
Almería 1-2 Real Madrid: “La victoria después del susto”
El Real Madrid, vigente campeón de LaLiga Santander, se enfrentaba al vigente campeón de LaLiga Smartbank, el Almería, en la que ha sido la primera jornada. Un día largo para los madridistas que han tenido que esperar hasta las 22:00 para ver a su equipo debutar en esta nueva edición de La Liga. Pero ha valido la pena.
Carlo Ancelotti revolucionó el “once” inicial, como ya había avisado tras la victoria contra el Eintracht Frankfurt el pasado miércoles. Un Ancelotti que adelantó que esta temporada habrá más rotaciones en el equipo, decisión lógica debido al gran fondo de armario que posee el Real Madrid y el duro calendario que se les viene encima a los jugadores con el Mundial de Qatar que se disputará entre noviembre y diciembre.
El técnico italiano salió con Mendy, Rüdiger, Nacho y Lucas Vazquez en la retaguardia. Un mediocampo muy físico con Tchouaméni y Camavinga, y Kroos para controlar el juego. La delantera la formaban Vinicius, Benzema y Valverde, el trío con el que insiste Ancelotti. Atentos al banquillo: Modric, Militão, Alaba, Hazard, Ceballos, Asensio, Casemiro, … poca cosa.

Los nervios del debut
El partido no comenzaba con buen pie para el Real Madrid, en el minuto 6 tras un pequeño despiste de Rüdiger dejando a Ramazani en posición legal, el delantero del Almería le ganaba en carrera y con una fantástica definición, abría el marcador en el Power Horse Stadium.
Se le vió muy tímido al central alemán en su debut en La Liga, aunque a medida que iban pasando los minutos, se fue ubicando en el partido.
El equipo reaccionó bien, atacando sin pausa pero sin prisa, con paciencia para intentar acabar la jugada y así evitar una posible contra del Almería, cuya delantera era bastante peligrosa con Sadiq y Ramazani, ambos inspirados en su debut en Primera División.
La entrada de Modric aportó creatividad al equipo
Como se esperaba, Ancelotti movió hilos en el vestuario y sacó a Modric a calentar. Entró al campo al comienzo de la segunda parte por Camavinga. Y Luka sigue siendo Luka, da igual que pasen los años. Cada pase que daba demostraba una calidad única, a lo que nos tiene acostumbrados. Daba ideas al equipo en ataque y generaba desde atrás.

El Madrid no paraba de atacar, muchos córners, centros, tiros, pero se encontraba con un Fernando que detenía cada tiro del conjunto blanco. Tras mucha insistencia, Vinicius se inventó un autopase dentro del área y disparó a puerta, aunque también detuvo Fernando. El rechace cayó en Karim, que dejó el balón muerto casi en el área pequeña para que Lucas Vázquez solo tuviese que empujar y empatar el partido. El Madrid se venía arriba y apenas era el minuto 61.
Alaba, más goleador que nunca
En la recta final de un partido siempre tendrá más ventaja el equipo con más alternativas en el banquillo, y de eso el Real Madrid no se puede quejar. Ancelotti metió a Hazard por Tchouaméni y a Alaba por Mendy.
El austriaco entró justo cuando el árbitro había concedido una falta a favor del Madrid, muy prometedora, justo al borde del área. Perfecta para David Alaba. Primer balón que toca y a la escuadra de la portería de Fernando. Golazo espectacular de Alaba, experto en faltas. Dos partidos seguidos marcando y demostrando que el ‘4’ no le pesa.

El Madrid supo controlar los últimos minutos del partido
Se dieron seis minutos de añadido, y a pesar de algunos ataques peligrosos por parte del Almería, el Madrid se encontraba muy seguro en defensa. También en el mediocampo, donde se intentaba mantener la posesión del balón.
Previamente salieron Casemiro para recuperar balones y Ceballos para aguantar el esférico con la calidad que tanto le caracteriza. Salieron Vinicius y Kroos que para nada habían hecho mal partido, especialmente el brasileño, que no dejó de insistir durante todo el partido.
El árbitro no dio tiempo para más. El Real Madrid se lleva los tres primeros puntos a casa remontando un partido que se puso muy cuesta arriba. Próximo destino: Balaídos.
Buen ritmo en la crónica. Describe muy bien lo que pasó y ofrece una opinión no sesgada.