Mi mejor amigo

Siempre he pensado que el mejor amigo humano está muy sobrevalorado. A menudo nos solemos encontrar con personas que encuentran en ‘seres’ inertes o en animales (mascotas) el alter ego de sus vidas, su compañero de viaje, su mejor ‘nunca te dejaré solo’. En base a esto me imagino quien tuvo que ser el mejor amigo de Dalí (su pincel), la mejor amiga de Tim Burton (su cámara de vídeo), o la mejor amiga de Paco de Lucía (su guitarra).

En mi vida (y en la de muchos), he de reconocer que aunque tenga grandes amigos humanos, el Real Madrid Club de Fútbol siempre ha ocupado esa porción de corazón que distingue a lo único, de lo mundano, a lo mortal de lo inmortal. El Real Madrid y mi familia ocupan mi lealtad más absoluta, porque entre otras cosas el Real Madrid es mi familia. Lo digo porque así lo siento, lo siento porque así lo sufro y lo sufro con la seguridad, de que cada día lo amo un poco más que ayer.

Pues bien, hoy, ayer o mañana, el 6 de marzo de 2017, mi mejor amigo cumple años. Este año cumplirá la fríolera de 115 años de historia, de la mejor historia escrita y por narrar. Y pobre de aquel o aquellos que encomienden sus vidas a la ‘segundización’ del Real Madrid, porque tened por seguro que morirán y cuando desentierren años después su caja de pino, el Real Madrid seguirá ocupando el cetro que solo a él le pertenece y por el que muchos (todos) venderían a su mejor no amigo, por rozar si cabe la cuna donde solo el Real puede dormir.

Mi mejor amigo

Mucho ha cambiado el club desde que Don Julián Palacios y los hermanos Padrós tiraron aquella pequeña primera piedra al lago en forma de sociedad legalizada y desde entonces, 1902, aquella piedra empezó a emitir circulos sobre el agua de aquel lago, que poco a poco, año a año, título a título, hicieron que el Real Madrid pasara a convertirse de una simple sociedad deportiva madrileña, a un ‘tsunami’ con maravilloso e mágico final.

Hoy en día Benjamin Button, perdón, quise decir el Real Madrid, tiene escuelas deportivas en las sociedades y países más desfavorecidos del mundo, la fundación del club ayuda a familias con necesidades extremas, es el único club del mundo con estudios universitarios reglados (Universidad Europea), el concepto ‘Real Madrid’ tiene el mayor porcentaje en búsqueda por Internet de todos los clubes del mundo (de cualquier deporte) y lo mejor de todo, que tras sufrir esta macrometamorfosis, el Real Madrid sigue siendo gestionado por sus socios, por sus aficionados, por el madridismo, exactamente igual como lo fue en 1902, cuando Don Julián Palacios y los hermanos Padrós parieron en forma de firma, al mejor amigo que toda persona puede tener…nuestro Real Madrid, nuestro hermano, nuestro equipo.

Desde aquel 1902 se han ido sucediendo jugadores extraordinarios, con entrenadores y presidentes que han llevado a nuestro club a lo que hoy es. A todos ellos, gracias. A todos. Sin olvidarme de uno. Al buen jugador y al mal jugador, al buen entrenador y al mal entrenador, al buen presidente y al mal presidente. Porque sin los malos jugadores, no hubiéramos disfrutado ni amado tanto a Di Stefano, Butragueño, Raúl o Cristiano Ronaldo. Porque sin los malos entrenadores, Miguel Muñoz, Pedro Ferrándiz o José Mourinho habrían pasado desapercibidos por nuestra achampanada historia. Sin los presidentes de mora baja, no habríamos reconocido a Don Santiago Bernabéu o Don Florentino Pérez como reinventores del modelo Real Madrid. De verdad, a todos ellos y a los millones de aficionados que cada día siembran madridismo por el mundo deciros ‘gracias’.

Pero gracias de la forma con la que un amigo le da las gracias a otro, cuando éste a las ‘taitantas’ de la noche, lo ha llamado por teléfono para preguntarle como está después de que horas antes haya perdido su equipo favorito.

Dogmas, leyes y vida que un mejor amigo del mundo tiene para su ‘nunca te dejaré solo’ favorito. El mío se llama Real Madrid. Y cuando gana lo quiero. Y cuando pierde lo amo. Así de fácil, así de esclavo.

Gracias Real Madrid por haberme acompañado en mis soledades y multitudes de mi vida. Yo, tú…nosotros.

Solo te entiende quien te padece y quien te padezca, nunca más te entenderá. Real Madrid Club de Fútbol, antónimo de mi cordura.

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