La vuelta a casa

Y esto es el Real Madrid: cuando todos nos dan por muertos… venimos y ganamos la Champions […] El Real Madrid es la Champions”. Así celebraba Álvaro Arbeloa la Décima. Tan tajante que nadie pudo rebatirle.

En realidad, cuando se entona en los estadios el “Theeee Chaaaaampiooooons” a la par que suena el himno de la competición europea, no es más que un recordatorio encubierto al Rey.

Los 12 trofeos que residen en las vitrinas del Bernabéu marcan territorio inexorablemente. Es algo inherente tanto a la competición como al Real Madrid. Si nombras a uno, de manera complementaria se te viene a la cabeza el otro sujeto. Y eso no pasa muy a menudo. Es más, solamente pasa con un equipo.

El Real Madrid tiene que pagar la envidia que florece tras implantar su hegemonía, pero es curioso que incluso los antimadridistas más acérrimos se han quedado sin argumentos (sólidos, de los que carecen de base siempre tienen). Y sí, también va por aquellos que decían que “solamente ganáis en blanco y negro”. No merece la pena ni que haga un glosario del palmarés. Más que nada porque me entraría una risa desternillante que me impediría seguir.

Vuelve a casa el Real Madrid, y ya podemos entrar en el debate de qué equipo es el segundo favorito. Porque la Champions, últimamente, es esa competición en la que algunos equipos se gastan 600 millones de euros y al final campeona el de siempre. Y ahí es cuando vuelven los argumentos sin base de los que hablaba antes. Pero ahí es cuando se cierra el círculo fácilmente: te habías ilusionado por su fracaso, habías desestimado al campeón, ves como avanza y… deberías rendir pleitesía.


 

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