Nacho en el estadio que debió verle nacer

Era un 14 de Octubre de 2012 cuando las puertas se le abrieron de par en par a Nacho Fernandez para debutar como titular en la Champions League con el Real Madrid. El conjunto blanco dirigido por José Mourinho visitaba el campo del Borussia Dortmund en pelea por el primer puesto de la fase de grupos y tenía un enorme problema en el lateral izquierdo.

No en vano, Marcelo había caído lesionado de gravedad en el anterior parón de selecciones y estaría varios meses fuera del equipo. También Coentrao había sufrido una importante lesión, aunque de menor gravedad (tan solo estaría fuera unas semanas), con lo que el conjunto madridista carecía de laterales izquierdos puros.

Y la cosa no acababa ahí, ya que Arbeloa, habitual parche en la posición, también arrastraba ciertas molestias que le impedirían jugar el encuentro, y hasta Casado (lateral zurdo titular del filial que ya había debutado con Mourinho) no había entrado en la lista al superar la edad máxima que se permitía tener a un canterano en Champions.

Bajo esta plaga de ausencias la titularidad de Nacho Fernández parecía clara: No solo había sido subido al primer equipo aquella temporada, sino que era uno de los canteranos de confianza del entrenador luso y pese a ser central diestro de nacimiento, el míster blanco había dejado claro que para él, el futuro del zaguero iba a ser como lateral.

Sin embargo a la hora de la verdad, Mourinho apostó por el veterano Essien (mediocentro defensivo que había jugado también buena parte de su carrera como lateral derecho) en el costado zurdo. El Borrusia se aprovechó de la situación e hizo pasar mil apuros al centrocampista, derrotando al Real Madrid por 2-1 y quedando primero en la clasificación.

Nacho

Pero la historia fue a más, ya que tan solo unos meses más tarde ambos equipos volvían a medirse y una vez más la presencia de Nacho podía haber vuelto a ser vital: En esta ocasión y en plenas semifinales de la Champions League, el conjunto blanco presentaba esta vez múltiples ausencias en el lateral derecho.

En este caso todo ocurrió en apenas una semana: Arbeloa (único lateral diestro puro de la plantilla) había sido expulsado en el encuentro de vuelta de la ronda anterior, Essien (favorita opción de Mourinho para cubrir las ausencias del salamantino) se había lesionado en el mismo partido y Marcelo recayó de su lesión aquel mismo fin de semana en Liga (imposibilitando que Coentrao jugara a pierna cambiada en la derecha). Hasta Fabinho, lateral del filial, había sido excluido de la lista por no llevar suficientes años en el filial.

Parecía que Nacho podía ser el lateral titular en aquel partido, en vista del nivel que mostraba la (aparentemente) inamovible pareja Varane-Ramos en el centro de la defensa, el bajo rendimiento de Pepe aquellos meses y la confianza que depositaba cada día Mourinho en el canterano (sería titular en el Calderón apenas días después). No fue así.

Ramos fue el lateral derecho aquel día, siendo completamente superado y dejando a un vulnerable Pepe frente al mejor Lewandowski de su carrera. La historia la conocemos todos de sobra.

Incluso el año pasado, con Marcelo y Coentrao ausentes, Zidane prefirió dar el lateral izquierdo a Danilo antes que confiar en el canterano. El campo del Borussia impidió que Nacho jugara en demasiadas ocasiones.

Ahora, en una jornada decisiva en esta fase de grupos, se vuelve a repetir la historia: Marcelo, lateral derecho titular, está lesionado. Theo, su suplente, también. Hasta Tejero, lateral del filial, parece que será el descarte de la convocatoria blanca. Nacho por fin jugará de lateral en el campo donde pudo comenzar su carrera europea. En el campo donde debió hacerlo. ¿Quién sabe si la Décima no hubiera llegado un año antes de haber confiado en él aquellos duelos? Hoy tendrá una oportunidad de mirar a los ojos a la historia y demostrar que aquello pudo ocurrir si hubieran confiado en él.


 

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