Crónica Real Valladolid 1-4 Real Madrid | Jornada 27 Liga Santander

El equipo celebra uno de los goles de Benzema | Real Valladolid 1-4 Real Madrid

Real Valladolid 1-4 Real Madrid: “Hoy si hubo pegada”

El Real Madrid se ha llevado tres puntos importantísimos en su lucha por mantener la tercera plaza y no sufrir demasiado en estas últimas jornadas en las que los de Solari ya no se juegan más que la honra y no arrastrar ese escudo mucho más de lo que algunos ya lo han hecho.

Sin embargo, y viendo cómo ha saltado hoy el equipo al campo, de repente he tenido serias dudas sobre qué equipo estaba coqueteando con el descenso y cuál trataba de continuar en la lucha por los puestos de Champions.

En la que ha sido posiblemente la peor primera parte del Real Madrid esta temporada con Solari (lo cual es ya de por sí mucho decir), el equipo blanco -aunque hoy de luto riguroso, premonitorio de un posible cese de su entrenador- bien pudo irse goleado al descanso, tras un esperpéntico espectáculo.

Sólo la acción del VAR, anulando dos goles claramente ilegales del Real Valladolid y la falta de tino de sus delanteros, que desperdiciaron un penalti de Odriozola, así como el acierto, hoy sí, de nuestros jugadores de cara al marco, impidieron otra debacle madridista.

Sin embargo, la segunda mitad, con otro aire y sobre todo, otra actitud, el equipo comandado por unos espectaculares Modric y Benzema acabó llevándose el gato al agua en la que parece casi segura que será la última aportación de Solari al Real Madrid, porque se da por hecho su cese.

Una primera parte indecente

El Real Madrid saltó al campo con un caraja absolutamente indecente, cuya pasividad a la hora de mover el balón y, sobre todo, su endémica fragilidad defensiva, hoy un auténtico flan en cuanto la pelota se acercaba al área madridista, fueron claves para que recibiese un auténtico baño por parte de los jugadores albivioletas durante la primera media hora.

Casemiro mostró su lado más flojo de la temporada | Real Valladolid 1-4 Real Madrid

Unos minutos de auténtica pesadilla en los que el balón les quemaba en los pies y a duras penas eran capaces de sacar con algo de criterio la pelota, dominados y prácticamente embotellados en su área merced al guerrero y muy atrevido planteamiento de Sergio.

A los 10 minutos, en la primera llegada seria de los pucelanos al área del Real Madrid, Odriozola cometió un estúpido e infantil penalti al agarrar a Oscar Plano, que le había ganado la espalda. Sin embargo, Alcaraz mandó el balón al Pisuerga, demostrando por qué el Real Valladolid es, de largo, el equipo con menos pólvora de la Liga.

Ahora bien, ello no desanimó a los de Sergio, que siguieron achuchando al Real Madrid, que una y otra vez perdía el balón y daba todo tipo de facilidades, hasta el punto que tan solo dos minutos después, Keko, ligeramente adelantado, asistió para que Sergi Guardiola, en boca de gol marcase sin oposición y, aunque en un principio Gil Manzano dio validez al tanto, fue reconvenido por la sala del VAR y finalmente el gol no subió al marcador.

Aquello lejos de servir de estímulo para los de Solari, que deambulaban como zombies por el campo, acrecentó aún más los ánimos de los vallisoletanos, que volvieron a marcar en el minuto 18 ante un conjunto de almas en pena.

Pero de nuevo, la fortuna y el hecho de que el VAR volviese a estar pendiente de que Sergi Guardiola cabeceó en posición antirreglamentaria un excelente pase de Keko desde la izquierda.

Sin embargo, ya no hubo lugar para más comodines y a la tercera fue a la vencida. Con un Real Madrid defensivamente en estado catatónico, encajó el primer tanto al filo de la media hora cuando un nuevo centro de Keko, en esta ocasión desde la derecha, le cayó al segundo palo a Sergi Guardiola, de nuevo completamente solo. El delantero albivioleta prolongó al centro del área pequeña donde apareció Anuar para empujarla sin problemas a la red.

Momento en el que Varane empata el encuentro | Real Valladolid 1-4 Real Madrid

Pero el fútbol tiene estas cosas y, de la misma forma que ante el Barcelona la pelota no quiso entrar, en esta ocasión, en la primera vez que el Real Madrid se acercaba con algo de peligro al área vallisoletana, llegó el empate apenas tres minutos después de encajar el gol.

En una jugada aparentemente inocente, a la salida de un córner botado desde la derecha del ataque madridista por Kroos, el balón quedó muerto y entre Casemiro, primero, y Nacho después, con la inestimable ayuda de Masip, la bola le acabó cayendo a Varane en boca de gol para igualar la contienda.

Un varapalo demasiado excesivo para los merecimientos de ambos equipos y los de Sergio se vinieron abajo estrepitosamente y, aunque se permitieron darle un pequeño susto a Courtois en una contra pésimamente gestionada por Keko, el partido llegó a su ecuador tras una gran parada de Masip a un disparo lejano de Casemiro con el tiempo cumplido.

Apareció la pegada madridista

La segunda mitad comenzó con el mismo panorama que arrancó la primera ya que, en apenas un par de minutos, Antoñito entró por la banda izquierda del Madrid como un cuchillo caliente en mantequilla y llegó casi hasta la línea de fondo para poner un maravilloso pase al que no llegó Guardiola por bien poco.

Pero de lo que pudo ser el 2-1 se pasó acto seguido al 2-1 cuando, en el minuto 49 Odriozola mostró toda su exhuberancia física llegando al sprint a un balón imposible abierto a su banda por Ceballos y Oscar Plano, completamente superado por el donostiarra, le placó en el momento de pisar el área, en un penalti de libro, que transformó Benzema engañando a Masip.

Benzema anotó de penalti el segundo tanto de la noche | Real Valladolid 1-4 Real Madrid

Aquello fue la puntilla para un equipo tan endeble en el ataque como en su moral, muy minada por el hecho de que, habiendo hecho méritos más que de sobra para ir ganando por goleada al Real Madrid, se encontraban por debajo en el marcador.

Al bajar los brazos, los de Solari se hicieron con el dominio del partido y comenzaron a jugar a placer y en el minuto 59 dieron el golpe de gracia al partido cuando, de nuevo Benzema, y en esta ocasión de cabeza, anotó el tercero del Real Madrid.

Sin embargo, el Real Madrid de este año nos ha acostumbrado a estos procesos de desconexión que hacen que un partido, cómodamente de cara, se acaba torciendo y ayer estuvo a punto de volver a ocurrir.

De forma incomprensible, en un calco del partido, por ejemplo, ante el Girona en el Santiago Bernabéu, el equipo se fue del campo, por más que sus jugadores estuviesen de cuerpo presente sobre el césped del José Zorrilla.

Poco a poco el Valladolid se fue apoderando del centro del campo y, aunque Fede Valverde entró a tapar la hemorragia y la sensación de que más pronto que tarde caería el gol de los albivioletas. Y a punto estuvo de caer, cuando Guardiola en el minuto 76 remataba de media volea al palo derecho un córner botado por Verde.

Aquel fue el último estertor del Valladolid que, víctima de su propia impotencia, acabó por entregar la cuchara, lo que fue aprovechado por el Real Madrid para rematar la faena a falta de cinco minutos para el final, cuando una gran jugada de Benzema por la izquierda le permitió asistir a Modric.

Luka Modric cerró el marcador con un gran tanto | Real Valladolid 1-4 Real Madrid

El croata se metió en el área y, tras una bicicleta que dejó sentado a Joaquín, cruzó el balón lejos de los dominios de Masip y con eso el partido murió, tras tres minutos de añadido y el telón cayó sobre el partido y, con toda seguridad, sobre Solari, que pudo vivir sus últimos momentos como técnico del Real Madrid.

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