Podcast del Real Madrid en el cual la vuelta a la Liga trajo consigo algunos clásicos que, desde que Zidane se hizo cargo del equipo, no dejan de aparecer en el cuadro blanco. El técnico volvió a sorprender a todos con su alineación, un ‘11’ que ningún periódico acertó, y reforzó su postura en relación a las rotaciones, una forma de mover la plantilla innegociable.
Comentamos como con la evidente diferencia de potencial entre ambos equipos vimos desde el inicio que el Getafe tenía muy clara su misión, cortar cualquier intento de circulación de balón del Real Madrid a base de faltas tímidas que retrasaran la aparición de tarjetas amarillas lo máximo posible. Incomodar la medular de los de Zidane era la consigna, afear el choque para que los jugadores blancos, superiores técnicamente, no pudieran mostrar su mejor versión.
A pesar de eso, las ocasiones de la primera parte sólo se produjeron en una portería, la del Getafe. A los 10 minutos, una gran dejada de Benzema dentro del área, serviría para que Cristiano Ronaldo empalmara un balón duro y raso que buscaba aproximarse al palo derecho de la meta local. Sin embargo, la mano salvadora de Guita evitó que el cantado 0-1 se hiciera realidad.
Analizamos que con el paso de los minutos el dominio madridista iba haciéndose más evidente y no sólo eso sino que el balón ya no circulaba exclusivamente en zonas sin peligro del terreno de juego. Asensio empezó a dejarse ver más y Lucas, a pesar de que no estuvo todo lo preciso que le hubiera gustado, sí suponía una complicación para el Getafe por su movilidad y desmarques. Con el Getafe dando por buena la llegada del descanso, el Real Madrid haría ‘pupa’ en un momento psicológico. Corría el minuto 40 de partido y Benzema, tras dejar atrás a un defensa con un buen autopase, marcaría con un gran disparo cruzado en el mano a mano con el cancerbero local. Una gran definición, lo que más se le suele criticar, en el día de su retorno a los terrenos de juego tras superar su lesión. Un buen regalo para Zidane y para un Madrid que, aunque estaba mejor, no terminaba de marcar distancias.
Señalamos como uno de los grandes males que está teniendo el Real Madrid en lo que va de temporada es la facilidad con la que los equipos rivales le hacen gol. En Getafe no fue una excepción. Primera llegada de los locales y tanto en contra. Eso sí, con el asterisco gigante de que la jugada debió ser anulada por fuera de juego de Molina. Si al nivel arbitral se le suma la fragilidad madridista la ecuación era negativa. Es más, ni siquiera viendo repetida la jugada se puede dar fe de la autoría del gol. Llorente y Nacho se lanzaron a despejar, con Molina en el medio, y el balón terminó dentro tras un leve roce en alguno de los dos defensas merengues.
Hacemos hincapié en como el partido estaba siendo tan raro que nos dejó una de las imágenes más impactantes de Cristiano Ronaldo en los últimos años. Un fallo en el remate del portugués, quizá el más grave desde que juega en el casa blanca, que no acertó a mandar a la red una pelota en el segundo palo que sólo necesitaba ser empujada con la precisión básica. Sin embargo, el mal fario de Cristiano en Liga le ganó la partida. Un error que dejó al crack portugués con cara de incredulidad ante lo que había fallado.
Nos metemos de lleno en como el encuentro estaba en su fase decisiva y a pesar de que Zidane había movido el árbol de los cambios, al Madrid le estaba costando generar peligro. Eso sí, fue una de las ‘teclas’ tocadas por el técnico, en este caso Isco, el que dio una asistencia fenomenal para un desmarque igual o mejor todavía de Cristiano. El portugués, al que se le veía enojado consigo mismo por no haber marcado, golpeó con el empeine cruzado al palo derecho de la meta del Getafe. Un gol salvador con celebración a o grande. Y es que el Madrid, en pleno mes de octubre, se estaba jugando la Liga
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