De Zidanes y Pavones

Volvió Zidane con la temporada perdida y sin nada que ganar, solo unos cuantos partidos para, tal vez, recuperar la ilusión tras una temporada perdida, para tratar de mejorar la imagen tan lamentable dada y, de paso, probar a los menos habituales.

Hoy, a tres partidos para que termine la liga, el bochorno se ha incrementado. Muchos minutos invertidos en los Marcelo, Bale e Isco que solo han servido para cosechar ridículos, devaluando aún más su valor de mercado a la vez que tapaban a los Reguilón, Brahim y Llorente.

El mercado de fichajes pronto se abrirá, lo único con lo que, Vinicius aparte, ilusionar a unos aficionados maltratados por un núcleo de jugadores a los que solo les ha faltado escupir al escudo. El problema es que la principal petición del entrenador podría ser lo que parecía una bala esquivada por el club, nada menos que Pogba.

El francés está lejos de ser mal jugador, técnica individual, zancada poderosa y un buen golpeo de balón que lo convierten en amenaza cuando ronda el área. Una pieza importante en el contexto adecuado, como en sus inicios en Turín o con su selección en el pasado Mundial.

Por contra, ha demostrado ser incapaz de echarse el equipo a la espalda cuando el escenario es adverso, diluyéndose con facilidad cuando el rival aprieta o en el peor de los casos, borrándose con expulsiones absurdas. Como extras, Raiola de representante y un precio de traspaso que superaría los 100 millones, sueldo astronómico acorde.

Mientras tanto Llorente, lesiones aparte, viene de haber demostrado poder llevar la manija del equipo, actuaciones en partidos decisivos incluidas. Por si fuera poco, el canterano venía de una temporada en el ostracismo absoluto, sin oportunidad ninguna, a la que en vez de responder rajando en prensa o pidiendo su salida lo hizo trabajando cómo el que más, aguardando su oportunidad. ¿Su premio desde que volvió Zidane? Unas declaraciones en las que le instaba a salir si quería jugar y un par de partidos dejándolo en la grada.

Todos sabemos de los inventos de la prensa respecto a los fichajes y, desde luego, sería absurdo dudar de un técnico cuando ni siquiera la temporada empezó, directamente de locos si se trata de la leyenda viviente que es Zidane, pero si me dan a elegir, prefiero un Real Madrid con menos Pogbas y más Llorentes

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