Crónica Valencia 1-3 Real Madrid | Supercopa de España (Semifinal)

Los jugadores del Real Madrid felicitaron masivamente a Kroos tras su golazo

Valencia 1-3 Real Madrid: “La apisonadora”

De auténtica exhibición se puede calificar el grandioso partido ofrecido por los de Zidane sobre el césped del Estadio Rey Abdullah ante un Valencia que fue literalmente borrado del mapa por el aluvión de buen juego y goles desplegado ante un animoso público saudí.

Un público, dicho sea de paso, abrumadoramente madridista, que no paró de jalear a los nuestros y que, visto lo visto, se divirtió bastante con la calidad de los goles, la sorprendente propuesta futbolística del técnico galo y el rendimiento de algunos jugadores, algunos de ellos prácticamente desahuciados para el fútbol como Kroos o sobre todo Isco.

Y es que el partido no tuvo mucha historia ya que, prácticamente desde que el balón empezó a rodar en el magnífico césped del estadio saudí, se pudo ver que aquello iba a ser un monólogo madridista, muy similar al que vimos hace tres semanas en Mestalla, aunque con mejor fortuna que entonces.

Un Real Madrid arrollador y un gol para la historia

Zidane, que ha vuelto a demostrar que es mucho más que ese mero gestor de egos, alineador de pacotilla y tío con suerte al que las lesiones le ponen en bandeja las alineaciones, sorprendió a todos con una alineación y sobre todo con un planteamiento táctico inédito.

Zidane volvió a hacer rotaciones y cambios tácticos para este partido | Valencia 1-3 Real Madrid

Sabedor de la importancia de sus bajas (Bale, Benzema y Hazard), el francés sorprendió a todos con un 4-5-1, con Isco incrustado como segundo punta, aunque con libertad de movimientos, acompañando a prácticamente la lista completa de centrocampistas del primer equipo (Casemiro, Kroos, Modric, Valverde), con Jovic como única referencia ofensiva.

Un sistema que, unido a una presión asfixiante en cada salida del balón de los valencianistas desde su propia área se se le atragantó como un hueso de aceituna a un bebé y, prácticamente desde el pirmer minuto, no hubo opción alguna para los de Celades, que a duras penas sí lograban pasar del centro del campo.

Es cierto que no fue una primera mitad marcada por un asedio salvaje a la meta de Jaume Doménech pero es que tampoco hizo mucha falta porque el dominio del Madrid, por momentos, llegó a ser insultante.

Y para colmo de males, cuando el partido llegó al primer cuarto de hora los de Zidane se encontraron con un regalo similar al de la defensa del Barça aquella noche histórica en Anfield.

Los zagueros del Valencia se quedaron discutiendo con Jaume si eran galgos o podencos y Kroos, al más puro estilo Alexander-Arnold, no se lo pensó dos veces y aprovechando el despiste generalizado y desde el mismo vértice del córner izquierdo alojó con una maestría espectacular el balón en el fondo de la red, a pesar de la reacción tardía del meta.

No vimos aparecer al Valencia por el área madridista hasta la media hora de partido. Un mínimo escarceo de Gameiro, en la única vez que se pudo deshacer de Ramos, hizo lo más difícil pero se le hizo de noche al francés y su remate se marchó alto.

Con este disparo Isco anotó el segundo de la noche | Valencia 1-3 Real Madrid

No volvimos a ver los de Celades cruzar el centro del campo, arrollados por una presión casi asfixiante en la salida de balón que provocaban constantes errores. Uno de ellos, llegados al minuto 39 provocó una combinación entre Carvajal y Valverde por la derecha.

El uruguayo la puso al área pequeña para que rematase Modric, cuyo disparo impactó en Garay y el rechace le cayó a Isco quien desde el punto de penalti y, tras bajarla con el pecho, la alojó de primeras en el fondo de la red de Doménech para darle la puntilla al Valencia.

Una distancia en el marcador que bien pudo aumentar apenas dos minutos más tarde cuando, en plena debacle valencianista, Doménech le sacó con la punta del pie un balón de gol a Jovic, que remató a bocajarro un rechace de la defensa, prácticamente a puerta vacía.

Modric puso la guinda y el VAR la polémica

Tras el descanso, y a pesar de que el marcador era bastante abultado, el escenario no distó mucho del de la primera parte. Esto es, dominio absoluto de la pelota y presión tras pérdida que hizo que el Real Madrid no le dejase la más mínima opción a los de Celades.

A los cinco minutos de la reanudación Isco protagonizó un espectacular slalom, dejando atrás jugadores con una facilidad pasmosa pero lamentablemente para el de Arroyo de la Miel, su pase atrás acabó enredado en la defensa ché.

En el minuto 64, una incursión de Jovic por la izquierda terminó en las botas de Modric, que destrozó a Gabriel Paulista con una bonita bicicleta y, tras un maravilloso golpeo con el exterior logró hacer pasar el balón entre el brasileño y Coquelin para batir a Doménech.

Maravilloso golpeo de Modric para hacer el tercero | Valencia 1-3 Real Madrid

Desde ese momento el partido fue una fiesta a la que se sumaron Marcelo, primero, y minutos más tarde James y Mariano, en la que desapareció cualquier vestigio de rigor táctico y de la presión que había llevado al Madrid a ser una apisonadora hasta ese momento.

Sergio Ramos quiso unirse al despendole generalizado, convirtiéndose de facto en un tercer delantero, lo que motivó que Casemiro tuviese que abandonar su sitio en el centro del campo y acabase ocupando toda la demarcación izquierda de la defensa. Amén de provocar un tremendo agujero por el que empezaron a llegar los primeros escarceos valencianistas del partido y, con ellos, las primeras oportunidades.

La más clara, cuando casi al final del partido, tras una falta botada por Parejo al corazón del área, pésimamente defendida por la zaga del Real Madrid, le cayó a Carlos Soler que pifió en su remate cuando todo apuntaba a que marcaría el gol.

Y cuando todos daban ya por bueno el resultado, otra falta lejana de nuevo lanzada por Parejo al corazón del área peinada atrás por Sobrino acabó impactando sobre el brazo a medio desplegar por Ramos y Gil Manzano, tras consultar con el VAR y chequear la jugada en el monitor, señaló la pena máxima, ejecutada por Parejo para cerrar el marcador y el partido.

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