Crónica Eibar 1-2 Real Madrid | Jornada 28 Liga Santander

Eibar 1-2 Real Madrid: “Cristiano y Modric toman Ipurúa”.

Crónica Eibar 1-2 Real Madrid

Llegaba el Real Madrid a disputar su partido en Ipurúa, en horario adaptado para el hemisferio oriental (13 hs horario peninsular), ante un rival muy rocoso, y sobre un césped con una altura que le haría llevarse las manos a la cabeza a más de un Qatarí natural de Tarrassa.

Se antojaba difícil acertar el once que podría presentar Zinedine Zidane tras la exhibición de hace tres días en París, casi tanto como pronosticar qué tipo de partido iba a desplegar el equipo, vistas ya las 27 jornadas anteriores, pero una vez conocido los titulares elegidos por el técnico francés, descubrimos que tocaba el regreso de Modric tras lesión, la vuelta a la titularidad de Kroos como puntos más relevantes.

Keylor Navas; Dani Carvajal, Raphael Varane, Sergio Ramos ©, Marcelo; Toni Kroos, Casemiro, Luka Modric, Isco Alarcón; Gareth Bale y Cristiano Ronaldo.

Con esos hombres que dispuso Zidane, formando lo que parecía iba a ser un 4-3-1-2 , comenzó el partido ante un Éibar que salió a hacer una presión muy alta y asfixiante durante los primeros minutos de partido, lo que provocó que se volcase el juego sobre el área que defendía el Real Madrid durante ese tramo del encuentro, aunque no se llegó a ver ninguna ocasión excesivamente clara. Ese acoso que en la presión alta del conjunto local, iba acompañado de determinadas acciones de contacto fuerte y agresvio , aunque eso no evitó (una vez más) que la primera cartulina amarilla la viera un futbolista del Real Madrid, en este caso Gareth Bale por una entrada en el centro del campo a la media hora de partido.

En el minuto 28, Raphael Varane tuvo que abandonar el terreno de juego visiblemente mareado, tras un choque de cabezas fortuito con Kike García. En su lugar entró Nacho.

Hasta ese momento la única ocasión con cierto peligro la había protagonizado el propio Kike García, con un disparo desde la frontal que encontró una gran respuesta de Keylor Navas enviando el balón a saque de esquina.

Por tanto, estábamos presenciando bastantes acciones de impresición, en un partido trabado y casi sin ningún condimento que le diera alegría. Pero se hizo con el balón Luka Modric en el centro del campo (tras un robo en la salida del Éibar), el croata frotó la lámpara, e hizo una asistencia sencillamente espectacular que habilitaba a Cristiano Ronaldo a las espaldas de la defensa vasca, que necesitó de un control en carrera con el pecho para enfilar la portería de Dmitrovic, y en esas instancias el portugués no suele fallar, quedaba firmado el 0-1 en un gol para el recuerdo.

Ponerse en ventaja sirvió para armarse de confianza, y empezar a ver algunas acciones más precisas en el ataque blanco, tras una serie de córners a favor, y sin pasar prácticamente apuros en defensa, llegaba una nueva acción de Cristiano que fusila con la pierna izquierda al portero serbio, pero en esta ocasión realiza una parada sublime para evitar que el Real ponga más tierra de por medio en el marcador. Tras un minuto de añadido sobre el tiempo reglamentario, José Luis Munuera Montero señalaba el camino hacia los vestuarios.

Muy poco iba a tardar el equipo de Mendilíbar en poner en serias dificultades al bicampeón de Europa, concretamente cinco minutos de la segunda parte, el murciano Pedro León ejecuta un saque de esquina desde el costado izquierdo, y Ramis consigue rematar en el borde del área pequeña, incomprensiblemente sin oposición alguna, ya que entre Casemiro y Sergio Ramos parece haber falta de entendimiento en esa jugada, y al portero “tico” le falta de decisión para ir a buscar ese balón. El 1-1 ya estaba en el marcador, situación más que familiar para el conjunto blanco, tocaba remar.

Al comenzar el partido, podíamos imaginar que, en ese 4-3-1-2, Isco se iba a situar en el puesto de enganche/mediapunta, donde puede dar su mejor versión, además el equipo lo estaba pidiendo a gritos, porque no estaba consiguiendo ocupar la zona de tres cuartos con opciones de crear peligro, sin embargo se situó prácticamente en la punta de ataque, por lo que se le vio absolutamente ausente y fue una aportación estéril para el equipo. Con un Luka Modric omnipresente, realizando un encuentro en las antípodas respecto al del jugador malagueño, y sin una posición determinada sobre el terreno de juego, no podemos hablar de un dibujo táctico claro a esa alturas del partido.

Por otro lado Toni Kroos, que regresaba de lesión, le tocó sufrir en un partido muy físico y en ningún momento fuimos capaces de ver al káiser alemán que consigue dominar el centro del campo cuando se siente dueño de la situación. La banda izquierda, que suele ser sobre la que se vuelca estaba bastante huérfana en ataque, tal vez por ese motivo Gareth Bale se situó prácticamente de extremo, y no vimos internadas dañinas de Marcelo en todo el partido.

Mientras tanto, Cristiano Ronaldo y Luka Modric (los dos mejores futbolistas del equipo blanco en el encuentro de hoy), seguían a lo suyo y consiguieron aislarse de un partido bastante espeso, muestra de ello es una de las acciones más claras en la segunda parte, en el minuto 56 el croata se interna en el área a base de regates, y remata cruzado un balón que se va cerca del poste. Pocos minutos después, Gareth Bale en una internada en velocidad por la banda izquierda consigue poner un balón franco para que remate Cistiano cerca del punto de penalti, pero se va a encontrar una vez más con un estelar Dmitrovic que envía el balón a córner, y confirmaba que era la figura del equipo de Guipúzcoa en el día de hoy.

A esas ocasiones claras del Real Madrid, le sucedieron tal vez los minutos de mayores dudas en el equipo blanco, la sensación era de ausencia de peligro, y las aproximaciones del conjunto local y el poco peso en el juego conseguían inquietar a Zidane, tal vez por eso decidió dar entrada a Lucas Vázquez y a Karim Benzemá en el minuto 70, para que abandonen el terreno de juego Toni Kroos e Isco.

Comenzaba la recta final del partido, y no se conseguía generar ocasiones de gol, mientras que el Éibar se aproximaba a la portería de Keylor aumentando la tensión mientras nos íbamos quedando sin tiempo para conseguir la victoria.

A falta de cinco minutos para la finalización del encuentro, Dani Carvajal centra desde la banda derecha un balón milimetrado que iba a caer en el hueco donde aparece (cómo no!) Cristiano Ronaldo para conectar un violento cabezazo y poner el 1-2 en el marcador.

En los instantes finales del partido, primó la cautela, y el equipo consiguió evitar el arreón final del Éibar bajando el ritmo para que no suceda nada más hasta el pitido del colegiado andaluz. Se consiguen tres puntos en un campo difícil y ante un rival que no concede absolutamente nada, por lo tanto prueba superada y objetivo cumplido para los de Zizou.

Las únicas notas negativas de hoy fueron el golpe de Raphael Varane por supuesto, pero también que queda un día menos para que Luka y Cristiano dejen de vestir la camiseta blanca del Real Madrid.

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