Villarreal 0-0 Real Madrid: “Los mismos demonios de siempre”
Ahora, antes de que empiece el aprtido, las vibraciones ya han llegado al madridismo con las titularidades de Bale, Valverde y Marcelo. Partido a la hora del café y la siesta. Los augures fruncen el ceño y se asoman al Estadio de la Cerámica con curiosidad. Empieza el partido, cuidado que vienen curvas…
Arrancaba el encuentro con un Bale colocado en el centro del ataque madridista y siendo la punta de presión del equipo, sin embargo, las primeras iniciativas serían del Villarreal que asumió desde el inicio una presión alta en la zona de tres cuartos. Gran intensidad del equipo local en los primeros minutos, haciendo que el Real Madrid asumiera ciertos riesgos en la salida de balón, con sus consecuentes errores.
Sin embargo, con el correr de los minutos al Madrid le llega su gran alivio, Vinicius empieza a sacar de quicio a la defensa rival con el clímax en ese codazo de Albiol con premeditación y alevosía que Sánchez Martínez decidió obviar igual que hicieron desde el VAR. El guion habitual en esta competición tan poco adulterada.
El Villarreal mantuvo el empuje y estuvo a punto de estrenar el marcador con una doble ocasión de Danjuma en el minuto 17 que terminó de rechazar el palo tras rebotar el primer disparo en Militao. El Madrid pecaba de poca contundencia en los despejes y el peligro, aunque no constante, asomaba a la portería de Courtois.
Llegan ahora las amarillas para los nuestros con una absurda acción de Carvajal al propinarle un balonazo a Lo Celso mientras estaba tendido sobre el césped, otra a Militao que se inventó Sánchez Martínez para compensar la que se había ganado Foyth y la que le mostró a Asensio tremendamente merecida por un fuerte plantillazo a Iborra.
El peligro del submarino amarillo siguió llegando con especial hincapié en la banda de Marcelo, aunque al Madrid le diera para obtener una clara ocasión para bale tras un gran pase al hueco de Casemiro que Rulli supo rechazar achicando todo el espacio al delantero galés.
La primera parte concluyó con una evidente agresión de Parejo sobre Vinicius antes de la ejecución de una falta que a pesar de que fue vista por el equipo arbitral tanto de campo como de la sala VOR, decidió ser ignorado por lo mismo que se decidió obviar la acción de Albiol, era el guión de la película del sábado.
La segunda parte empieza con las señales que el equipo mantuvo durante los 45 minutos: estaban mejor y al Villarreal le iba a tocar sufrir. A los 10 minutos el Madrid ya ha contado con una clara ocasión de Bale que, de nuevo, frustró Rulli con la ayuda del larguero. Lo mismo ocurrió con Vinicius en una recuperación en campo rival con una gran intervención al tiro cruzado con la izquierda del brasileño.
El Madrid siguió siendo mejor y encerrando al equipo rival en su campo, teniendo Bale una nueva ocasión clara en el minuto 63 que fue blocada de nuevo por el meta argentino que salvó a su equipo de marcharse con una señora goleada del Estadio de la Cerámica.
Los cambios a partir del minuto 70 no hicieron que el Madrid generara más ocasiones, pero asentó el dominio en campo contrario. Como broche de oro a una tarde frustrante, Jovic disfrutó de un mano a mano con Rulli en el 91 que buscó solventar con una exquisita vaselina.
Por supuesto, el guion de la película de sobremesa era otro y entre el de fosforito y la pelotita debían lograr que el equipo de blanco no ganara. Bueno, pues el esférico se estrelló con el larguero y dos puntos se quedaron en Villarreal que debían haberse venido para casa.
El martes volvemos a la lucha así que no compensa llorar por lo pasado. Empieza de nuevo la Champions, vístanse de gala que somos el Real Madrid.
