Sí, lo sé. No es el mejor título para un artículo en mi regreso a Meritocracia Blanca, dada la situación mundial de la pandemia. Pero sinceramente, no encuentro un titular más adecuado que este para expresar lo que veo sobre nuestro Real Madrid.
Hace ya casi dos años que volvió Zidane, a mi entender una pésima decisión tanto de él como del club. Del primero porque se fue con una trayectoria impecable, cosa que no ha podido mantener, como era previsible. Y mal por parte del club, porque si el entrenador se fue porque era incapaz de sacar más del equipo, nadie entiende que con esos mismos jugadores (y con más años) fuera a hacer algo diferente. Aunque sinceramente, él mismo en su vuelta dijo que iba a cambiar cosas, cosa que todos hemos visto que no ha sido así.
Esos meses, con todas las competiciones perdidas, se podría haber usado para seguir dando confianza a las pocas luces que tuvimos esa temporada, pero no. Lo primero que hizo fue repescar a Isco (expedientado por el club) y a Marcelo, mandando al banquillo a tíos que se habían dejado todo en el momento más difícil de la temporada, como Llorente (maldita lesión inoportuna), Reguilón o Valverde, y más tarde a Vinicius, cuando se recuperó de la lesión que tuvo el fatídico día de la eliminación de Champions.
Más tarde, ese verano, pensábamos que por fin podría llegar ese relevo generacional, del que tiempo después solo tenemos a Mendy en el equipo titular, mientras que a Militao no le da bola si no es exclusivamente necesario y a Jovic, (al que pidió expresamente) tan solo le ha dado 200 minutos de juego este año antes de su vuelta a Frankfurt (para que luego digan que le ha dado muchas oportunidades).
Caso aparte es Hazard, que con esa mezcla entre la poca profesionalidad al empezar las temporadas, las numerosas faltas que recibe y su mala suerte con las lesiones musculares, apenas le hemos podido ver. Rodrygo es de lo poco que ilusiona de aquel verano, pero es otro al que ahora mismo tenemos en la enfermería y no podremos volver a verle hasta dentro de unas semanas.
Así pues nos presentamos en una temporada, en la cual la temporada empezó bien, con una Supercopa muy luchada y bien ganada en su nuevo formato. En la Copa, volvimos a fracasar otro año, recibiendo 4 goles en casa frente a la Real Sociedad. Mientras que en Liga, sufrimos nuestra clásica trayectoria errática, en la que fuimos perdiendo fuelle antes de la pandemia. Una trayectoria que fue impecable en la reanudación de la competición liguera. En la Champions, pese a que competimos en cierto modo, volvimos al fracaso de caer en Octavos por segundo año consecutivo.
Esta temporada pasada es la que muchos quieren vendernos como un gran éxito, pero francamente, en el global, ni mucho menos es así.
Centrándonos en la temporada actual nos encontramos hace pocas semanas con una serie de resultados que nos apearon tanto de la Supercopa como de la Copa del Rey, con un absoluto ridículo, tanto de los suplentes como de los titulares. Eso sumado a unos malos resultados de Liga, nos hizo distanciarnos del líder, el Atlético de Madrid.
Y no podemos olvidarnos en absoluto de la penosa fase de grupos que hemos hecho en Champions, donde durante semanas nos tambaleamos, coqueteando con la eliminación (o la visita a la Europa League), que hubiese sido un cataclismo final. Un par de partidos decentes contra el equipo italiano y un par de carambolas de resultados en el otro partido del grupo nos llevó a un increíble primer puesto, cosa que nadie esperaba semanas atrás, seamos sinceros.
Ahora nos encontramos a pocas fechas de jugarnos prácticamente la temporada contra el Atalanta en nuestro torneo fetiche, la Champions. Una situación que nos es familiar, pero en la que nos encontramos una vez más frente al dilema de o Champions o muerte.
Cierto es que la Liga no está perdida, pero no veo un ritmo y una trayectoria que nos haga confiar mucho, aunque frente al Getafe ha habido una ligera mejora con ese cambio de sistema, cosa que nos ha sorprendido y agradado a muchos, ya que Zidane no es precisamente de inventar.
Y llegados a este punto os preguntaréis, ¿y el título del artículo a que viene?. Bien, es fácil de explicar. Simplemente quería referirme a que este empecinamiento en mantener a Zidane sostiene al Madrid con un hilo de vida, pero que realmente no saldremos adelante de verdad hasta que Zidane no salga del equipo. Si no se vio con capacidad de hacer la revolución años atrás, ha demostrado que esa idea no ha cambiado en absoluto. Al contrario, lo único que está haciendo es destrozar a numerosos jugadores, quitándoles la confianza. Algunos están fuera y otros en plantilla, pero todos tienen eso en común.
La realidad es que desde que volvió, no ha habido un solo jugador que haya mejorado su rendimiento con Zidane, a excepción quizá de Benzema, que tuvo la temporada pasada un rendimiento espectacular. Realmente, yo y muchos otros, preferiríamos ver un Madrid poniendo sus bases para el futuro, que seguir viendo a esperpentos como Isco corriendo por el campo con la camiseta del Madrid. Zidane siempre ha tenido a sus favoritos y a gente a la que hace la cruz a la primera que puede, y eso es algo que nadie me va a quitar de la cabeza.
Ha tenido tiempo, mucho tiempo para mejorar el equipo, pero no hemos visto un Madrid competitivo excepto el tramo final de Liga del año pasado. Y ojo, tampoco fue un Madrid excelso, pero fue muy muy serio en defensa y eso nos llevó al título, aunque en ataque dejamos mucho que desear hace tiempo.
Creo que la etapa de Zidane debería haberse acabado hace tiempo, o mejor, no debería haber vuelto, manchando su gloriosa trayectoria. Todos estamos absolutamente seguros que tras tirar dos títulos, casi tres, en apenas una semana, cualquier otro entrenador que no fuese Zidane, habría acabado en la calle. Es más, también estoy muy seguro de que si hubiese sido una época sin pandemia, con público en el campo, Zidane tampoco estaría ya en el banquillo.
Estoy de acuerdo en que a días de jugarnos la Champions ya no es el momento, pero a final de temporada el club debería dar paso a un nuevo proyecto de verdad, incluso (ojalá) ganando la Champions otra vez. Porque sí, yo a pesar de que quiero a Zidane fuera hace tiempo, deseo que ganemos todo lo posible.
Sé que hay aún mucho defensor acérrimo de Zidane, a pesar de los resultados que hemos visto en varias competiciones. También que defienden que un cambio de entrenador no traería mejoras al equipo. A ellos solo les pondré un ligero ejemplo de cómo un equipo que empezó una temporada bastante mal, cambió absolutamente para bien, dejando impresionado al mundo entero, dejando un nivel y una regularidad que pocas veces se ha visto en el mundo del fútbol. Y no, no hay que viajar mucho en el tiempo.
Hans-Dieter Flick. Sextete.
No hay mucho más que añadir