Nos las prometíamos felices los madridistas hace apenas dos semanas, cuando Ilaix Moriba enviaba ese balón al travesaño en la que era la última jugada de un clásico que impulsaba al Madrid y hacia soñar a los blancos con una Liga que el Atlético se ha empeñado en darle emoción. Pero tras estas últimas jornadas la realidad es otra muy distinta.
El equipo no ha sido capaz de rehacerse ante una plaga de lesiones importante y un agotamiento más que evidente de los jugadores titulares. Aún así, Zidane lo ha intentado. Con una idea de juego que cada vez se hace más fuerte en el vestuario, el Madrid se ha convertido en un equipo sólido y cuando un defensa falla aparece uno de los nombres propios de la temporada; Thibaut Courtois está en un estado de forma sensacional y el madridismo lo celebra.
Pero situémonos. Partido de liga correspondiente a la jornada 33 de LaLiga. En el estadio Alfredo Di Stefano recibíamos al sexto clasificado; el Real Betis Balompié. El encuentro comenzó con los verdiblancos dominando, la posesión tenía un único dueño. Pero conforme los minutos fueron avanzando apareció la figura de la referencia blanca. No descubro nada si digo que Karim Benzema es más que un killer, que lo es. El francés apareció para guiar a su equipo hacia la portería del veterano Claudio Bravo.
Aún así eran tan solo acercamientos que no se acaban de concretar en grandes ocasiones de gol. Poco a poco la posesión se fue igualando y el Madrid pasó a hacerse dueño del partido. Llegamos al descanso con la fe en que esas sensaciones de haber superado la presión de los béticos nos llevarían a producir ocasiones importantes en la segunda mitad y así llevarnos el encuentro.
Pero en el descanso salió de nuevo combativo el equipo de nuestro exentrenador Manuel Pellegrini hasta tal punto que tuvo ocasiones para llevarse los tres puntos, Guido perdonó. El Madrid encontró espacios, pero un día más Vini falló en la decisión final. El chico, que no había sido titular, volvió aún así a dar sensaciones de que nuestras opciones de ganar títulos a día de hoy pasan por sus botas.
Otro que la tuvo para ganar fue un Eden Hazard que está de vuelta, esperemos que sea la definitiva. El belga tras una buena combinación tuvo la opción de disparar al borde del área, pero decidió asistir a un Vini que resbaló y mandó la jugada al limbo.
El Madrid falló cuando menos podía hacerlo. Se nota la baja de un Kroos y de un Mendy que se espera que estén recuperados para el Chelsea. Y no nos engañemos, el rendimiento de Isco y Marcelo hace tiempo que no es el propio de lo que se espera de un jugador del Rey de Europa.
De cara al martes, descansar. El equipo está muy bien dirigido por su entrenador y solo falta que sus pilares estén fuertes para el encuentro. No puedo acabar sin comentar que Éder Militao cada día se hace más imprescindible mientras Sergio que si vuelve, lo va a tener muy complicado, tanto el brasileño como Nacho están haciendo méritos más que de sobras para jugar.
Ánimos madridistas, los vamos a necesitar porque se viene la mayor de las batallas de las tres últimas temporadas. Zidane dice que el equipo está listo. Una vez más habrá que creer al francés.