El Madrid de Marvel

Pues sí, señores, un año más. Otra vez reinando en Europa para dolor y tristeza de los antis (y para exultante alegría nuestra, por supuesto).

Es sorprendente esa pátina de normalidad que le estamos dando a una de las mayores gestas de la historia del deporte. Si ya dos Champions seguidas fueron una genialidad, qué decir de tres. Es algo que seguramente muchos no lo volvamos a ver. Desde que se instauró el formato Champions, nadie había conseguido tres, ni siquiera dos. Para el formato Copa de Europa hay que remontarse hasta mediados de los 70, donde el Bayern lo consiguió.

Nuestro Madrid se ha acostumbrado últimamente a conseguir Champions con la misma facilidad que Thanos engarza las gemas del infinito en su guantelete. Al Madrid le basta un chasquido de los dedos al estilo de Thanos, para doblegar a los equipos en Europa un año tras otro.

El Madrid de Marvel

Si Marvel tiene sus gemas del infinito, el Madrid también las tiene. Un jugador por sí solo no te crea una dinastía así, pero una buena combinación de ellos, sí. Tal como dijo el gran Alfredo Di Stefano: “Ningún jugador es tan bueno como todos juntos”.

Si Marvel tiene la gema de poder, nosotros tenemos a Cristiano, con su fuerza y tenacidad implacables.

Si Marvel tiene la gema del alma, nosotros tenemos a Ramos, corazón y coraje de este equipo.

Si Marvel tiene la gema del espacio, nosotros tenemos a Casemiro, dominador absoluto e incansable de su terreno.

Si Marvel tiene la gema de la realidad, nosotros tenemos a Modric, el pequeño genio croata que hace y deshace el fútbol a su antojo.

Si Marvel tiene la gema del tiempo, nosotros tenemos a Kroos, el metrónomo de este equipo, siempre con cabeza fría y aplomo.

Si Marvel tiene la gema de la mente, nosotros tenemos a Benzema, el futbolista más inteligente en las proximidades del área.

Si a todo eso le sumamos la dirección de Zidane, cual Thanos portando el guantelete, no es de extrañar que hayamos conseguido lo que tenemos.

Es ese maravilloso compendio de características lo que nos ha llevado a estar donde estamos y no la suerte, las bolas calientes y demás chorradas vertidas desde la prensa y desde el antimadridismo.

Tenemos el universo futbolístico a nuestros pies. Ahora con la despedida de Zidane, toca cambiar de etapa. ¿Quien se atreverá a portar el guantelete del infinito? El tiempo dirá. Nosotros seguiremos a lo nuestro… Historia que tú hiciste, historia por hacer.

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