Crónica Leganés 1-0 Real Madrid | Octavos de final de Copa del Rey (vuelta)

No tuvo excesiva suerte Fede Valverde en Butarque | Leganés 1-0 Real Madrid

Leganés 1-0 Real Madrid: “Cero absoluto”

El Real Madrid se ha ido de vacío de Butarque aunque con la clasificación en el bolsillo y tras perpetrar uno de los peores partidos, si no el peor, que le recuerdo al equipo en toda la temporada.

En su defensa, eso sí, hay que decir que, salvo el último arreón del Leganés, nunca se vio comprometida la clasificación del Real Madrid y, sobre todo, porque los de Solari llegaron a este partido con una plantilla absolutamente diezmada por las lesiones que han obligado al argentino a sacar a un “once” absolutamente inédito.

Sin embargo y globalmente, el partido fue una ruina desde todos los puntos de vista. Tácticamente, una calamidad desde el minuto 1 hasta el 94 y deportivamente, la nada más absoluta, el Madrid apenas sí tiró a puerta entre los tres palos durante todo el encuentro y fue una auténtica caricatura de sí mismo.

Un esperpento de equipo

La primera mitad fue un auténtico despropósito de juego. Con un “once” absolutamente revolucionario, Solari apostó por redoblar las bandas, con Odriozola y Lucas Vázquez por la derecha.

Y he aquí la verdadera novedad, con Reguilón en el lateral y Marcelo en calidad casi de extremo izquierdo, con Vinicius como principal baza ofensiva, dejando a Casemiro, Isco y Fede Valverde en la sala de máquinas.

Once revolucionario el que sacó Solari | Leganés 1-0 Real Madrid

El experimento fue un completo fiasco. Sin ninguna referencia como Benzema como enganche, Vinicius era un islote entre un mar de piernas blanquiazules, mientras que los laterales se solapaban con sus respectivos extremos y el centro del campo era incapaz de sostener el empuje pepinero.

El resultado de todo aquello, un equipo perdido, sin ideas, sin conexión entre líneas y que a medida que avanzaba la primera mitad iba reculando cada vez más, entregando el balón y las oportunidades al Leganés.

En un partido insulso, sin apenas ocasiones, sólo cabía destacarse el empuje blanquiazul que dominaba el partido pero evidenciando sus graves carencias ofensivas que hacían que el tiempo fuese pasando sin que ocurriese prácticamente nada.

Todo lo más, un par de acercamientos con cierto peligro del Leganés, destacando un testarazo de Sabin Merino al filo de la primera media hora y que se perdió muy cerca del poste derecho de Keylor Navas.

Casi inmediatamente, Isco dispuso de la primera y única oportunidad madridista de este período cuando se plantó ante Cuéllar pero se eternizó a la hora de disparar, lo que le permitió a Juanfran llegar a tiempo de interceptar el disparo.

Pero como ya le ha ocurrido otras veces al Real  Madrid esta temporada, apenas un minuto después dio toda una exhibición de dejadez y flojera defensiva.

Los de Pellegrino enlazaron una magnífica jugada de ataque por la derecha que culminó Eraso con un gran centro rematado de cabeza por Braithwhite, quien como en la ida, trajo en jaque a toda la defensa, pero su remate se estrelló contra el palo izquierdo de Navas.

Momento en el que Braithwhite anotó el gol del triunfo pepinero | Leganés 1-0 Real Madrid

Ante la pasividad de la defensa, con hasta tres defensores madridistas bajo cuyos pies pasó la pelota, nadie acertó a despejar y tras varios rechaces en el área pequeña, Braithwhite puso la caña y empujó el balón al fondo de la red.

Aunque es cierto que todavía le quedaba mucho trabajo por delante al Leganés para tratar de soñar con la remontada, el gol supuso un soplo de energía que envalentonó aún más a los locales, pero sus carencias ofensivas eran superiores a sus ganas de levantar la eliminatoria y ya no volvieron a acercarse con peligro al área de Keylor, a pesar de dominar el tempo del partido.

Todo lo más, hubo un par de aproximaciones con cierto peligro del Leganés con sendos disparos de Recio, desviado y de Bustinza, que paró Keylor Navas pero poco más y el partido se fue al descanso con la sensación de haber vivido una auténtica pesadilla de fútbol en el Real Madrid, no tanto por el hecho de verse amenazados por el Leganés sino por la escasez de producción ofensiva mostrada por los de Solari durante los primeros 45 minutos.

Vinicius y Keylor, lo único potable en la segunda parte

La segunda parte comenzó con un cambio que devolvió el equilibrio al centro del campo, al entrar Ceballos por Reguilón y la vuelta de Marcelo al lateral izquierdo, habida cuenta la nulidad de la pareja en la primera mitad.

El cambio fue providencial ya que, prácticamente de inmediato, el Real Madrid recuperó el control de la pelota y el Leganés, que además empezaba a acusar el esfuerzo, se deshizo como un azucarillo en el agua.

Aunque es cierto que ese dominio del Madrid no se tradujo apenas en oportunidades, sí al menos sirvió para dormir el partido y evitar, con el control de la pelota a base de posesiones largas y tediosas, que el Leganés pudiese acercarse con peligro por la meta de Navas.

La entrada de Ceballos dio consistencia al centro del campo madridista en la segunda mitad | Leganés 1-0 Real Madrid

Poco a poco, el crono fue avanzando y con él las escasas oportunidades de los pepineros de remontar la eliminatoria. Es más, con los de Solari cada vez más asentados en el terreno de juego, se iban acercando, aunque sin demasiado peligro, a la meta de Cuéllar, hasta ahora un espectador de excepción en el partido.

Con las bandas más desahogadas, ahora con Vinicius y Lucas Vázquez focalizados en su labor de delanteros, los laterales empezaron a llegar con más frecuencia, pero tanto Odriozola como sobre todo Marcelo, fallaban todos los intentos de pase, con lo que la sensación de desamparo de los de delante era sencillamente patética.

Vinicius, cuya velocidad era inversamente proporcional a su acierto rematador, era el único que lo intentaba mínimamente, pero sus disparos, flojos y al centro, casi consecutivos, acabaron mansamente en las manos de Cuéllar.

Al filo del minuto 70 Isco, que se había pasado gran parte del partido deambulando como alma en pena por el césped de Butaque, dejó su puesto a Cristo, con la intención de darle otra vida al partido e intentar aprovechar los espacios que, a medida que el cansancio iba haciendo mella, empezaba a dejar la defensa pepinera.

En ese momento, la apuesta por una vuelta al 4-3-3, con Lucas, Vinicius y Cristo transmitía el propósito de Solari de luchar, al menos, por el empate. Pero lejos de funcionar, aquel nuevo experimento fracasó estrepitosamente en cuanto Pellegrino cambió a Bustinza por En-Nesyri.

El atacante del Leganés se convirtió en un dolor de muelas para la defensa blanca al tiempo que perdía el equilibrio en el centro del campo, ahora con un jugador menos (o dos, si tenemos en cuenta la inoperancia de Lucas Vázquez).

Keylor Navas se convirtió en el gran protagonista al final del partido | Leganés 1-0 Real Madrid

El Leganés, empezó a creer que podía acortar más las diferencias y fue poniendo cerco a la meta de Navas, con aproximaciones cada vez más frecuentes. Sin embargo, le faltaba aún ese último pase y las incursiones se estrellaban contra la defensa blanca.

A falta de cinco minutos, Solari dio entrada a Brahim por Lucas Vázquez y el joven jugador malagueño estuvo a punto de empatar el partido. Con el tiempo vencido, y en la única contra que pudo enganchar el Madrid, Vinicius se marcó un sprint descomunal por la banda izquierda, más propio de Usain Bolt que de un futbolista.

Dejando atrás a Omeruo con una asombrosa facilidad el brasileño vio la llegada de Brahim Díaz por el centro completamente solo. El malagueño recogió el pase de Vinicius pero no controló bien el balón y su disparo, ligeramente “mordido”, se fue contra el poste tras tocar en el cuerpo de Cuéllar.

Y cuando parecía que el partido acabaría sin más, los últimos tres minutos se convirtieron en auténtico festival, en el que Keylor Navas se convirtió en el protagonista destacado.

En primer lugar, con una doble intervención sacando un buen remate a bocajarro de cabeza de Braithwhite, primero, y de Arnáiz, aprovechando el rechace, con el pie. En segundo lugar, apenas un minuto después, cerró su actuación con un acrobático despeje a un disparo de Braithwhite desde dentro del área.

Y con ello, se puso punto final a un esperpento de partido que, esperamos, sirva de punto de inflexión para el equipo y recupere la senda del triunfo y abandone la de la irregularidad, siempre que las lesiones, por cierto, se lo permitan.

Deja una respuesta