Crónica FC Barcelona 1-3 Real Madrid | Jornada 7 Liga Santander

Este derribo de Lenglet a Ramos, clave para la victoria en el Clásico | FC Barcelona 1-3 Real Madrid

FC Barcelona 1-3 Real Madrid: “Alejando fantasmas”

El Real Madrid se ha llevado tres puntos de oro del Nou Camp, tras un partido al que llegaba rodeado de dudas y con muchas sombras sobre su juego y con un Zidane cuestionadísimo por una parte de la afición, tras los dos últimos tropiezos en Liga y Champions.

Sin embargo, hoy se ha dado un auténtico festín frente a su eterno rival, alejando de golpe y porrazo los fantasmas que, más desde fuera que desde dentro del club, muchos creían haber visto en estas semanas.

Con un juego alegre, dinámico, con movilidad en los extremos y con mucho espíritu de sacrificio, los de Zidane se han llevado otro nuevo Clásico a domicilio, exhibiéndose ante un Barça cutre, ramplón y que no ofreció más alternativas que la presencia de Ansu Fati, la nueva estrella culé.

Pero lo más sorprendente, sobre todo por la dinámica vivida por el Real Madrid en ese campo, ha sido el arbitraje de Martínez Munuera que por vez primera en 14 años, pitó un penalti en contra al Barça con la ayuda del VAR, por un clarísimo agarrón de Lenglet a Ramos en la segunda parte, anotado por el propio capitán madridista y que rompía definitivamente el partido.

El agarrón de Lenglet fue apreciado por el VAR y el árbitro decretó penalti | FC Barcelona 1-3 Real Madrid

A pesar de las numerosas críticas de culés y demás hermanos mártires del antimadridismo mediático, lo cierto es que el gol de Ramos, culminado con una obra de arte del maestro Luka Modric casi al final del partido, hicieron justicia a lo vivido sobre el césped de un vacío Nou Camp durante los 90 minutos.

Bonita primera parte y dos goles

Consciente de la importancia del partido, Zidane no quiso arriesgar y sacó lo mejor de su armario, por cierto, bastante escaso debido a las lesiones. Con Nacho de lateral derecho, Mendy en su posición natural y un centro del campo con Casemiro, Kroos y Fede Valverde, más un ataque integrado por Asensio, que sigue a años-luz de su mejor versión, Benzema y Vinicius.

El inicio del partido no pudo ser más prometedor. La novedad táctica de Zidane fue incrustar a Fede Valverde entre las líneas culés apretando a fondo la salida de balón y no pudo estar más acertada. A los cuatro minutos de juego, Benzema robó un balón en la zona de tres cuartos y adivinando la llegada entre líneas a la espalda de Piqué, el uruguayo se plantó delante de Neto y le batió con un duro derechazo que se alojó en la escuadra derecha.

No podía empezar mejor la cosa para los de Zidane. Sin embargo, no le duró mucho la alegría. Cuando apenas habían transcurrido cuatro minutos del gol de Valverde, Messi asistió a Jordi Alba aprovechando el despiste en la marca de Nacho.

El lateral culé ganó fácilmente la posición al canterano blanco y tras ganar la línea de fondo asistió al área pequeña para que Ansu Fati, adelantándose a Ramos, cruzase al fondo de la red.

Este disparo de Fede Valverde fue el primer tanto madridista | FC Barcelona 1-3 Real Madrid

Con el partido recién empezado y con las cosas, de nuevo, como al principio, tocaba volver a comenzar de cero, con la duda de cómo habría caído en las filas de los de Zidane un empate tan tempranero.

Sin embargo, a pesar del jarro de agua fría, el Real Madrid se estableció mejor y con más criterio sobre el césped, con un Casemiro cada vez más entonado, taponando las entradas de Messi por el centro y con Nacho y Mendy, especialmente este último, impidiendo los ataques por las bandas.

Si a eso le unimos el músculo que suponía Fede Valverde, entre líneas y trabajando a destajo para obstaculizar el trabajo de De Jong y Busquets en el mediocentro barcelonista, el equpo de Koeman nunca se encontró cómodo sobre el campo.

Es más, la sensación de peligro que un desacertado Vinicius y Benzema, en plan “delantero total” llevaban sobre la defensa azulgrana era infinitamente mayor que la que transmitían Fati, Messi y Coutinho. A pesar de que en el minuto 23, en la única vez que el astro argentino pudo internarse en el área, falló en el mano a mano con Courtois tras un gran regate a Ramos.

Ansu Fati en esta jugada lograba el empate en el Clásico | FC Barcelona 1-3 Real Madrid

En la siguiente jugada, en la mejor oportunidad de los de Zidane en la primera mitad, el Real Madrid sorprendió al Barça a la contra perfectamente trenzada entre Vinicius, Kroos y Benzema, quien disparó de volea pero lo hizo contra el cuerpo de Neto, dejando escapar el segundo tanto.

A partir de ahí, el partido bajó de revoluciones, con un Real Madrid dominando el partido, aunque sin estridencias y manteniendo bien a raya la salida del balón, anulando el fútbol de toque culé, que no generó peligro alguno hasta el descanso. Lo peor, la lesión de Nacho que tuvo que dejar el partido en el minuto 42, dejando su sitio a Lucas Vázquez, un cambio determinante como se pudo ver después.

Despertar culé, el VAR y el golazo de Modric

Tras la reanudación llegaron los mejores momentos de fútbol de los blaugranas. Messi entró más en juego y hubo más verticalidad en los culés, que empezaron a llegar con más peligro, sobre todo en las botas de Ansu Fati.

Así, en los 10 primeros minutos, el Barça pudo Ansu Fati estuvo en un tris de llegar a rematar un buen centro de Jordi Alba nada más empezar. Un minuto después Ansu Fati cruzó demasiado un disparo que acabó lamiendo el poste de Courtois y acto seguido, Coutinho cabeceó flojo y desviado en boca de gol un gran centro del propio Ansu Fati.

Con su maestría habitual, Ramos ejecutó el penalti para adelantar a los de Zin| FC Barcelona 1-3 Real Madrid

Pero llegó el minuto 58, clave para el devenir del partido. En una disputa en el área tras un saque de falta de Kroos entre Lenglet y Ramos, el capitán madridista acabó en el suelo.

Algo que, pese a las protestas de Ramos, que decía que había sido agarrado de la camiseta por el defensa francés, aparentemente pasó inadvertido para Martínez Munuera. Sin embargo, Sánchez Martínez desde la Sala VOR, advirtió al colegiado valenciano. Tras unos minutos de discusión a través del pinganillo, el árbitro acabó por ir al monitor a revisar la jugada y decretó el punto de penalti.

El lanzamiento, una vez más, inapelable a cargo de Sergio Ramos, sin apenas carrerilla y a la derecha de Neto, se convirtió en el segundo gol del Real Madrid y el punto de inflexión para el partido.

Un mazazo brutal para el Barça, cogido con pinzas durante todo el partido, que colapsó física y sobre todo, mentalmente. A pesar de los cambios introducidos por Koeman, con las entradas de Trincao, Griezzman y Dembelé, el equipo se le vino abajo y despobló la defensa, dejándola en una exigua línea de tres y las líneas completamente destrozadas.

El Real Madrid comenzó a tocar con calma y sencillez, dominando a satisfacción el tempo del partido, especialmente cuando de forma sorpresiva, Fede Valverde -aquejado de mareos- dejó su puesto en el campo a Luka Modric. El croata, que tuvo que salir prácticamente sin calentar, se adueñó de la pelota y, junto a Kroos, se puso el frac y dirigó la orquesta.

Con este sutil toque con el exterior, Luka Modric cerró la goleada madridista | FC Barcelona 1-3 Real Madrid

Kroos pudo sentenciar el partido en el minuto 85 por dos veces consecutivas. La primera, tras un durísimo disparo a pase de Lucas Vázquez que rechazó Neto y la segunda, cuando el propio Kroos corrió a por el rechace de esa pelota y remachó a puerta pero el meta brasileño respondió con otra buena mano.

Un par de minutos después, de nuevo otra gran incursión de un desatado Lucas Vázquez por su banda culminó con un centro del gallego que remató Sergio Ramos de volea, encontrándose con el cuerpo de Neto. El rechace le cayó a Varane pero el testarazo del francés se marchó fuera por poco.

Quien no perdonó fue Luka Modric, al filo del tiempo reglamentario. Con todo el Barcelona volcado, el croata encaró con potencia hilvanando una buena contra con un pase a Rodrygo, que había entrado minutos antes para reemplazar a Asensio, a la espalda de la defensa.

Neto se adelantó al atacante brasileño pero, sorprendentemente, en vez de enganchar el balón, lo despejó y éste le cayó a Vinicius, quien asistió a Modric, que seguía la jugada. Entonces, el croata, con la sangre fría de un killer, aguantó la salida de Neto, le fintó por dos veces y cuando ya no le quedaba espacio alojó el balón en el fondo de la red con un sutil toque con el exterior.

Los cinco minutos de descuento pasaron en un santiamén y Zidane logró su tercer triunfo y continúa sin conocer la derrota en el Nou Camp desde que llegó al club en enero de 2016, una hazaña difícil de repetir.

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