¿Superstición?

12+1, 10+3, 7+6… y así podría seguir con todas las combinaciones posibles en las matemáticas. Está claro que eso no va con Zidane aunque en las últimas ruedas de prensa se parezca más a las que daba Mou, solo que con algo más de clase en sus zascas. La verdad, siendo sincera, no sé por dónde empezar…, sí que lo nuestro no comenzó en despachos ni juzgados ni qué decir en independencias varias. Lo nuestro puede definirse en una palabra: grandeza, y ésta deriva en equipo, fuerza, trabajo, saber estar —quizá demasiado— y educación; mucha educación.

Hace poco, sabréis ya que he sido una de las participantes en #50MejoresHistoriaRealMadrid dando mis votos para configurar la lista y no fue difícil sino casi imposible, organizar medianamente a todos supuso un gran reto. ¿Cómo hacerlo si nuestros jugadores parecen los mejores cuando el que viene detrás le supera? Antes se seguir por estos derroteros, me iré a la historia más reciente que se define más que en palabras en imágenes grabadas en nuestra memoria. La mía a fuego a pesar de mis circunstancias.

¿Empezamos?

¿Superstición?

Con esa cara, Lukita perdió el mal llamado señorío por emociones que parecían perdidas y fomentó con ahínco nuestro rival, por llamarlo de una manera educada.

Sí, oigo las risas de sus detractores y mi sarcasmo crece exponencialmente. Por creer conocer algo, solo algo, de lo que ha mantenido su mente alejada del verde; su hijo o un familiar de poca edad del que estaba alejado. ¿Información? No, opinión pura y dura. Como los periodistas, vamos.

¿Yo? Pues mira sí, cada partido, cada insomnio, cada lucha con aficionados del Real Madrid,
cada crítica defendida con mis argumentos, equivocados o no, pero los míos… No todo fueron alegrías como el 7-1, esas son fáciles de vivir y a veces más necesarias que otras pero… sin la defensa del aficionado, la lucha contra la prensa sería imposible.

Y cómo dejar fuera a nuestra brújula en la Uefa Champions League, sí, nuestro portugués, que no solo en Europa sino que desde que comenzó el año ha marcado 25 goles; pero estaba y está acabado. Los saltos contra el Getafe deben ser más o menos lo mismo que la chilena que se marcó en Italia…

8 semifinales consecutivas, grandes equipos eliminados, no como otros, pero el penalti ha supuesto intoxicación de bilis y opiniones que no pueden explicar cómo en la era Messi, éste no se haya ni acercado a Cristiano. Al acabado. Al prepotente. Cómo la flor de ZZ ha conseguido seguir floreciendo sin mirar a periodistas hasta el punto de llegar a que Isco escribiera un señor zasca a Castaño en particular y la prensa en general. Jugar con nuestra camiseta no es fácil, más en un ambiente tan tóxico como el que no se cansa de recordar la Carmena que tenemos en la capital. Que dicho esto, quedó claro hace bien poco con hechos que los primeros somos los que hemos sido siempre, sin pelopos y más Uefa Champions League a nuestras espaldas.

Creo que ha quedado claro cómo nos sentimos muchos madridistas en nuestra defensa incansable contra palabras vacías que se aguan con las lluvias de abril, que no solo son abundantes sino mil…, como dice el refrán.

Porque las supersticiones no me valen… I want to believe.

Hala Madrid y Nada Más.

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