Crónica Real Madrid 4-2 Granada | Jornada 8 Liga Santander

Los jugadores del Real Madrid, festejando la consecución del primer tanto de la tarde | Real Madrid 4-2 Granada

Real Madrid 4-2 Granada: “Al parón con los deberes hechos”

El Real Madrid se marcha al siempre absurdo parón de selecciones (el último por este año, a Dios gracias) con los deberes hechos, liderando la Liga española por méritos propios y , sobre todo, dejando una magnifica sensación y bastantes instantes de muy buen fútbol.

A pesar de lo engañoso que puede resultar haberse vuelto a ver con el agua al cuello, y recibir dos goles casi consecutivos que apretaron el partido a 3-2, como pasó el día del Levante, lo cierto es que el Real Madrid hizo méritos más que de sobra para haber goleado al Granada y tampoco vivo esa sensación de apretura que sí vivió, sin embargo, hace unas semanas.

El Granada apenas inquietó a Areola y sólo un gravísimo fallo de éste, que cometió un penalti infantil por un despiste absurdo, metió mínimamente al equipo nazarí en el partido cuando, como dije antes, el marcador debía haber ido mucho más desequilibrado a favor de los de Zidane.

Sólo el hecho de encajar un segundo gol de forma casi consecutiva, tras una buena jugada de estrategia del Granada, hizo pensar que el partido se podría complicar. Pero, a diferencia de aquel partido contra el Levante, en el que el Madrid acabó pidiendo la hora, el equipo roijblanco no volvió a acercarse por los dominios de Areola y los de Zidane dominaron el encuentro de principio a fin y acabaron por anotar el cuarto, con un buen gol de James.

Toni Kroos acabó lesionado y tuvo que ser sustituido en la primera parte | Real Madrid 4-2 Granada

Jaime Latre, un pésimo árbitro 

Merece una mención especial -desgracidamente, una vez más y ya he perdido la cuenta- el indecente arbitraje de Jaime Latre.

El colegiado aragonés volvió a aplicar esa típica y perversa doble vara de medir que sufre el Madrid desde hace tiempo, por la cual recibe estopa a discreción, como si no hubiese un mañana y, por contra, las amonestaciones se las llevan siempre los de blanco. Si no, no se explica que el Madrid se fuese del partido con sólo una amarilla menos que los del Granada (4 a 5) pese a haber realizado bastantes menos faltas (12 a 18).

Se le reclamó un más que posible penalti a Gareth Bale con 1-0 en la primera mitad que, por razones que se me escapan, ni él ni en la sala VOR quisieron ver y, por contra, fue inflexible en la apreciación de un penalti que a mi modo de ver y vista la repetición, lo es pero que, por contra, cuando ocurre en el Nou Camp a favor de los de casa, curiosamente, generalmente se mira para otro lado.

Goleada por merecimiento

El partido comenzó con una nueva sorpresa a cargo de Zidane en el once inicial. O mejor dicho, dos. La primera, la titularidad de Odriozola en detrimento de Eder MIlitao y la segunda, volver a ver a Fede Valverde en el eje de la medular. Ambas, visto el desarrollo del partido, dos decisiones más que acertadas.

El partido arrancó con un muy buen Real Madrid, que tocaba y movía el cuero con facilidad y rapidez, con un absolutamente sorprendente Carvajal, despuntando en su nueva demarcacion de lateral izquierdo. Pero es que empezar como lo hizo el equipo, anotando en su primera jugada, da un plus de seguridad.

Sorprendió Zidane incluyendo a Odriozola y Valverde en el “once” inicial | Real Madrid 4-2 Granada

En el minuto 2, Bale tras una galopada marca de la casa por la derecha, le puso un balón de oro con el exterior a Benzema en el segundo palo para que, casi a bocajarro, sólo tuviese que empujarlo a la red. Hubo cierta polémica porque en la jugada previa al gol, el Granada reclamó una mano de Ramos que, como se comprobó, no existió.

El gol desarmó el plan montado por Diego Martínez y dejó tocado al equipo nazarí, que fue entonces un juguete en manos de una máquina de hacer fútbol y crear ocasiones durante casi toda la primera mitad.

En apenas 15 minutos, el Madrid fue un aluvión sobre la meta de Rui Silva. En el minuto 10, Carvajal se reencarnó por momentos en el mejor Roberto Carlos y, tras una buena jugada, se presentó solo frente al meta nazarí, que sacó una buena mano para evitar el segundo tanto.

Benzema, en el momento de anotar el primer gol | Real Madrid 4-2 Granada

Pero después, en apenas tres minutos, Varane de cabeza, Benzema de volea y Valverde, de disparo lejano, tuvieron la oportunidad de ampliar la ventaja. Pero la pelota, como está pasando en demasiadas ocasiones esta temporada, no quiso entrar.

Como tampoco quiso entrar cuando, casi al filo de la media hora, Carvajal volvió a poner a prueba a Rui Silva tras una buena jugada con Benzema.

El monólogo madridista era brutal, con un Granada prácticamente desaparecido sobre el campo con una única pega, la lesión de Kroos, que tuvo que dejar su puesto a Modric en el minuto 30 por molestias musculares.

Quien sí tuvo premio, por fin, fue Eden Hazard cuando casi al final de la primera mitad aprovechó un robo de balón de Valverde a base de tesón y fe, quien asistió a Hazard para que, a pesar de las tarascadas de la defensa, colocase una maravillosa parábola que se coló suavemente por encima de Rui Silva.

Del 3-0 al 3-2 en apenas seis minutos

La segunda parte comenzó de la misma forma que acabó la primera. Con un Madrid dominador… y goleador porque cuando se cumplía la hora exacta de partido, Modric caracoleó en la frontal del área para acomodarse un disparo que, esta vez, sí, se colaba directo a la escuadra derecha de la meta nazarí.

Con 3-0 y con la sensación de que todo el pescado ya estaba vendido, el partido entró en unos minutos de calma chicha pero como dice el refrán, “poco dura la alegría en la casa del pobre” y tan solo seis minutos del golazo de Modric,

Brilló Carvajal en su labor de lateral izquierdo | Real Madrid 4-2 Granada

Areola fue a jugarla con los pies en el área pero se durmió en los laureles y Carlos Fernández le robó la cartera y cuando el meta francés quiso reaccionar fue demasiado tarde. Al ir a despejar lo que tocó fue la pierna del atacante rojiblanco y le derribó en un penalti absurdo que transformó Darwin Machís.

Comenzó pues el típico run-run en la grada, sobre todo al ver cómo el Madrid sufría una empanada importante, motivada entre otras cosas por la entrada en el campo de Isco por Hazard y el malagueño, lejos de aportar, se dedicó a perder balones por doquier.

Aunque Ramos tuvo el cuarto en un magnífico testarazo, el Granada avisó en el 76 sacando Varane un balón bajo palos, para certificar apenas un minuto después el 3-2 a la salida de un córner botado desde el lado izquierdo del Madrid al primer palo. Ahí prolongó Víctor Díaz al segundo, donde Duarte se adelantó a Varane para meter el miedo en el cuerpo a la parroquia madridista.

Sin embargo, lejos de vivir el pánico vivido en ese mismo estadio semanas atrás con el Levante, el Real Madrid no dejó de dominar ni tampoco concedió más ocasiones y, más por la incertidumbre del resultado que por el estado de ambos equipos, hubo más nervios en las gradas que en el césped.

De hecho, Benzema estuvo a punto a anotar el cuarto casi llegados al final con un magnífico remate a pase de un Odriozola sensacional en ataque en el último tercio del partido pero Rui Silva, el mejor sin duda del Granada, logró desviar.

James Rodríguez, celebrando el tanto que cerraba el marcado | Real Madrid 4-2 Granada

Lo que ya no pudo desviar fue el balón cómodo que logró rematar James Rodríguez, ya con el tiempo vencido, tras una nueva fantástica incursión de Odriozola hasta la línea de fondo, para traer no sólo la tranquilidad sino una mayor justicia a un Real Madrid que mereció mucho más de lo que recibió sobre el césped de su estadio.

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