Crónica Real Madrid 2-3 Chelsea | Champions League (Vuelta cuartos de final)

Los jugadores del Real Madrid celebran la clasificación para la semifinales | Real Madrid 2-3 Chelsea

Real Madrid 2-3 Chelsea: “La Casa de los Milagros”

Nadie dijo que iba a ser fácil. Ni siquiera con el apabullante 1-3 de la ida, brillantemente logrado en Londres. Lo que tampoco nadie se iba a imaginar es que el pase a semifinales iba a costar la sangre, el sudor y las lágrimas que ha costado éste.

Ni que el Real Madrid, tan acostumbrado a esto de tirar de la épica, iba a necesitar de una nueva remontadad de esas históricas que todo buen aficionado madridista tiene en su memoria.

Pero así fue. Y volvió a pasar. Cuando peor estaba el equipo, cuando los de Ancelotti tenían pie y medio fuera de la Champions, volvió a surgir ese carácter tan nuestro de no rendirse jamás y de no tirar la toalla hasta el final por muy mal que se pongan las cosas.

Y cuando el partido pintaba fatal, a talta de tan solo 10 minutos, los de Carletto se pusieron el mundo por montera con un gol de Rodrygo -recién incorporado al partido- el equipo esquivó el primer match-ball de la eliminatoria forzando la prórroga. Pero es que, cuando seguían pintando bastos, Vinicius y Benzema, muy grises durante todo el partido, se inventaron una conexión de las suyas y el francés sentenció la eliminatoria.

Entre medias, una sucesión de hechos ciertamente relevantes. Entre ellos un gol bien anulado a Marcos Alonso con 0-2 y una maravillosa y antológica parada de Courtois con 0-3, que cambiaron el signo del partido.

Aunque yo prefiero quedareme con la imagen de un Luka Modric, que a sus casi 37 años, sigue dando lecciones de profesionalidad, esfuerzo y sacrificio, que acabó llevándose el premio al MVP del partido, gracias a una actuación memorable.

Una primera parte muy igualada

En lo relativo al encuentro, hay que decir que Ancelotti no quiso sorpresas y, salvo la obligada ausencia de Militao por sanción, reemplazado por Nacho, repitió el “once” y el dibujo que planteó en la ida, apenas seis días antes y que tan buenos resultados le dio. Esto es, un 4-4-2 con Valverde de “todocampista” y apoyando al equpo desde el flanco derecho.

Salvo Militao, Ancelotti repitió el “once” de Londres | Real Madrid 2-3 Chelsea

Quien sí sorprendió fue Tuchel, quien por otra parte, necesitaba cosas muy distintas si quería levantar una eliminatoria que él mismo había dado por finiquitada días antes. Cambió a defensa de cuatro, ubicó a Marcos Alonso en el lateral izquierdo en detrimento de Azpilicueta y dejó a Mount con libertad de movimientos, bien escoltado atrás por Loftus-Cheek, Kovacic y Kanté, con Timo Werner, la otra novedad del equipo, como compañero de Havertz en el ataque.

Y sobre todo, quiso mucha presión adelantada para dificultar la salida de balón. Algo que intentó en los primeros minutos pero es cierto que el Real Madrid, como en la ida, no se encontró demasido incómodo con ese escenario.

De hecho, durante el primer cuarto de hora, bien plantado atrás, no tuvo excesivos problemas para salir y buscar la espalda del equipo inglés, aunque fallaba en el último pase, al tiempo que el dominio del Chelsea no se traducía en nada peligroso.

Es más, a los 10 minutos, el Real Madrid dispuso de una buena oportunidad con el lanzamiento de una falta peligrosa en la frontal del área del Chelsea pero el disparo de Karim Beznema se marchó alto.

Como alto se marchó, tan sólo dos minutos después, el remate de cabeza de Rüdiger a la salida de un córner, avisando de lo que se le iba a venir encima al Real Madrid durante el rsto del partido en este tipo de jugadas a balón parado.

Sin embargo, en el minuto 14 llegó el primer traspiés. Justo lo que nadie quería. Un gol tempranero del Chelsea en un desajuste defensivo en la zona de tres cuartos del ataque londinense.

Werner vio cómo entraba Mason Mount  por el carril central, a la espalda de un despistadísimo Carvajal, y tras meterse en el área, remató cómodamente ajustando el balón a la escuadra izquierda de Courtois, que nada pudo hacer.

Mount abrió el marcador en los primeros minutos del partido | Real Madrid 2-3 Chelsea

Un importante tropiezo pero que, al menos a priori, no hizo tambalearse al Real Madrid ni moverse un milímetro de su planteamiento. No en vano, este resultado le seguía sirviendo y, por ende, los que tenían que arriesgar eran los de Tuchel.

Lo cierto es que durante toda la primera mitad los de Carletto no sólo no pasaron excesivos apuros -a pesar del dominio del Chelsea- sino que, a través de algunos intentos de Vinicius por su banda, dio algún que otro susto.Como el que se produjo en el minuto 22 con un durísimo lanzamiento desde la fronta de Benzema que impactó en Thiago Silva y se fue a córner por muy poco, tras una jugada del brasileño.

El Chelsea, muy dominador, insisto y con más intensidad en el partido, especialmente en los balones divididos, que se llevaban todos y en la anticipación, seguía sin crear excesivo peligro a Courtois, salvo en algún disparo lejano como los de Kovacic o Rüdiger, mientras que el Real Madrid seguía esperando atrapar alguna contra con Benzema y Vinicius y aprovechando el poderío físico de Valverde, menos activo que otras veces.

Desparrame goleador: Del drama a la sonrisa

Tras la reanudación, el Chelsea dio un paso más y redobló su presión y atacó aún más los espacios, sobre todo los que había en la banda derecha madridista, una auténtica sombra de la roca que vimos en la ida.

A los cuatro minutos James avisó con un durísimo disparo desde la frontal tras una demencial sucesión de despejes fallidos a la salida de otro saque de esquina sobre la meta de Courtois, que además tuvo sus consecuencias. El remate del británico, mordido, se marchó pegado al palo pero el colegiado entendió que la pelota había tocado en Modric y erróneamente señaló córner.

Y aquí empezó a escribirse la tragedia. El saque de esquina, trazado con tiralíneas y aprovechando la sensible deficiencia del Real Madrid esta noche en el juego aéreo (muy debiitado por la ausencia de Militao), fue rematado de forma impecable por Rüdiger directo a la red, pegado al palo izquierdo de Courtois, ante la impotencia de Alaba en el salto.

Nacho tuvo muchos problemas con el juego aéreo del Chelsea | Real Madrid 2-3 Chelsea

Ahora sí, empezaban los problemas porque este gol igualaba la eliminatoria a tres tantos y quedaba un mundo por delante. Comenzaban, pues, las dudas en el Real Madrid que, si bien, decidió pasar a la acción.

Benzema tuvo el gol en sus botas en el minuto 52 tras un gran pase de Carvajal pero James le quitó el balón justo cuando iba a ejecutar el remate. Y dos minutos después, Kroos obligó a Mendy a lucirse con una gran parada, tras un lanzamiento de falta desde la frontal.

Eran minutos en los que el Real Madrid daba la sensación de haberse recuperado del golpe y generó bastante peligro. Al filo de la hora, Mendy trazó un gran pase al corazón del área pero ni Benzema ni Vinicius llegaron a rematar. E instantes después, Valverde disparó ligeramente desviado un buen centro desde la derecha de Dani Carvajal.

Ahora bien, la tragedia pudo ser aún mayor cuando llegó una de las jugadas clave del partido. En el minuto 61, en una poderosa contra llevada por Kanté, el francés asistió a la izquierda donde entraba Marcos Alonso. El ex-canterano madriidsta, con una buena maniobra, dejó sentado a Carvajal y, de fuerte derechazo, batió nuevamente a Courtois, enmudeciendo el Bernabéu.

Sin embargo, el VAR detectó milagrosamente que el lateral madrileño tocó con la mano instantes antes de rematar. Según la nueva reglamentación para este tipo de jugadas, se ha decidido que cualquier mano que se produzca (voluntaria o accidentalmente) previa a un gol por el autor del mismo, será invalidada. Y así fue. Marciniak anuló el gol y el Madridismo respiró tranquilo, tras un par de minutos de angustiosa espera.

Aquello espoleó a la grada y también al equipo, que se fue definitivamente a por el gol y hay que decir que casi lo logró porque a los cinco minutos de la jugada del gol anulado, Mendy asistió a Benzema para que éste rematase de forma impecable de cabeza pero no tuvo suerte  y su testarazo se estrelló contra la parte superior del larguero del meta senegalés del Chelsea.

El árbitro anuló un gol al Chelsea por esta mano de Marcos Alonso | Real Madrid 2-3 Chelsea

Pero cuando mejor estaba el Real Madrid, en el minuto 74 llegó la última parte del drama madridista. Rodeado de rivales, Mendy se empeñó en vestirse de Zidane y perdió un balón peligrosísmo cerca del área.

En ese momento, y aprovechando el tremendo boquete defensivo de la banda derecha, Kovacic vio la entrada de Werner quien, con algo de fortuna y tras deshacerse de Casemiro y Alaba, remató con la suficiente potencia como para batir a Courtois, quien llegó a tocar la pelota, que entró suavemente pegada al palo izquierdo.

Del drama a la salvación en unos minutos de locura

Ahora sí, contra todo pronóstico y a falta escasos 15 minutos para el final, el Real Madrid estaba eliminado en la que parecía iba a ser otra de esas negras noches europeas, como la del 5-0 ante el Milán, el 0-2 ante el Odense o aquel 1-4 ante el Ajax.

Se cernían nubes muy negras y Ancelotti, por fin, movió el banquillo con la entrada, primero, de Camavinga por un enfadadísimo Kroos y, acto seguido, de Marcelo y Rodrygo por Mendy y Casemiro. Zafarrancho, pues, de combate.

Tan solo unos segundos después de ejecutarse los cambios, llegó la jugada que cambió definitivamente el sentido del partido cuando, de nuevo en otro saque de esquina, botado en este ocasión por Mount, Havertz conectó un sensacional testarazo a la altura del punto de penalti al que respondió Courtois con una parada aún más increíble.

Casi a bocajarro, sin apenas visibilidad, plno de reflejos, el belga sacó el balón abajo con una intervención milagrosa que evitó el 0-4, que hubiese sido sin duda, la puntilla para el Real Madrid y el punto final a la eliminatoria.

Rodrygo empató la elminatoria a falta de 10 minutos para el final | Real Madrid 2-3 Chelsea

Y lo que es el fútbol. En apenas en minuto y medio, se pasó del 0-4 al 1-3 que forzaba, al menos, la prórroga. En el minuto 79, Alaba cortó acrobáticamente en la banda izquierda un intento de contra por parte del Chelsea y abrió para Modric.

Entonces Dios, vestido con la camiseta con el “10” del croata, asistió con un maravilloso pase de más de 30 metros con el exterior para la entrada en carrera de Rodrygo. El brasileño logró ganarle la espalda a Alonso y Thiago Silva y, de primeras, empaló una gran volea que entraba  pegada al palo izquierdo de Mendy. La eliminatoria, casi in extremis, volvía a estar igualada.

Hubo un par de escarceos en forma de disparos lejanos por parte de Modric, primero y de Pulisic, de nuevo aprovechándose de la superioridad del Chelsea en el juego aéreo, pero el partido parecía abocado a la prórroga. Sin embargo, Pulisic, casi con el tiempo cumplido, marró en boca de gol un nuevo servicio de cabeza  de Havertz.

Eso sí, los problemas se le siguieron acumulando al Real Madrid en defensa porque, cuando estaba a punto de cumplirse el tiempo reglamentario, Nacho no pudo más con los calambres y tuvo que abandonar el campo. Un auténtico problemón porque Ancelotti se quedaba sin centrales y ya había sustituido a los dos que podrían haberle hecho esa función como Casemiro y Mendy. y exponer al joven Rafa Marín, convocado de última hora, parecía demasiada exigencia para el chaval.

Ancelotti se sacó de la chisera una ocurrencia táctica que fue arriesgar colocando a Carvajal como central, a pesar de su evidente falta de centímetros, y sacar a Lucas Vázquez como lateral derecho. Un movimiento tan osado como efectivo porque tanto uno como otro rindieron a plena satisfacción hasta el final del partido.

Gol de Benzema y prórroga de infarto

Ya en la prórroga, James dio un primer aviso con un disparo durísimo que se fue ligeramente por encima de la meta de Courtois. Pero cuando todo apuntaba a que el Real Madrid iba a sufrir, en ese momento, a los cinco minutos del tiempo extra, se obró el milagro.

Benzema metió al Real Madrid en las semifinales con este testarazo en la prórroga | Real Madrid 2-3 Chelsea

Camavinga robó un balón en la medular y cedió a Vinicius, en el único desajuste defensivo del Chelsea. El brasileño se encontró con una inesperada autopista por su banda, enfiló hacia el área y con calma le puso un balón maravilloso a Benzema.

El francés, que seguía por el centro la jugada, dio un oportuno paso atrás, suficiente para ganar ventaja frente a Rüdiger -que se fue al suelo- y conectó un soberbio cabezazo en plancha ante el que nada pudo hacer Mendy.

Una vez más, había vuelto a pasar. Nadie sabe cómo, nadie sabe el por qué, pero de nuevo y cuando todo parecía perdido, el Real Madrid lo había vuelto a hacer y, un partido (y una eliminatoria) que pintaba horrible, se había transformado en otro milagro en un campo ya acostumbrado a este tipo de gestas.

A partir de ahí, tocó replegarse. Y sufrir. Sufrir mucho porque no debemos olvidarnos de que el juego aéreo estaba siendo el principal Talón de Aquiles de la defensa madridista y quedaban por delante 25 minutos con una defensa de absolutas circunstancias, con Lucas, Carvajal, Alaba y Marcelo. Sin embargo, y de forma inexplicable, el Chelsea apenas trató de aprovechar semejante ventaja.

Es más, a punto de acabar la primera parte de la prórroga, Camavinga estuvo a punto de igualar el partido con un durísimo disparo desde la frontal del área que se perdió por muy poco, a escasos centímetros del larguero de Mendy.

La segunda parte de la prórroga fue agónica, con el Chelsea volcado sobre el área del Real Madrid, absolutamente agazapado atrás, achicando balones. Y sufriendo. Pero claro, con un portero como Courtois, el mejor del mundo en estos momentos sin ninguna discusión, como dice el refrán, “las penas con pan, son menos”.

En el minuto 113, el belga se lució nuevamente, en este caso ante Ziyech tras un gran pase de Mount, aprovechando otro boquete de la defensa madridista por la banda derecha. Eso sí, Courtois hizo que el corazón del Madridismo se paralizase por unos segundos cuando recortó en el área con la maestría de un superclase ante Havertz para salvar la presión en un balón procedente de la defensa.

Benzema acabó lesionado en los últimos minutos | Real Madrid 2-3 Chelsea

Y por si quedaban más alicientes para dotar de más dramatismo y darle un tinte aún mayor de proeza, los últimos cinco minutos, ya con Ceballos en el campo reemplazando a un acalambradísimo Vinicius, el equipo perdió a Benzema.Al intentar cortar un balón en la frontal del área, el francés, incrustado casi como un defensa más, se quedó cuajado al sentir un pinchazo, del que ya no pudo recuperarse.

No le quedaban más cambios al Real Madrid y Benzema se tuvo que quedar en punta, buscando el famoso “Gol del Cojo” por más que intentase sin éxito correr para atrás para echar una mano en defensa.

El partido acabó como tenía que acabar. Con el Chelsea volcado sobre el área madridista con dos ocasiones de oro. Una primera de Havertz, de cabeza a pase de James, en una de las pocas veces que los de Tuchel decidieron abusar de su altura. Y la segunda, la más clara, de Jorginho con el tiempo prácticamente vencido, quien no supo aprovechar un balón a bocajarro, que le había llegado rebotado tras una serie de rechaces a la salida de un córner al que había subido incluso Mendy.

Finalmente y tras tres interminables minutos de añadido, Szymon Marciniak decretó el final del partido y se desató la pasión tanto en las gradas como en el césped, produciéndose una comunión entre aficionados y jugadores difícilmente vista hasta la fecha. Una auténtica locura, sabedores todos quizás, de que una vez más, el Bernabéu había sido la Casa de los Milagros…

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