Mariano: Bueno, bonito …y barato

El fichaje por sorpresa de Mariano por el Real Madrid ha supuesto un duro golpe para toda esa caterva de juntaletras, ávidos de exclusivas y sobre todo de arrojar basura sobre nuestro equipo.

Esta gente que, junto a los malditos insiders, sí, esos émulos de Manolete o François Gallardo que, simulando tener información privilegiada desde dentro del club, nos ha dejado un verano plagado de aspirantes a vestir la camiseta madridista y, algunos, a cuál más disparatado.

Pues bien, cuando muchos de ellos -y desgraciadamente mucho madridista tuitero que se ha pasado todo el verano criticando la política deportiva del club- se frotaban las manos ante la posiblidad de que el Real Madrid no reforzase, como mínimo, su delantera, se ha encontrado que el club blanco ha repescado a Mariano en una operación que, a mi modo de ver, me ha parecido sencillamente magistral.

Y ellos, claro está, se han quedado colgados de la brocha, con su discurso catastrofista y cenizo, absolutamente desautorizados y sin más argumentos de que este refuerzo llega muy tarde, no era el elegido incialmente o que se ha pagado por un jugador que habíamos vendido apenas un año antes.

Mariano, en el radar del Real Madrid

Vamos por partes, que diría Jack el Destripador. Es cierto que el nombre de Mariano no tiene el brillo que pueda tener el de gente como Hazard, Kane, Mbappé o Lewandowski. Ni tampoco el peso específico que muchos le dan a Rodrigo Moreno o incluso a Iago Aspas, actuales delanteros de la sacrosanta e intocable Selección Española.

Sin embargo, el oficio y el buen hacer de Mariano están fuera de toda duda. El jugador hispano-dominicano hizo las maletas el pasado verano ante la ausencia casi absoluta de minutos con la casaca blanca y, en consenso con el club, tomó la difícil decisión de emigrar a Francia, en concreto al Olympique de Lyon para buscarse la vida.

Y a fe que lo consiguió. A priori, el Real Madrid hizo una buena venta ya que, siendo como era el quinto delantero del equipo y ante la casi segura ausencia de oportunidades en el primer equipo, el club lo vendió por 8 millones de euros, con la esperanza de un futuro mejor.

Lo cierto es que nadie, ni el más optimista del lugar podría haberse imaginado una explosión así de brutal por parte de Mariano en Francia. El jugador firmó una temporada magnífica, con 21 goles entre todas las competiciones (18 en Liga, 2 en Copa y uno en Europa League) y despertó el interés de varios equipos, entre ellos y a pesar de lo que nos han dicho ahora, el del propio Real Madrid.

Las “cláusulas de salvaguarda”

Desde un primer momento, se le criticó a Florentino Pérez -seguramente desde el desconocimiento- que el Real Madrid no se hubiese reservado una cláusula de recompra, en la línea de las que se guardó por ejemplo para Carvajal, Casemiro, Lucas Vázquez o Morata, para el caso de que Mariano tirase la puerta abajo como lo hizo en la Ligue 1.

Y es que, al parecer, la existencia de dichas cláusulas (como la de rescisión) no están permitidas en el país galo, por lo que, siempre dentro de la prudencia y la previsión, el Real Madrid acordó una fórmula diferente que le permitiese en un momento dado recuperar a Mariano.

En concreto, la Dirección Deportiva del club acordó con la del Olympique de Lyon la inclusión de un derecho de tanteo a favor del Real Madrid, es decir, la obligatoriedad para el equipo francés de notificarle al club blanco la existencia de un acuerdo por el traspaso del jugador que le permitiese igualar la oferta.

Además, el Real Madrid se reservó un 35% de las plusvalías generadas en el caso de una hipotética venta futura del jugador, con el fin de que, además de abaratar un posible fichaje del jugador por el Real Madrid, le asegurase un buen puñado de euros en caso de que, por el motivo que fuese, Mariano fuese traspasado desde el Olympique de Lyon a un tercer equipo y el Real Madrid no estuviese interesado en igualar su oferta.

Mariano, un fichaje interesante

Pues bien, para los que critican, especialmente desde la prensa, que Mariano es plato de segunda mesa para el Real Madrid hay que decirles varias cosas:

1ª) El Real Madrid valoró la incorporación de Mariano en su día pero, según se ha sabido, tras una primera aproximación se encontró con que el Olympique de Lyon se descolgó con una disparatada petición cercana a los 60 millones de euros, por lo que se desestimó su fichaje en ese momento.

2ª) Dando por bueno ese especie de “casting” que, según la prensa, llevó a cabo el Real Madrid para la incorporación de un “9” al club, resulta cuando menos incongruente esperar que el Real Madrid hiciese un gran desembolso como el que se rumoreaba por un jugador que presuntamente vendría únicamente a desempeñar el rol de suplente de Benzema o de Bale, jugadores que como se vio desde el primer día, iban a ser los titulares indiscutibles para Julen Lopetegui.

Por tanto, resulta cuando menos increíble pensar que el Real Madrid iba a hacer un dispendio brutal por una estrella de carácter mundial que, para más “inri”, ni siquiera está en el mercado.

Y mucho menos aún por un jugador de un peldaño inferior por el que, además, piden una auténtica fortuna. Disparar con pólvora del rey está muy bien, pero las finanzas del club son sagradas, al menos para Florentino Pérez y su Junta Directiva.

A su debido momento

Y para los que dicen que esta oferta ha llegado demasiado tarde, recordarles que para que el Real Madrid pudiese ejercer su derecho de tanteo era necesario que el Olympique de Lyon hubiese recibido una OFERTA EN FIRME por el jugador que el equipo galo considerase aceptar.

Por tanto, como no hubo ofertas en firme por él ni acuerdos que firmar con el equipo francés con nadie más que el Sevilla y a ese acuerdo se llegó esta semana, el Real Madrid no ha podido tener, al menos de forma fehaciente, las herramientas para decidir si firmaba o no al jugador.

De haber realizado el Sevilla (u otro equipo) su oferta, satisfactoria para el Olympique de Lyon, en otro momento procesal, la decisión del Madrid se habría tomado antes, por lo que si se ha realizado ahora, no es por cuestión imputable al club blanco. Ha llegado cuando ha llegado y, como se suele decir, nunca es tarde si la dicha es buena.

¿Por qué es una operación rentable?

Para aquellos “incorformistas” enfermizos y para los que dicen que económicamente la operación es ruinosa o, cuando menos, mala para el Real Madrid he de decir que, al menos en mi opinión, no lo es en absoluto.

En primer lugar porque, merced a la inesperada intervención del Sevilla, el Real Madrid se ha llevado a un gran “9”, que cumple con lo que estaba buscando el club durante el verano.

Mariano es un killer nato (algo de lo que adolecía el equipo desde que se marchó Cristiano Ronaldo en julio) y sobre todo, viene con la condición de suplente de la actual dupla atacante blanca, sin ínfulas de creerse superior nadie -como sí le pasó por ejemplo a Morata- pero con una calidad y una eficacia debidamente contrastadas, tras su exitoso paso por Francia.

Y, en segundo lugar, pero no por ello menos importante, a un precio francamente razonable, dado que en base a ese 35% sobre la plusvalía de su fichaje, el montante total de la operación quedaría en torno a los 25 millones de euros.

Una cantidad muy alejada de esos 60 millones que este mismo equipo le pidió en un primer momento al Real Madrid por él y, por descontado, a años-luz del precio de un jugador de sus características que se manejan ahora en el mercado.

Se trataría, pues, de una operación que en el supuesto de haber podido introducir algún tipo de cláusula de recompra, dudo mucho que hubiese podido ser del mismo importe de su venta inicial, esto es, ocho millones sino que habría sido seguramente de algo más (como pasó con Carvajal, Morata o Casemiro, por ejemplo).

A cambio, por un precio razonable hemos recuperado a un jugador que, visto lo visto, ha crecido exponencialmente, que se ha consagrado en el extranjero como el gran goleador que apuntaba ser en su época madridista y que es ahora más maduro y con una sólida experiencia en la élite internacional.

En todo caso, y como decía José María García, el Butano, cuando era García, sólo el tiempo, ese juez tan imparcial como inexorable, le dará la razón al Real Madrid o no sobre la idoneidad del fichaje.

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