Crónica Real Madrid 1-3 Juventus | Vuelta cuartos Champions League

CR7 celebrando el gol que le da el pase a semis a los blancos | Real Madrid 1-3 Juventus

Real Madrid 1-3 Juventus: “Mascando la tragedia”

Lo que se presentaba como un paseo militar, una plácida noche europea en la que asentar definitivamente las bases de la candidatura del Real Madrid a su tercera Champions consecutiva, se convirtió en una noche de auténtico infierno, en la que se rozó la tragedia de una inesperadísima eliminación europea a manos de una mediocre Juventus de Turín.

En una pesadilla de partido, el equipo italiano rozó la machada de remontar una eliminatoria que tenía absolutamente perdida al igualar el 0-3 que traía el cuadro madridista desde la ida, ante un Real Madrid irreconocible, desdibujado en todas sus líneas, víctima de sus propios errores y atenazado por el miedo al fracaso.

Un miedo que además fue in crescendo, a medida que sus propios fallos especialmente defensivos y en la portería, iban generando una mayor desconfianza en sus posibilidades y el riesgo de protagonizar un ridículo histórico era cada vez mayor, hasta el punto que mediada la segunda parte, la Juventus logró enjugar la enorme ventaja con la que partían los de Zidane.

Desde que con apenas un minuto disputado, Mandzukic puso patas arriba la eliminatoria y sembró el desconcierto en las filas blancas, hasta la última jugada del partido, la del más que evidente penalti de Benatia a Lucas Vázquez y que transformó en gol, una vez más, Cristiano Ronaldo.

Lucas Vázquez, arrollado en falta por Benatia en la jugada del penalti | Real Madrid 1-3 Juventus

Dicha jugada, controvertida como pocas, provocó un revuelo monumental en las filas juventinas, que acabó con la expulsión de Buffon, que vio la roja por sus airadísimas protestas al colegiado británico Oliver. Pero también un enfrentamiento entre el banquillo italiano y Sergio Ramos.

El camero, que hoy no pudo ser de la partida por sanción, bajó del palco privado y vio los últimos minutos en la bocana de vestuarios y se vio inmerso en una discusión con el banquillo juventino, lo que puede provocar una dura sanción de la UEFA que le deje fuera de las semifinales.

Finalmente, tras una demora de más de cinco minutos hasta que se pudo lanzar el penalti, Cristiano Ronaldo anotó el gol que le dio al Real Madrid la clasificación por octava vez consecutiva a semifinales de la máxima competición continental. Un nuevo hito que sumar a la incontable lista de récords del club blanco en la historia de la Champions.

El sorteo, que se celebrará mañana viernes en la sede de la UEFA en Nyon deja tres rivales de diferente nivel y renombre. Por un lado, el temido Bayern de Munich que, junto al Madrid, será el más duro de pelar y, por otro, los en teoría más asequibles Liverpool y Roma. La suerte, eso sí, está echada.

Por último, decir que si en otras ocasiones he sido crítico con el público del Bernabéu, hoy ha sido quizás uno de los encuentros en los que más ha tirado del equipo. Incluso en los peores momentos, no han dejado de animar para devolver con éxito la fe a un equipo que parecía muerto.

El Santiago Bernabéu se vistió de gala para la ocasión | Real Madrid 1-3 Juventus

Desde la incansable Grada Fans hasta el último de los aficionados del cuarto anfiteatro, el público ha sido clave para que el equipo no sólo no se hundiese del todo sino que sacase esa casta ganadora que acabó por embotellar a la Juve, en un arreón desesperado durante el último cuarto de hora.

El gol tempranero lo marcó todo

Ante la duda de si Zidane saldría con un once más o menos “jugón” o uno veloz y de desborde por las bandas, el técnico francés optó por salir con una extraña versión del rombo de Cardiff. Una especie de equipo híbrido de ambos sistemas.

Con una defensa de circunstancias, integrada por Vallejo -que debutaba en Liga de Campeones- y Varane, por las bajas de Ramos y Nacho, Casemiro ocupó su demarcación habitual en el mediocentro defensiva junto a Kroos, Modric e Isco y la gran sorpresa de Bale en lugar de Benzema y Cristiano Ronaldo.

Pero como dice la Ley de Murphy, si hay alguna posibilidad de que algo salga mal, saldrá mal y así, cuando muchos aficionados ni siquiera se habian sentado en su localidad, el partido comenzó de la peor forma posible.

Con apenas un minuto disputado y con la defensa madridista hecha un auténtico flan, Douglas Costa abrió a la derecha para Khedira. El ex-jugador madridista, en labores de extremo puro, lanzó un espectacular centro al segundo palo, donde encontró a Mandzukic quien, como Pedro por su casa y sin oposición, conectó un certero testarazo a la red que rompía el partido.

A partir de ese momento, el fantasma del Roma-Barça del martes empezó a revolotear por el ambiente y se apoderó de los jugadores blancos que, en cascada y desde la portería hacia adelante, empezaron a sentir un terrible miedo escénico y comenzó un recital indecente de fallos de concentración, algunos de ellos ciertamente groseros.

Mandzukic, rematando e cabeza para el primer gol del partido | Real Madrid 1-3 Juventus

Puedo entender que a Vallejo le pudiese venir grande el compromiso, a pesar de que se fue centrando poco a poco durante el partido. Pero lo que no puedo entender es la cantidad ingente de errores no forzados en la salida de balón y, sobre todo, en la marca por parte de Carvajal y Marcelo, superados por Mandzukic y sobre todo por Douglas Costa.

Así pues, los nervios se apoderaron de la zaga y del centro del campo, incapaz de dar tres pases seguidos ante una presión de los jugadores juventinos que, no nos engañemos, tampoco era lo asfixiante que se esperaba.

Favorecido por el desorden defensivo, una alarmante ausencia de tensión y los constantes fallos del centro del campo, la Juventus no tenía problema alguno para llegar hasta el área del Madrid.

Así, el pavor volvió a las gradas del Bernabéu cuando en el minuto 8 un fallo de concentración de Vallejo, que no se entendió con Varane, le dejó el balón franco a Higuaín que disparó a bocajarro, obligando a Navas a una gran intervención por abajo.

Hasta el minuto 10 los de Zidane no empezaron a asentarse sobre el campo y a asomarse por la zona de creación de los italianos, absolutos dominadores del partido hasta ese momento. Poco a poco, de la mano de Isco y Modric empezaron a llevar al equipo hacia delante, cargando el juego por la banda izquierda.

Con un juego muy lento, parsimonioso y sin desborde, el Madrid tuvo su primera aproximación, curiosamente, en la primera incursión de Bale por la derecha en el minuto 9 pero la jugada personal del galés acabó trastabillado pero con un remate de tacón que salió fuera por bien poco.

Daba la sensación de que los de Zidane se estaban empezando a desperezar y a poner las cosas en su sitio a pesar del gol tempranero y, a punto estuvieron de equilibrar la balanza un par de minutos más tarde.

Gareth Bale no tuvo su día ante la juventus | Real Madrid 1-3 Juventus

Isco se aprovechó de un rechace de Buffon tras un disparo de Cristiano Ronaldo y, después de un bonito quiebro, acertó a picarla con suavidad por encima del meta italiano. Sin embargo, el colegiado británico invalidó el tanto por posición antirreglamentaria del malagueño. Algo que, dicho sea de paso, no era cierto. Isco estaba en línea con la defensa en el momento de recoger el balón y por tanto, aquel tanto -que sin duda habría reescrito por completo la historia del partido- no subió al marcador.

Ahora bien, el Real Madrid jugaba a arreones, sin orden ni concierto. No había profundidad, Isco abusaba de las conducciones y lo que es peor, se apreciaba una descoordinación colosal en la defensa, con Carvajal y Marcelo pegados al centro de la defensa, lo que provocaba unos pasillos descomunales por ambas bandas que fueron rápidamente aprovechados por los jugadores de la Juventus.

Aunque el equipo italiano no presionaba en exceso y su juego distaba mucho de ser el asedio insaciable que se esperaba, lo cierto es que cada vez que se acercaban al área blanca, creaban peligro.

Carvajal pudo marcar en propia meta en una jugada muy similar a la del primer gol al intentar evitar el remate de Higuaín y apenas cinco minutos después, en un calco de esta jugada Mandzukic obligó a Navas a emplearse a fondo por bajo.

A partir de ese momento llegaron los mejores momentos del Real Madrid. Insisto, a arreones, con un juego lento y previsible que sólo cuando intentaba aprovecharse de su velocidad e imprimía una marcha más, sobre todo por la banda izquierda, ponía en apuros a la Juventus.

Al filo de la media hora, una falta botada desde la derecha acabó rebotada por la defensa al vértice izquierdo del área de la Juventus y Marcelo remató de volea pero la pelota se fue por encima del larguero.

Marcelo sufrió mucho en defensa las acometidas de Douglas Cosa | Real Madrid 1-3 Juventus

Apenas cuatro minuto más tarde, en una de las pocas veces que el Madrid tuvo superioridad por la izquierda, Cristiano asistió a Isco que, completamente solo, se plantó delante de Buffon pero se le hizo de noche al malagueño y estrelló el balón contra el cuerpo del portero italiano.

Lo que nadie se iba a imaginar por nada del mundo era que, en el minuto 36 un centro a la olla de Leipheimer desde prácticamente el córner derecho sin aparente peligro lo enganchó con la cabeza Mandzukic en el segundo palo y, ante la pasividad de toda la defensa, que vio pasar el balón por encima de sus cabezas con total tranquilidad, y de Keylor, que no se atrevió a salir de puños a interceptar ese pase, el croata remató a placer y marcó el segundo de la noche ante el estupor general.

Ni en la peor de sus pesadillas podía imaginarse el madridismo que esta Juventus que, en absoluto estaba dominando al Real Madrid, iba a estar en algo más de media hora tan cerca de igualar la eliminatoria.

El gol hizo muchísimo daño a los de Zidane, a los que prácticamente todos, les empezaron a temblar las piernas, atenazando todos sus movimientos. Empezó un auténtico baile de despropósitos que, ahora sí, achuchados por una Juve que comenzaba a creer en que la machada era posible, dio un paso adelante a que el Madrid fue incapaz de responder. Entre otras cosas, a causa de sus propios errores.

De repente nadie, salvo Cristiano Ronaldo e Isco, quería el balón. La pelota quemaba en los pies y, entre la presión de los italianos y los errores por precipitación, el Real Madrid se fue del partido. Aun así, el Real Madrid tuvo la oportunidad de meterse de nuevo en el añadido cuando el testarazo de Varane, a la salida de una falta botada por Kroos desde la izquierda, se estrelló violentamente contra el larguero de la portería de Buffon.

Tras el descanso, Zidane optó por reforzar las bandas ando entrada a Asensio y Lucas Vázquez por un irreconocible Casemiro y un desaparecido Bale. De esta forma, el técnico francés buscó la forma de tapar la sangría que, sobre todo, estaba sufriendo el Madrid por el lado de Marcelo, machacado sin piedad por Douglas Costa.

Sin embargo, el resultado no fue el deseado porque con tan solo tres minutos disputados de la segunda mitad, Douglas Costa se fue con facilidad de Marcelo y Asensio y su disparo desde fuera del área se marchó alto por bien poco.

Repitió Mandzukic con un gol muy similar al primero | Real Madrid 1-3 Juventus

Una segunda parte marcada por el error de Keylor y el penalti final

Comenzaron entonces unos minutos de asedio juventino aprovechando que el centro del campo del Real Madrid había desaparecido y el equipo estaba completamente aculado en su propia área, con lo que en apenas tres o cuatro pases se plantaban sin problemas en la frontal de la portería blanca.

El Madrid seguía, pues, completamente groggy pero sin la velocidad -escasa eso sí- mostrada en la primera mitad ya que a Isco se le acabó la gasolina y Modric parecía estar fuera de combate.

La circulación de balón era casi nula, lenta y terriblemente cansina, con todos los jugadores blancos, con la excepción de Cristiano Ronaldo, pidiéndola al pie, por lo que el factor sorpresa desapareció por completo en el ataque y todo el peligro se limitaba a meter centros al área, que ante la superpoblación defensiva italiana, solían quedar en nada.

Sólo Cristiano Ronaldo pudo conectar un buen disparo pegado a poste a centro de Lucas Vázquez desde la derecha, pero Buffon atajó sin problemas.

Curiosamente, con el paso de los minutos, bien por cansancio o bien por estrategia, lo cierto es que la hemorragia de las bandas madridistas parecía haberse detenido y la Juve dejó de acercarse con peligro por las inmediaciones del área de Navas, que sólo intervino para desviar un tiro lejano de Higuaín.

Pero cuando peor parecía estar la Juventus, al filo de la hora llegó el desastre. En una jugada sin apenas peligro, un mal centro de Douglas Costa desde la derecha le cayó en las manos a Navas, quien sin saber por qué, no atajó bien y el balón se le escapó de las manos. Matuidi, que pasaba por ahí, ante la pasividad de la defensa, aprovechó el regalo y marcó el 0-3 que igualaba la eliminatoria.

Cristiano Ronaldo tiró del carro en los peores momentos | Real Madrid 1-3 Juventus

Nadie daba crédito a lo que estaba pasando, con el Real Madrid roto, sin alma y, lo que es peor, con la eliminatoria que empezaba de cero y la sensación creciente de que estábamos ante una las noches más negras de la historia del madridismo, con media hora por delante.

Sin más margen para el error, Zidane reaccionó de inmediato, dando entrada a Mateo Kovacic por Modric, jugándose el todo por el todo, sabiendo además que un nuevo gol de la Juventus obligaba al Real Madrid a marcar dos.

A partir de ese momento, Allegri debió pensar que, ahora que lo más importante que era igualar la eliminatoria ya estaba hecho, decidió echar el freno, tomar aire y pensar más en una hipotética prórroga que en darle la puntilla a un Real Madrid que seguía fuera de combate.

Una decisión la de no ir definitivamente a por el partido que provocó un inesperado “efecto rebote” en el Real Madrid que, con el soplo de aire fresco que supuso la entrada de Kovacic, se hizo dueño y señor del partido.

Con más corazón que fútbol el Real Madrid empezó a usar las dos bandas con Asensio y Marcelo, por un lado y con Carvajal y Lucas Vázquez por el otro, como si de un martillo pilón se tratase, comenzaron a percutir la pobladísima defensa de la Juventus.

El problema estaba en que la zaga italiana se posicionó muy bien sobre el campo y con prácticamente todos sus efectivos, se encerró “a la italiana” dejando a los laterales blancos los centros al área como su principal y casi único recurso, con la intención de salir a la contra, aprovechando que el Madrid no presionaba en absoluto y no le resultaba difícil llegar hasta las inmediaciones del área.

Con el crono volando literalmente en el Bernabéu, el Madrid redobló sus esfuerzos en el último cuarto de hora. Así Asensio estuvo a punto de marcar en un golpe franco que salió por encima de la meta de Buffon, al que Isco minutos más tarde obligó a realizar una magnífica parada, en un tiro lejano que había tocado en un defensa.

Marco Asensio, revulsivo de equpo en la segunda mitad | Real Madrid 1-3 Juventus

En el minuto 79 Varane se revolvió bien en el área pequeña, tras un pase de Asensio pero su disparo se marchó alto y en pleno zafarrancho blanco, apenas un minuto después Chiellini estuvo a punto de marcarse un gol en su propia meta, al ajustar en exceso un mal despeje de cabeza.

Con el fantasma de la eliminación y con una tensión que se palpaba en el ambiente, el Madrid llegó a los últimos minutos absolutamente volcados sobre la meta de Buffon pero sus atacantes eran incapaces de burlar con cierta comodidad el entramado defensivo italiano. Cristiano Ronaldo se desesperaba intentando rematar de cabeza dos buenos centros de Carvajal e Isco.

Y cuando todo el mundo veía que la prórroga era inevitable, se obró el milagro. Ya en el descuento, Toni Kroos colgó un excelente balón al segundo palo para que Cristiano Ronaldo, en vez de intentar un remate casi imposible, asistiese de cabeza a Lucas Vázquez que estaba absolutamente solo en el área pequeña.

En ese momento y, cuando el bravo delantero gallego se disponía a rematar a placer, Benatia que venía desde atrás como un búfalo, le arrolló como lo haría un mercancías. Primero con un empujón con las dos manos sobre su espalda. Y, por si eso fuese poco, le propinó una patada de kárate por debajo de la axila que impactó violentamente sobre el pecho de Lucas Vázquez antes de caer al suelo.

El colegiado británico dudó pero su asistente de área lo vio claro y le instó a señalar el punto fatídico. En ese momento se desataron las protestas de los jugadores italianos que, encabezados por Buffon casi se comen al árbitro, al tiempo que parte del banquillo juventino se encaró con el madridista, encabezado por un inconsciente Sergio Ramos.

El camero, que se había bajado al borde del terreno de juego para ver los últimos minutos se las tuvo tiesas con Allegri, hecho que fue denunciado por el delegado de UEFA para que el colegiado lo hiciese constar en el acta y que puede costarle a Ramos entre uno y dos partidos de suspensión.

Así ejecutó Cristiano Ronaldo el penalti | Rea l Madrid 1-3 Juventus

Como resultado de esas airadísimas protestas, el meta italiano fue expulsado del campo con una roja directa, si bien por razones que se me escapan, dejó sin castigar a Benatia, quien además ya contaba con otra amarilla, de modo que debió haber sido expulsado igualmente.

Tras la trifulca y el cambio de Higuaín por el meta suplente Szczeny, el partido se reanudó seis minutos más tarde y el penalti, con una magnífica ejecución por parte de Cristiano Ronaldo, mandando el balón a la misma escuadra derecha del meta polaco, el Real Madrid salvaba los muebles en el último segundo.

Aun así, hubo tiempo para un ataque más de la Juventus, que fue desbaratado por la defensa blanca y, sin tiempo para más, el partido llegó a su fin y el Real Madrid, a pesar de la tortura psicológica y el enorme desgaste físico sufrido, estará en semifinales por octava temporada consecutiva.

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