La elegancia de Benzema

Benzema nos ofrece cada partido un recital de fútbol sin medida. Como recordándonos que este deporte es un sin fin de recursos, entre asistencias, movimientos, disparos a portería, repliegues y arte. Él los representa perfectamente en su lectura maravillosa para la búsqueda de espacios y hacer daño con su presencia o con las de su secuaces, cual asalto sigiloso a un banco.

Contra el Liverpool y el Barcelona, el francés a puesto a disposición del equipo una gama de movimientos tremendos. Se le acusa de no ser un nueve al uso, menos mal, que sino nos perderíamos sus recitales en cada partido. Ante los de Kloop se volcaba hacia la izquierda para el efectivo ataque al espacio de Vinicius, retrocedía cuando era necesario arrancar, para llegar en velocidad ante una conmocionada defensa inglesa que no entendió luego, que demonios hacía Benzema por derecha pegado a la línea final. Seguro confiaban que perdería el balón segundos antes del gol de Vinicius para el 3-1.

Ante los de Koeman hizo de nueve en el primer gol del Madrid. Su taconazo para vencer a Ter Stegen a centro de Lucas, será recordado como historia viva de las definiciones en grandes partidos, en el clásico más visto del mundo. Desmarque perfecto ante la mirada desalentadora de los jóvenes centrales del Barcelona, que no entendían como un hombre de 33 años era más rápido que ellos y encima definir así. Me imagino este gol en un Bernabéu lleno, se caería la tribuna y habría que volver a poner el estadio en obras.

Se acomoda perfectamente a cada cambio de sistema de Zidane, que ha sabido sacarle provecho ante la deserción de Cristiano hace unos años. Un día le acompañan dos delanteros, otro día solo uno y en alguna ocasión ha jugado con el mismo Mariano, pero lo más importante de Karim, es el peligro que conlleva su presencia.

Los delanteros tienen que hacer goles, sí. Pero lo de Benzema en el ataque es más que eso, es el aluvión que seguro te va a dejar damnificados, es el fantasma en una casa encantada, el asesino en serie mientras caminas solo a medianoche por su zona de acción sin batería en el móvil.  Son los defensas que tocan la alarma corriendo despavoridos a sus puestos, pero en muchas ocasiones ya es tarde. El francés ha consumado el robo en silencio y con elegancia mientras festeja con una sonris

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