Notas Sevilla 3-0 Real Madrid | Jornada 6 Liga Santander

Courtois: 5. Aprobado. Fusilado a placer en los tres goles del Sevilla, tuvo alguna parada de bella factura que, junto a los errores hispalenses en varias contras, evitaron que el resultado que se trajo el equipo a Madrid, no fuera aún más abultado. Aun así, se le notó nervioso e inseguro, siguiendo la línea general del equipo.

Nacho: 3. Suspenso. Totalmente irreconocible el internacional español que realizó el peor partido que le recuerdo en mucho tiempo. Torpe en defensa y totalmente ausente en ataque, se contagió del estado del equipo y fue finalmente sustituido por Lucas en pos de forzar las subidas por aquella banda.

Varane: 4 Suspenso. Muy nervioso el francés que mostró una imagen a la que no estamos acostumbrados. Desde el primer minuto ya dio síntomas de que aquel partido iba a ser para olvidar. Desbordado en los contraataques del Sevilla, tuvo que forzarse a hacer coberturas a Nacho mientras mantenía su puesto, y le resultó imposible cumplir con su cometido.

Ramos: 4. Suspenso. Le pondría un 5 por su rendimiento defensivo, porque se le notó algo más sereno que a su compañero, pero sus constantes subidas al ataque y su empecinamiento con las faltas lo llevan directo al suspenso. Mal partido del de Camas.

Marcelo: 2. Suspenso. Partido nefasto del brasileño que convirtió su banda en una vía de agua insostenible por donde llegaron los dos primeros goles del Sevilla, y realizando una disputa aérea en el tercero, que apenas se le puede llamar disputa, convirtiéndolo en protagonista indiscutible en la fragilidad defensiva del Madrid. Acabó lesionado después de que el equipo hubiera realizado los tres cambios, quedando el Madrid con 10.

Casemiro: 6. Aprobado. Única voluntad defensiva con criterio del equipo, se diluyó entre los huecos de una defensa que en ningún momento supo controlar la situación. Intentó ejercer de ancla y poner orden pero el partido estuvo perdido desde el primer minuto y poco pudo hacer para contrarrestar la situación.

Modric: 6 Bien. Única luz con criterio en el equipo que intentó guiar un Madrid a la deriva. Llegó a marcar, pero el VAR correctamente lo anuló por fuera de juego. Sin más ayuda que un voluntarioso Bale, no fraguaron su empeño e intenciones, pero desde luego se dejó el alma hasta ser sustituido por Ceballos.

Asensio: 3 Suspenso. Egoísta, sin ideas y sin ningún peligro. Marco fraguó un partido muy flojo en el que quiso marcar por sí mismo las diferencias y se ahogó en su propia necesidad de protagonismo. Su gran acción fue un pase al hueco para que Bale disfrutara de un mano a mano.

Bale: 6. Bien. Punta de lanza de un ataque que no supo comparecer en el Pizjuán, el galés fue el único que quiso y puso ganas en atacar, dando un palo en la primera parte y fallando alguna otra ocasión a lo largo del partido, siendo el único que realmente supuso una preocupación para el Sevilla.

Benzema: 3. Suspenso. Ausente en todas las facetas del juego, volvió a recordar al denostado Karim que nos acompañó la mayor parte de la pasada temporada. Intrascendente y totalmente ineficaz, fue sustituido por Mariano.

Mariano: 4. Suspenso. Mucha voluntad en la presión pero su incorporación no inquietó en ningún momento al equipo Sevillano. El equipo era incapaz de realizar jugadas que pudiera rematar, y acabó siendo de más ayuda a la hora de ayudar en defensa.

Lucas Vázquez: 4. Suspenso. Salió con la intención de incidir más sobre la banda derecha y generar centros para Mariano, pero apenas tuvo éxito en sus internadas y no supuso un revulsivo para el equipo en pos de cambiar la dinámica en ataque.

Ceballos: 5. Aprobado. Buscó por todos los medios acercar al equipo al área rival y sufrió por ello varias faltas del Sevilla, que percibió que podía suponer alguna diferencia para el duro castigo que le estaba imponiendo al Madrid. Despliegue físico y de intenciones que suponen su aprobado.


Julen Lopetegui: 4. Suspenso. Tercer partido complicado de su etapa, tercer partido que no se gana. Si bien el once inicial, era, por nombres, lo más apto para semejante partido, fue incapaz de cambiar la dinámica del partido y de frenar a un Sevilla, que salió sabiendo perfectamente dónde hacernos daño. Esperó aún 15 minutos de la segunda parte para realizar cambios cuando era evidente que no había tiempo que perder a la hora de cambiar los esquemas del equipo.

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