminó en el fondo de la red de Ter Stegen.

Un rejonazo inesperado del Madrid que acusó el Barça, que empezó a dar palos de ciego, cuya única alternativa al dominio blanco eran pequeñas escaramuzas de Luis Suárez a la contra pero sin consecuencias, entre otras cosas, debido a la magnífica lección de colocación desplegada por unos espectaculares Varane y Sergio Ramos, que cortaban de raíz cualquier intento de centro por las bandas.

El partido dio un nuevo giro en el minuto 58 con la entrada de Cristiano Ronaldo por un desaparecidísimo Benzema y aquello fue el comienzo del fin. El Madrid ganó en velocidad y peligrosidad por la banda izquierda, aprovechando la fragilidad de Aleix Vidal.

Con el Madrid jugando a placer, los ataques se iban sucediendo por los dos flancos culés y la sensación de que el 0-2 estaba mucho más cerca del empate convirtió las gradas del Nou Camp en un sepulcro, donde por primera vez en años, se escuchaba más a los aficionados blancos que a los azulgrana cada vez que el Madrid se acercaba a la meta de Ter Stegen.

La tuvo, de hecho, el Madrid en el minuto 55 cuando Carvajal no supo aprovechar una gran internada por la izquierda a cargo de Marcelo ya que su disparo, con Ter Stegen ya batido, se estrelló contra el cuerpo de Jordi Alba prácticamente sobre la línea de gol.

En apenas dos minutos, el Madrid a punto estuvo de aumentar su ventaja con tres magníficas ocasiones., En el minuto 70 un espectacular remate de chilena de Cristiano Ronaldo, tras un gran pase lejano de Bale, se marchó fuera por poco. Tan solo un minuto después, Ter Stegen sacó una mano espectacular ante un zurdazo de Marcelo, después de una buena jugada personal por su banda.

Por último, y en pleno dominio blanco, De Burgos Bengoechea coronaba esos minutos de asedio anulando un gol aparentemente legal al portugués. De hecho, Cristiano estaba prácticamente en línea con Aleix Vidal cuando un gran pase filtrado por Ramos a la espalda de la defensa culé era aprovechado por CR7 para batir por bajo a Ter Stegen pero, sorprendentemente, el colegiado vasco anuló el tanto.

Cristiano Ronaldo en el momento de anotar el 1-2 | Barcelona 1-3 Real Madrid
Cristiano Ronaldo en el momento de anotar el 1-2 | Barcelona 1-3 Real Madrid

El Barça, por su parte, había ganado en profundidad por su banda izquierda con el relevo de Denis Suárez por Deulofeu. El canario estaba haciendo sudar tinta a Carvajal y, aunque sus internadas por la banda no se tradujeron en excesivo peligro, lo cierto es que el Barça vio una gran oportunidad de hacer daño al Madrid por esa zona del campo.

De hecho, dos errores de bulto de Carvajal casi consecutivos estuvieron a punto de costarle el empate. Uno, en un fallo en un despeje que dejó el balón franco para que Denis Suárez moviese el balón dentro del área pequeña e hiciese el pase de la muerte, pero el disparo de Luis Suárez se marchó por encima del larguero de Navas.

La segunda, tras un fallo en la marca que culminó con un nuevo regalo del árbitro a los culés. Y es que, como suele ocurrir siempre que el Barça está en dificultades, llegó el “comodín de la llamada”.

En el minuto 75, un ataque del Barça por la banda de Carvajal que, de nuevo había desatendido su marca, permitió que un balón dividido llegase a Suárez quien se plantó sólo ante Navas.

Entonces, el delantero charrúa, ante la salida del meta “tico”, optó por un salto con tirabuzón y doble mortal carpado de máxima dificultad que, como no podía ser de otra forma, fue señalado como penalti por De Burgos ante la incredulidad general. Un regalo que Messi, que apenas había aparecido en la segunda mitad, supo aprovechar sin problemas, engañando a Navas con un disparo raso y pegado al poste derecho del costarricense.

El Barça impotente, ni contra 10

Pero el Real Madrid tiene estas cosas, sobre todo desde que Zidane se hizo cargo del equipo allá por enero de 2016. Como ya ha pasado en otras ocasiones (en este mismo campo sin ir más lejos en sus dos últimas visitas), lejos de venirse abajo, el equipo se rearmó, dio un nuevo paso adelante y, a pesar de un pequeño susto en forma de disparo cruzado de Luis Suárez, decidió ir sin tapujos a por el partido.

A los cuatro minutos del gol de Messi, una gran contra llevada por Isco acabó con un pase al espacio en la banda izquierda del ataque madridista y Cristiano Ronaldo, que le había ganado la espalda a Aleix Vidal, al llegar al vértice del área, se despachó un magistral zapatazo que se coló por la escuadra de Ter Stegen.

Aquello fue el inicio del fin. El Barça, ya sin más recursos que intentar parar el aluvión a base de tanganas, todas ellas con la anuencia cobarde del colegiado, hacía aguas por todas partes. El dominio era abrumador y, con el equipo culé absolutamente desarbolado, la sensación que se respiraba en la grada es que podría caer una goleada histórica.

Y así pudo haber sido, de haber pitado De Burgos Bengoechea un derribo, cuando menos discutible de Umtiti a Cristiano Ronaldo en el minuto 81. Un excepcional pase de Asensio al hueco volvió a romper la espalda de la defensa culé, de modo que cuando CR7 iba a disparar a puerta, el portugués cayó tras un contacto con el central francés del Barça.

Todo el mundo pensaba que cuando el colegiado vasco se dirigía al punto de penalti, iba a señalar la pena máxima contra el equipo azulgrana e iba amonestar a Umtiti. Pero, contra todo pronóstico, lo que hizo el árbitro fue sacarle tarjeta amarilla al astro luso, presuntamente por simular su caída.

Como el portugués ya tenía una amarilla, que le habían mostrado por quitarse la camiseta y enseñársela al público del Nou Camp (devolviendo la estampa de Messi en el último Clásico de la pasada Liga disputado en el Santiago Bernabéu), Cristiano Ronaldo era expulsado, dejando al equipo con 10.

Marco Asensio, felicitado por Casemiro tras anotar el tercer gol de la noche | Barcelona 1-3 Real Madrid
Marco Asensio, felicitado por Casemiro tras anotar el tercer gol de la noche | Barcelona 1-3 Real Madrid

Una amarilla, a todas luces injusta porque, se puede discutir si fue o no penalti y que el contacto con el francés -que existe, pues Umtiti contacta con su rodilla en la cadera de Cristiano y le empuja con su brazo izquierdo- es suficiente o no para derribar al portugués.

Pero de lo que no hay en modo alguno es un “piscinazo” del portugués, que encima podría ver agravada su sanción, debido a que Cristiano, en un arranque de ira, empujó levemente al colegiado nada más amonestarlo. Una circunstancia que éste reflejó en el acta y que podría dejar al delantero madridista fuera de la circulación entre 4 y 12 partidos.

Pero ni por esas. El Barça, herido de muerte tras el 1-2, siguió sin levantar cabeza y el Madrid, espoleado aún más por lo injusto de la decisión, apretó aún más el acelerador y, al filo del minuto 90, asestó el golpe definitivo al partido (y casi con toda seguridad al título).

Un error de Denis Suárez permitió la salida de Lucas Vázquez como un exhalación hacia una desguarnecida defensa culé. Tras una gran galopada, el delantero gallego centró a la banda izquierda donde apareció Marco Asensio quien, en una posición casi idéntica a la que supuso el 1-2, mandó un espectacular “misil tierra-aire” sobre la meta de Ter Stegen que se coló de nuevo por la escuadra del meta germano.

Sin tiempo para más, el partido tocó a su fin, con un poderoso Madrid sentando las bases para que un nuevo título ocupe un lugar destacado en la sala de trofeos. Y, lo más importante,para que el equipo blanco asiente, mediante este golpe de autoridad, su dominio total en el fútbol actual, tanto en España como en Europa, consolidando a este grupo y a su equipo técnico, por fin, como referencia futbolística en todo el continente.


Podcast 5×02: ‘Sacada Blanca’ Supercopa de España: Barcelona 1-3 Real Madrid

 


 

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