PSG 1-0 Real Madrid: “Bochorno parisino”
¡Qué vergüenza! Partido del año, decían los periodistas y los aficionados al fútbol. Se enteraron de ello los jugadores parisinos; los merengues, rememorando la eliminación copera contra el Athletic, no fueron capaces de dar dos pases seguidos. Ancelotti, superado por Pochetino, no supo ni qué hacer con el equipo.
Al Real Madrid no le duraba nada el balón en los pies, por lo que asedio total del equipo parisino durante los primeros 20 minutos hacía imposible inquietar al guardameta italiano del PSG. El equipo español no lograba conectar tres pases seguidos, en parte por la buena presión de los franceses, en parte por la nula eficacia de los jugadores blancos a la hora de encadenar tres pases seguidos. No llegaba nadie que conectara las bajas líneas defensivas con el ataque, por lo que se repetían los pelotazos de Courtois sin ningún sentido.
Teníamos que esperar hasta casi la primera media hora de juego para ver la portería parisina. Un gran Militao provocaba que el equipo saliera de su fortaleza defensiva con una gran conducción. Como agua de mayo, el atrevimiento de Militao pareció contagiar al resto de sus compañeros, que por fin entendieron lo que estaba en juego y que había que asumir riesgos.
Llegaba el minuto 37 y Casemiro veía una tarjeta amarilla inexistente que solo vieron el colegiado, el teatrero Paredes y Ceferin. Tarjeta que condiciona mucho la eliminatoria. Problemas para el resto del partido. Más problemas para el partido de vuelta.
Había que esperar hasta el minuto 41 para ver una posesión madridista en condiciones. Nunca es tarde si la dicha es buena, que diría aquel, pero con el balón en los pies de Carvajal es complicado que la acción llegue a buen puerto. El Psg, sin embargo, insistía en su toque tikitakero sin profundidad ni peligro.
¡Uy! Un buen remate de Casemiro, de lo mejorcito del Madrid en el primer tiempo, pasaba cerca de la portería parisina. Primer tiro blanco del partido, aunque desviado. Llegaba el descanso y la sensación de que el PSG había dejado vivo a un malherido equipo merengue me sacaba una mota de esperanza.
¡Segundo tiempo! La hora de ver los cambios, de ver la mano del técnico italiano sobre el tapete… ¡De salir a morder al equipo del petróleo! Y eso intentó hacer el conjunto blanco, aunque sólo con intenciones se han ganado pocas Champions. Un paradón de Courtois a tiro de Mbappé en el minuto 50 daba cuenta de que las cosas iban mal. Y la banda derecha blanca no ayudaba a subsanarlo… Madre mía qué partido de Asensio y Carvajal hasta ahora. Insostenible y merecedor de cambios tempraneros.
Y amarilla clara para Mendy tras otra pérdida insufrible de Asensio. Hay apodos que son muy injustos -ya saben, lo de una vez maté a una gato y me llamaron matagatos- pero con el jugador Balear la paciencia del madridismo está empezando a coparse. Nadie le pide tres goles por partido, ni tan siquiera uno; se le pide dar la cara y aportar al equipo, y hoy por hoy no lo hace.
No le bastaba a Carvajal con ser un desastre defensivo y con el balón en los pies. Tenía que provocar un penalti innecesario y estúpido. Idéntico al que cometió contra el Manchester City hace unos años. ¡Pero paró Courtois! Menos mal que tenemos un portero que es un seguro.
¿Puede decirle alguien a Ancelotti que puede hacer cambios? Seguir manteniendo a jugadores como Asensio en el campo solo podía explicarse como una forma de hacerse el hara-kiri.
¡Al fin! Corría el minuto 70 y llegaban las primeras sustituciones. Carvajal y Asensio, nefastos, dejaban su lugar a Lucas Vázquez y Rodrygo Goes. El fideo Di María, el mejor del PSG, dejaba lugar a Neymar. Peligro extra con el brasileño en el campo, sobre todo por culpa del colegiado italiano, que no pitaba una falta a favor del Real Madrid, pero todas a los franceses.
Idas y vueltas durante 10 minutos y llegaban más cambios en el conjunto merengue. Se iban Vinicius y un fatigado Luka Modric para que entrasen Valverde y Hazard. Buenos cambios, pero bajo el humilde punto de vista de quien esto escribe, muy tarde.
Los cambios parecían mejorar la imagen blanca, aunque sin apenas intimidar la meta gala. El 0-0 se firmaba, desde la grada y desde el campo. Corría el 86′ y Bale entraba en el terreno de juego por Benzema, que apenas había entrado en juego en el partido.
Pues llegó lo que parecía inevitable: gol del PSG. Para más inri tenía que ser Mbappé quien ajusticiara a un moribundo equipo blanco.
Quiero acabar rápido estas líneas, pues es probable que si me extiendo empiece a escribir palabras que quizás mañana quiero borrar. Vergüenza, como resumen a lo visto hoy. Se puede ganar o se puede perder. Esto es fútbol, faltaría más. Pero no se puede arrastrar el escudo del equipo más laureado de la historia, y los jugadores blancos, salvo honrosas excepciones, lo han hecho,
A pensar en la liga, porque aquí hay poco más que hacer. Ancelotti, gracias y adiós.
