Villarreal 2-2 Real Madrid: “Sin defensas no hay paraíso”
El Real Madrid ha arrancado un valioso empate del Estadio de la Cerámica en un partido que, como por desgracia ya hemos vivido muchas veces, merecimos mucho más pero que de nuevo dos errores groseros en defensa le han acabado costando puntos.
Un terrible error de Sergio Ramos, cuando mejor estaba jugando el Real Madrid y otro de Carvajal en la segunda, en el peor momento para los de Calleja, acabó costando dos goles que acabaron lastrando al equipo.
Ramos no está en condiciones no ya de ser titular sino de entrar siquiera en las convocatorias, al igual que Carvajal, dos “sospechosos” habituales en las peores fotos del Real Madrid y que hoy han vuelto a demostrar que no tienen nivel para este club, a pesar de haber sido dos baluartes importantísimos en los triunfos de estos últimos años.
A eso hay que sumarle que, a pesar de contar con las mejores oportunidades, el juego del Real Madrid volvió a ser lento y parsimonioso, tremendamente previsible y, lo que es peor, mostrando de nuevo una terrible bisoñez atacante. Nos cuesta Dios y ayuda marcar gol, con un terrible ratio de acierto.
Por último, decir que el arbitraje y el VAR no han ayudado tampoco. No es que quiera que nos ayuden pero al menos que no nos perjudique y hoy ha vuelto a pasar. Además de un criterio bastante diferente para apreciar las faltas y el rigor en la aplicación de las tarjetas (Bale fue expulsado por doble amarilla y a Mendy le han mostrado dos amarillas por un simple forcejeo)
Pero lo peor ha estado casi al final del partido cuando Raúl Albiol ha derribado a Vinicius dentro del área y Gil Manzano se ha hecho el sueco, casi tanto como González González desde la Sala del VAR. La misma que apreció fuera de juego en un gol anulado a Benzema en la segunda mitad por apenas un pie de diferencia.
Un partido marcado por los errores defensivos
Zidane sorprendió a todos con una alineación revolucionaria, con un 4-4-2, con Lucas Váquez y Bale de interiores y con Jovic y Benzema en punta, así como la entrada de Mendy en el lateral derecho, cumpliendo por cierto con creces.
Sin embargo, la defensa apenas tardó un cuarto de hora en frustrar todo el planteamiento del partido. Uno por exceso de autoconfianza, como Ramos en el que un terrible error en la salida de balón, en uno de esos arranques en los que se cree un cruce entre Franz Beckenbauer y Franco Baresi, tiró por tierra el buen planteamiento inicial de Zidane cuando el partido llevaba apenas 15 minutos disputados.
El camero perdió el balón al intentar sacarlo controlado y la pérdida, muy similar a la de Kroos del sábado pasado habilitó una contra que finaliza Ekambi con un duro disparo raso al que respondió Courtois con una gran parada. En un claro error defensivo, el balón le cayó a Gerard Moreno quien, completamente solo, fusiló por segunda vez al belga, esta vez con éxito.
El gol subió al marcador con un poco de suspense ya que, de forma incomprensible, Gil Manzano lo anuló inicialmente por un fuera de juego de Ekambi en la primera jugada que no existió y, tras la pertinente consulta, el VAR dio validez al tanto.
Los de Zidane se descompusieron por completo y estuvieron a merced de los de Calleja durante un buen rato. Eso sí, Benzema pudo empatar al filo del descanso con un duro disparo que repelió el palo derecho de Andrés Fernández.
Eso sí, con el Real Madrid volcado sobre la meta del Villarreal en los últimos minutos de la primera mitad, y con el tiempo cumplido, en la única jugada combinativa que llevaron a cabo, Benzema ligó un gran pase al corazón del área para Jovic.
El serbio abrió el balón a la espalda de la defensa con un sutil taconazo para que Carvajal entrase por su banda como cuchillo en mantequilla y asistiese a Bale, quien libre de marca y en el área pequeña sólo tuviese que empujarla dentro para poner algo de justicia al resultado.
Bale al rescate
En la segunda mitad, el Real Madrid salió con otra actitud y, aunque sin demasiada brillantez en su juego, no tardó en acogotar al Villarreal, al que apenas le duraba el balón en los pies y vivía cada vez más encajonado en su área.
Pero el Real Madrid tiene a un tipo como Carvajal, que muestra una preocupante falta de concentración que hace que pierda constantemente la posición y descuide la marca, como ha ocurrido con Moi Gómez en el segundo gol, en el que un despiste suyo en el marcaje ha hecho inservible el paradón de Thibaut Courtois.
Cuando peor estaba el Villarreal, en el minuto 74, un centro inocente de Gaspar desde la derecha, merced a un flojo despeje de la defensa, le cayó a Gerard Moreno, cuyo disparo fue repelido por Courtois con una gran intervención.
El problema estuve en que Carvajal se durmió y se olvidó de cubrir su zona, por la que apareció Ontiveros como Pedro por su casa para poner un centro raso para que Moi Gómez, ganándole la espalda a Varane, pueda anotar el 2-1 prácticamente bajo los palos.
Afortunadamente, Bale apareció casi al final del partido, en el minuto 86 para marcar de un duro disparo raso y pegado al palo izquierdo de Andrés Fernández y arrancar al menos un punto cuando todo parecía perdido.
Un castigo exagerado para un equipo, el Villarreal, que se limitó a controlar al Real Madrid en determinados momentos del partido pero que apenas disparó tres o cuatro veces entre los tres palos.
