Crónica Real Madrid 1-4 Ajax | Octavos de final Champions League (vuelta)

Doloroso final de ciclo para un equipo campeón de todo | Real Madrid 1-4 Ajax

Real Madrid 1-4 Ajax: “Doloroso fin de ciclo”

Resulta casi imposible sentarse a escribir una crónica en una noche como la de hoy, en la que no sólo se ha echado el cierre a una temporada nefasta sino, sobre todo, a un ciclo maravilloso que nos ha llevado a vivir los mejores años del Madridismo moderno y quizás de toda nuestra historia como club.

La derrota de hoy, además de por su contundencia y por su dramatismo, supone el punto final a un libro lleno de magia y de triunfo que se empezó a escribir un lejano 24 de mayo de 2014 con aquel gol de Sergio Ramos en Lisboa en el minuto 92:48.

Sin embargo, resulta difícil de asumir que toda esa grandeza se haya dilapidado en un proceso autodestructivo tan radical y, sobre todo, tan súbito en apenas 15 días.

Una desintegración que se inició aquella mañana de domingo hace algo más de dos semanas ante el Girona, en el que los de Solari comenzaron a despedirse de la Liga tras volver a tenerla a tiro y después de un gran partido en Barcelona, en la ida de la Copa del Rey, y que a muchos nos hizo soñar con que los días de gloria de este equipo aún tenían recorrido.

Pero no, en apenas una semana el Real Madrid ha pulsado el botón del pánico y tras tres partidos indecentes, marcados por la impotencia ofensiva y la más absoluta pasividad defensiva, el ciclo ganador iniciado, como digo en 2014, se ha cerrado de la peor manera posible, con un ridículo oceánico ante el Ajax y tras dejar escapar una ventaja en la ida de 1-2 y jugando en campo propio.

El “once” de la vergüenza que ha entrado en la historia negra del madridismo | Real Madrid 1-4 Ajax

Un fin de ciclo en el que muchos jugadores han terminado de escribir sus páginas más brillantes en este club y en el que, ahora sí, toca empezar de cero. A todos los niveles.

Desde la dirección técnica, absolutamente demencial, hasta el último de los delanteros. Con dolor pero sin apasionamientos, agradeciendo los servicios prestados y reconociéndoles su grandeza por estos maravillosos años, muchos jugadores han demostrado que ya no están para más aventuras y que este cuento, nos guste o no, ha tocado a su fin.

Y mientras tanto, Sergio Ramos grabando su propio documental en el palco VIP, ni siquiera animó “como un Ultra más”, tal y como bromeaba inocentemente en la zona mixta del Johan Cruyff de Amsterdam, después de confesar entre risas que había provocado la segunda amarilla.

Espero que su inconsciencia ante los micrófonos y su lengua, tan larga como corto está de neuronas su cerebro, sea tenido en cuenta por la dirección del club y le castigue como merece porque su ausencia hoy ha sido quizás, el primer gol de los holandeses de esta noche. Y sin ni siquiera tener que saltar al campo.

Sangre, sudor y lágrimas

Pero ciñéndonos al partido poco se puede decir y de hecho, esta crónica será bastante atípica en este sentido. Porque no hay mucho que contar, salvo sangre, sudor y muchas lágrimas.

Sangre y lágrimas las que han dejado jugadores como Lucas Vázquez y Vinicius, quienes tuvieron que abandonar el campo lesionados y entre llantos en los primeros minutos. Incluso Bale ha acabado tocado y salió del campo cojeando tras una torcedura de tobillo prácticamente al final del encuentro.

Vinicius abandonó el campo entre lágrimas tras su lesión | Real Madrid 1-4 Ajax

Y sudor, el que muchos jugadores han dejado sobre el césped, aunque por desgracia no todos. Gente como Reguilón, cuya actitud hoy, como el sábado ante el Barça, son la mejor esperanza de que hay futuro. Y Modric, cuya vergüenza torera ha impedido una debacle aún mayor.

Pero en términos generales, hay que decir que el Madrid ha vuelto a adolecer de gol. Como ante el Barça, sin ir más lejos. Y por qué no, de suerte. Una suerte que hoy les ha sido esquiva, como lo demuestran los dos tiros al palo justo cuando más necesitábamos el gol y  en una decisión polémica, cuando el VAR ha dado validez a un tanto, el tercero, a pesar de que la pelota había salido fuera de banda en el inicio de la jugada.

Sin excusas

Pero nada de eso puede ser excusa. O al menos al 100%. Ni perdimos por la mala suerte ni por el árbitro. Perdimos simplemente porque hicimos un partido atroz, lamentable desde todos los puntos de vista y en el que vimos la peor versión de muchos de esos jugadores que, para bien o para mal, están en la recta final de sus carreras, al menos en este club.

Porque ni el árbitro ni la suerte tuvieron nada que ver en los dos primeros tantos, en especial en el segundo, donde los delanteros camparon a sus anchas y tras dos errores groseros, llegaron a nuestra área como Pedro por su casa, demostrando que es más fácil hacerle un gol al Madrid que quitarle un caramelo a un niño.

Con esta jugada Neres hacía el segundo gol holandés de la noche | Real Madrid 1-4 Ajax

De hecho, como digo, el segundo gol, proviene de una pérdida ridícula de Kroos en la izquierda y una pasividad insultante de toda la defensa, que gracias a la cual convirtió en estrella hoy a todo un desconocido como Tadic, que asistió para que el brasileño Neres, marcase a placer superando a Modric, que cerraba la defensa en plena verbena.

A partir del segundo gol, en el minuto 20 el Madrid tuvo varias oportunidades. Porque nadie puede reprocharle falta de esfuerzo ni de ganas. Pero las acometidas eran más propias de pollos sin cabeza. Y para más inri, antes de la media hora, ya se habían lesionado Lucas Vázquez y Vinicius, los únicos que, junto a Modric y algo de Benzema, parecían ser conscientes de lo que nos estábamos jugando.

Como diría Mafalda, aquello fue el “empezóse del acabóse” y el Madrid ya no dio una a derechas. De nada sirvió que Bale, en su única intervención decente del partido, mandase a la cruceta por segunda vez el balón, después de que Varane lo hubiese hecho cuando el partido apenas llevaba un par de minutos en juego.

Ni que Nacho, con todo a favor y con el tiempo cumplido, cabecease fuera un córner botado por Kroos en una oportunidad maravillosa. No, simplemente es que hoy no era el día…

La pesadilla continuó en la segunda parte

La segunda parte fue un calco de la segunda. Un partido precioso, sin duda, porque al igual que en la primera mitad, el Ajax siguió presionando arriba a una defensa que más bien parecía la de un equipo de infantiles, llevando el desasosiego a las gradas a pesar del empuje blanco, más a base de arreones que de buen juego y cabeza.

En esos arreones, Asensio, en primer lugar con un disparo demasiado ajustado y Benzema, instantes después con una volea que se fue por encima, pusieron la emoción en la grada, cada vez más impaciente ante un resultado que alejaba al Madrid de su sueño de ganar la 14ª en el Wanda.

Nacho pudo acortar distancias antes del descanso pero su remate se marchó fuera | Real Madrid 1-4 Ajax

Un sueño que se acabó de romper al filo de la hora de partido, cuando una pérdida de Reguilón a la altura del centro del campo, acompañada de una polémica recuperación por parte de Mazraui, en la que daba la sensación de que el balón había rebasado la línea de banda, dio lugar a una nueva contra que no se pudo defender peor.

Tadic volvía a ganarle la espalda a la defensa blanca por enésima vez y tras un gran centro desde la izquierda, con toda la zaga fuera de sitio, Tadic colocó el balón en la misma escuadra.

Sin embargo, el colegiado Brynch fue llamado desde el VAR para advertirle de la posibilidad de que la jugada hubiese nacido de un posible saque de banda, por lo que debería invalidar el gol. Pero esta noche nada estaba de nuestro lado.

NI siquiera el hecho de que las imágenes, en algún plano dudosas pero en otras ciertamente meridianas, demostrasen que la pelota había rebasado la línea en su totalidad fue suficiente y, tras cinco interminables minutos, el colegiado alemán señaló el gol y puso la lápida en la tumba madridista.

No había ya lugar para nada más que para la tristeza y la más profunda depresión porque la eliminación, ahora sí y a falta de tan solo 20 minutos, iba a ser un hecho. Ni siquiera el gol de Asensio en el minuto 70, tras un gran pase de Reguilón supuso nada porque todos, en mayor o menor medida, veían venir la debacle y no parecía que fuese el día para los milagros de las antiguas remontadas.

Asensio hizo el gol del honor madridista en una noche aciaga | Real Madrid 1-4 Ajax

Especialmente, porque cuando aún no habían terminado de celebrar el gol de Asensio, todavía hubo tiempo para agrandar el agujero. Apenas dos minutos después del tanto del balear llegó la puntilla, en forma de una estúpida falta de Casemiro en el vértice izquierdo del área blanca.

Una barrera pésimamente organizada por Courtois y un maravilloso lanzamiento de Schöne a la escuadra del belga para hacer el cuarto supuso el triste pero merecido colofón a una de las más negras noches de la historia del madridismo.

El golpe fue definitivo y ya no hubo tiempo para más. Salvo para ver cómo Tadic mandaba incomprensiblemente un gol cantado en la misma línea de gol y cómo Solari, de forma absolutamente inenarrable, dio entrada a Fede Valverde por Casemiro en el minuto 88. Algo indecente y de todo punto inexplicable.

Como inexplicable fue la reacción de Nacho quien, ya con el tiempo cumplido y en plena fiesta holandesa, vio la tarjeta roja tras dos estúpidas acciones consecutivas en la misma cara del árbitro, que supusieron el cierre a un partido calamitoso, tanto a nivel de equipo como, en el caso del canterano, a nivel individual.

Así pues, gritemos bien fuerte. ¡El Rey ha muerto!, ¡viva el Rey! Gloria a los caídos y, como el Ave Fénix, a renacer de nuestras cenizas. Pero ésa será otra historia…

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