Debate: ¿Sí o no al fichaje de Neymar por el Real Madrid?

SI AL FICHAJE DE NEYMAR por @ankarma81

Escribir este artículo para defender la idea de que el Madrid fiche a Neymar, es tan surrealista como lo tuvo que ser para Cristobal Colón exponer la idea de que la tierra era redonda a todos aquellos que pisaban tierra plana.

Defender una idea que ya existe es como leer el periódico de mañana un día antes de que ocurran los acontecimientos. Es divertido, entretenido y con frecuencia humorístico ver los robos, asesinatos y fichajes antes de que ocurran.

Por ello a estos aficionados que injurian la idea de ver a Neymar como madridista, deberían saber (como así saben), que Neymar ‘sera’ jugador del Real Madrid desde que el año pasado el PSG abonase el pago íntegro de su cláusula al F.C. Barcelona. Exacto. Coman palomitas y disfruten del pasado que el futuro nos regaló.

Dicho esto, a continuación detallaremos los principales aspectos que Florentino Pérez tuvo que meditar antes de cerrar el fichaje de Neymar por el Real Madrid el pasado verano.

1) ASPECTO FUTBOLÍSTICO:

La principal deficiencia que un entrenador rival al uso extrae de nuestro equipo cuando pretende analizarlo antes de jugar ante nosotros es una sola:

-”El Real Madrid en su plantilla no tiene ni un solo regateador”.

Y es cierto. Y triste este hecho. Es cierto que Asensio, Lucas y Bale alguna vez que otra puede irse de un rival en velocidad, pero siempre en línea recta y pegados a la cal. Neymar representa ese abrelatas que hoy por hoy el Real Madrid no tiene y el motivo por el que este año hemos perdido puntos por ejemplo ante defensas cerradas como las del Betis, Valencia, Levante (por dos ocasiones), Atlético de Madrid, Español, etc,

Neymar, tras Cristiano y Messi, es sin lugar a dudas el mejor jugador del mundo. Su dribling, su facilidad de gol (este no es Robinho como tratan de engañarnos algunos), la elección que hace de cada jugada para convertirla en brillante…

Triunfó en el Santos de Brasil, triunfó en la liga española con el Barça y ha triunfado nuevamente con el PSG francés. Tres ligas, tres equipos y tres formas de entender el juego. Y Neymar sigue demostrando año tras año que es un elegido.

Uno de esos niños a los que Dios tocó un día dotándole de ese ‘don’ que Santiago Bernabéu buscó un día en Hungría para fichar a Puskas, en Francia para fichar a Kopa o en Argentina para fichar a Don Alfredo. Como decía con Neymar, tres países, tres equipos y tres formas de entender el juego. Los tiempos cambian, el Real Madrid no.

En el campo, su posición ideal es tirado a banda izquierda con Marcelo por detrás y Cristiano de delantero centro como ya lleva dos años jugando. ¿Os imagináis el placer para la vista que supondría esa banda izquierda? Y es que en esa banda donde hace años jugaron Roberto Carlos y Zidane, no merecen otros herederos para pisar su hierba que la conexión que Marcelo y Neymar pueden formar a orillas de la Castellana de Copacabana. Placer, puro placer. Y en una mano un denso puro cubano, en la otra un mojito y a disfrutar del mejor equipo del mundo mientras el agua te llega a la altura de tus pantorrillas. Placer, puro placer.

2) ASPECTO ECONÓMICO:

Llegamos a la clave de la operación. Neymar actualmente cobra en el Psg una ficha de 35 millones de euros anuales. Pues bien, ¿como conseguir esos 35 millones de euros sin que para ello afecte el proceso de renovación de Cristiano Ronaldo y al actual ecosistema económico del club?

Pues fácil. Debemos vender aquellos jugadores que tienen una ficha alta y que por diferentes cuestiones no están rindiendo futbolísticamente como se esperaba. Mi elección comienza por Gareth Bale quien anualmente tiene una ficha de 15 millones de euros, Benzema 8 millones de euros e Isco 7 millones de euros.

Si sumamos las tres fichas (ojo, que dos son suplentes) nos encontramos con un montante total de 30 millones de euros. O sea, que librandonos de las fichas de Bale, Benzema e Isco pagaríamos la ficha del mejor jugador del mundo tras Cristiano y Messi. Y éste (Neymar) a diferencia de los citados sí que tiene acreditado lo que gana, porque demuestra partido sí y partido también el extraordinario jugador que es.

Económicamente destacar también que Neymar es el jugador con el mejor ‘merchandising’ del mundo y que su imagen supondría al concepto que Santiago Bernabéu inventó y Florentino Pérez perfeccionó, el empujón definitivo para estabilizarnos en el primer escalafón económico mundial por delante de los dinosaurios económicos de la poderosa Premier League y de los clubes-estados con dinero manchado de petróleo. Lo que Mickey Mouse es para Disney, Neymar lo es para el fútbol.

Tener a Neymar junto a Cristiano Ronaldo en el mismo equipo, más que un problema económico es de una irresponsabilidad histórica no haberlo intentado, cuando ellos (su imagen) multiplicarían los ingresos del club pagando casi el sueldo del resto de sus compañeros. Los contratos con Adidas, Audi, Microsoft o Fly Emirates serían unos sin Neymar y otros muy superiores con Neymar.

Por ello no hay que ser pájaro de vuelo bajo y mirar tan alto económicamente como podamos porque solo en esos cielos vuela nuestro amado Real Madrid desde que el visionario Santiago Florentino Bernabéu Pérez llegara a us presidencia para gozo fe todos nosotros.

3) VESTUARIO:

Uno de los inconvenientes más a tener en cuenta por los agoreros del fichaje es, ¿cómo sentará el fichaje de Neymar al vestuario del Real Madrid y en especial a los pesos pesados de Valdebebas?

Pues visto el amistoso que el Madrid jugó ante el Barça en verano y donde Neymar terminó entrando hasta el mismísimo vestuario del Real Madrid y el partido de ida de los octavos de la Champions League en el Bernabéu donde Neymar fue casi agasajado por la totalidad de los jugador del Real Madrid, me atrevería a decir que más de uno de esos jugadores llegarían a pagar hasta de su propio bolsillo por ver al fantasisoso brasileño vestido de blanco.

Casemiro y Marcelo compadreando con Neymar y metiéndole en el clan madridista. Nacho disculpándose por una entrada que le hizo de forma más cariñosa que de costumbre. Modric e Isco chocando sus manos con el brasileño como sabedores de la ‘servilleta’ que Neymar ya tiene firmada debajo de la mesa. Zidane piropeandolo cada vez que puede.

Y por último el gran y capitán Sergio Ramos riéndose con Neymar mientras ambos son conscientes de que cientos de fotógrafos los apuntan con sus objetivos. Todo está firmado, al igual que Neymar sabe que este verano le dieron el número 10 a Luka Modric para guardarle tal camiseta para cual él aterrice en Madrid. El 10 es para Neymar y Modric lo sabe…y le encanta porque queramos o no, Modric bebe en la misma fuente inagotable de fútbol que el gran Neymar.

4) CRISTIANO RONALDO:

Estadio Santiago Bernabéu. Minuto 46 de la ida de la Champions League entre el Real Madrid y el PSG. El árbitro pita el descanso y entonces Cristiano Ronaldo cambia su dirección de salida del campo y en vez de dirigirse al túnel de vestuarios va el crack portugués y busca en un grado máximo de complicidad a su amigo Neymar.

¿Casualidad o causalidad? De ya os digo que si Cristiano ejecutó esa acción cariñosa hacia Neymar fue precisamente porque quería mandar ese mensaje de hermandad a Florentino que estaba en el palco. Lo abrazó, lo estrechó contra él y le dijo sin pronunciar una sola palabra:

-”Cuando quieras Ney, ven con nosotros y haremos historia”.

Y es que como dicen, una imagen vale más que mil palabras. Cristiano, como gran general que es, sabe que para ganar ‘el futuro’ necesita de los mejores. Y Neymar es tan bueno en su posición como Modric lo es distribuyendo fútbol, Ramos en la posición de defensa central y Marcelo en el carril izquierdo.

Y es que si no tuvimos miedo a fichar a Zidane teniendo a Figo, ¿por qué los agoreros son tan escrupulosos del fichaje de Neymar?

Recuerden: Roberto Carlos, Raúl, Zidane, Ronaldo y Beckham.

Recuerden: Butragueño, Hugo Sánchez, Michel, Martín Vázquez y Sanchis.

Recuerden: Di Stefano, Gento, Puskas, Kopa y Rial.

Recuerden señores y señoras. Los mejores siempre, siempre en el Madrid.

Y es que ¿os imagináis a Neymar dándonos una Copa de Europa ante el Barcelona con gol suyo? ¿Os imagináis tal placer?

Por ello debemos olvidarnos de los miedos sobre como se comportará el brasileño y recordar como se comportó Ronaldo Nazario en nuestro club. En Barcelona, cuando llegó febrero, fue hasta Río de Janeiro al carnaval brasileño, y sin embargo en el Madrid jamás se atrevió a tal osadía. Y ¿sabéis por qué? Pues porque el jugador cuando llega y lo presentan como nuevo jugador del Real Madrid, comprende que llegan a lo máximo a donde un futbolista puede llegar y ven entonces por primera vez en su vida, como su persona es menor que la entidad donde juega.

Por tanto, ante la pregunta ¿Neymar sí o Neymar no? Por supuesto que sí. Porque Neymar es para el fútbol lo mismo que el mar para la playa, el conejo para la magia, el tablero para el ajedrez, el champagne para la fiesta o el ‘siete’ para Cristiano.

Por tanto, recibamos a la leyenda brasileña con los brazos tan abiertos como un día recibimos al gran Cristiano Ronaldo sin que ello disminuya ni un ápice del amor y devoción que el madridismo siente (y padece) por el crack portugués.

Hasta entonces, hasta que llegue ese momento, seguiré comprando, leyendo y riendome con el periódico de mañana que me ha tocado leer ayer. Al fin y al cabo todos saben ya que Neymar es jugador del Real Madrid, lo único que falta que ocurra es que la tinta se derrame sobre el papel de la servilleta, que Santiago Florentino Bernabéu Pérez esconde bajo la mesa.

NO AL FICHAJE DE NEYMAR por @djmontero

No. Y mil veces no. Y no porque considere que Neymar no sea merecedor de jugar en el Real Madrid, que lo es y con creces, sino por el efecto devastador que un fichaje como éste puede generar en el club, especialmente desde el punto de vista económico.

Nadie que tenga dos dedos de frente puede discutir un solo gramo de su calidad individual como futbolista. Una calidad que se ha visto reforzada por su condición, por fin, de “Macho Alfa” en el París Saint-Germain, donde se ha convertido por derecho propio en el líder único e indiscutible del equipo, con mando absoluto en plaza.

Sin embargo, no es el Neymar futbolista el que me aterra sino todo lo que lleva detrás, que no es poco. Hablo de su inefable Papá, el rey de los despachos, de su hermana y sus ya tristemente conocidos cumpleaños, de los famosos “Toys” y lo que es peor, de su voracidad económica.

Una voracidad económica que, unida a unas poco deseables prácticas mercantiles -por decirlo de forma benévola- llevaron al Real Madrid a abandonar su fichaje cuando estaba ya prácticamente hecho. Pero que, sobre todo, llevaron al jugador y a su club comprador entonces, el FC Barcelona, a cometer todo tipo de trapisondas jurídicas para afrontar su contratación.

De hecho, aquellas extrañas negociaciones (“ingeniería negocial”, le llamaron en su día) acabaron provocando, entre otras cosas, la dimisión del entonces presidente culé, Sandro Rosell, la condena en firme de la institución azulgrana por fraude fiscal y una catarata de denuncias contra el jugador y su padre en Brasil y en España, algunas todavía pendientes de resolución jurídica.

Pues bien, esa misma voracidad le llevó años después a darle la patada al Barça y marcharse al PSG, protagonizando el fichaje más caro de la historia, al abonar los 220 millones de euros de su cláusula de rescisión.

Eso sí, Neymar se fue meses después de renovar su contrato y embolsarse una suculenta prima de fichaje que provocó un litigio judicial con su exequipo, además de unas no menos jugosas primas a su padre y representante.

Pero volviendo al tema, precisamente lo exorbitado de su fichaje por el PSG hace inviable que el Jeque Al-Khelaifi -que no es multimillonario por ser precisamente un necio en los negocios- renuncie a la figura de su fichaje estrella. Un fichaje que, por cierto, le está generando una catarata de ingresos en concepto de imagen publicitaria, especialmente con Nike, la empresa que viste al equipo parisino y que tanto tuvo que ver en su multimillonaria contratación.


De la misma forma, me extraña que Florentino Pérez, un tipo celoso de la estabilidad económica del club y cuya política de cabeza fría en el pago de sueldos y de fichajes, especialmente en una época absolutamente inflacionada como la actual, quisiese afrontar una operación que podría poner claramente en riesgo las finanzas del club. Especialmente ahora que ha conseguido por fin estabilizarlas y generar beneficios y asegurar la pervivencia del club por unos cuantos años, al margen de jeques, millonarios y oportunistas.

El elefantiásico coste del fichaje -que algunas fuentes ya están cifrando entre 300 y 400 millones de euros- obligaría al club a hipotecarse por una buena temporada, congelando otros proyectos de importancia más vital como la remodelación del Estadio.

Por no hablar de que el club debería afrontar indefectiblemente una serie de ventas, quién sabe si indeseadas, que podrían alterar el proyecto deportivo y romper una política que nadie puede negar que está siendo, cuando menos, acertada.

Porque si alguien piensa que Al-Khelaifi lo va a vender por los 220 millones que costó es que no vive en este mundo. Como si piensa que Neymar puede enfadarse y no respirar y dejar el PSG con la facilidad que dejó el Barça está muy equivocado. Firmar el contrato más importante de la historia del fútbol no es gratis, y menos para un futbolista de su talla.

Por último, está el tema de la estabilidad salarial. El Madrid renunció a fichar a uno de los jóvenes más prometedores del fútbol actual, sino el que más, como es Mbappé por la exagerado de sus emolumentos (18 millones de euros anuales), por lo que dudo mucho que Florentino Pérez quiera hacer saltar la Banca y destrozar la sacrosanta escala salarial, celosamente conservada (y en mi opinión con toda la razón del mundo), y con ello dinamitar la paz que actualmente se vive en el club en este sentido.

La llegada de Neymar, que dudo mucho que admitiese cobrar menos de los 36 millones netos que cobra actualmente, supondría una bomba de relojería en la estabilidad salarial del club y podría poner en jaque a las finanzas del club, convirtiéndose en pan para hoy y hambre para mañana.

Porque por mucho ingreso que pueda generar el futbolista, nada podría compensar el exagerado coste de su fichaje, tanto de coste en sí mismo de la incorporación como su desmesurada ficha anual.

Y desgraciadamente en la institución ya saben -y los socios y aficionados, también- qué pasa cuando se toman a chufla los temas económicos y se firman hipotecas de dudoso cobro. Que la estrella de hoy puede ser la sepultura de las estrellas de mañana

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