Crónicas desde Down Under: ¡Rompimos La Cerámica!

El apretado calendario futbolístico de estos tiempos modernos no da mucho espacio para lamerse las heridas. Y así, como “animal herido” luego de fracasar estrepitosamente en la Final de la Supercopa de España, llegaba el Real Madrid a Castellón a disputar una nueva eliminatoria, esta vez en la Copa del Rey.

El partido lo tenía todo para que el equipo blanco caminara sobre hielo muy fino: el ya mencionado tropiezo en Arabia, encuentro de muerte súbita a partido único en terreno hostil donde le ha costado ganar, bajas importantes, mucha incertidumbre en el equipo, y la prensa de siempre calentando el ambiente barajando nombres de candidatos para sustituir a Carlo Ancelotti.

Volvía el Real Madrid al Estadio de La Cerámica, donde hace apenas unos días había sido superado sin atenuantes en un crucial partido de Liga. La mala imagen de la Supercopa ocasionó que muchos hicieran leña del árbol caído.

Salió al paso Ancelotti en la previa “Todos dan por muerto al Madrid. No vamos a bajar los brazos.” Y su alineación mostró esas intenciones. El Real Madrid salió con Mendy, Rudiger, Militao y Nacho en la zaga para proteger a Courtois, con Kroos, Camavinga y Valverde en el mediocampo, siendo el ataque responsabilidad de Benzema, flanqueado por Vinicius y Rodrygo.

Apenas se estaba aclimantando el Real Madrid cuando el Villarreal sorprendió, reafirmando su buen momento de forma. Un saque lateral buscó a Gerard Moreno al borde del área pequeña. Salió a achicar Rudiger dejando un boquete por el que entró Capoue como un puñal, ante la poca resistencia en la marca que le hizo Kroos. El francés del Villarreal recibió de Moreno, y en una preciosa maniobra remató una volea casi sin ángulo, entre MIlitao y Courtois. Era apenas el minuto 4. No podía estar peor pintado para el Real Madrid.

Con el transcurrir del primer tiempo, los blancos no encontraban su sitio. El equipo se partió en dos, como está ocurriendo en los últimos partidos, y Kroos no terminaba de tomar la manija del mediocampo. Pese a ello, el Madrid tiró de oficio, y tuvo un par de ocasiones, sin mucho peligro.

Los amarillos se echaron atrás, a esperar alguna oportunidad al contragolpe. Y fue allí donde volvieron a pescar en la miseria de los merengues. Un pase de Baena a Chukweze agarró a Rudiger y Militao adelantados sobre el circulo central. Aunque parecía que el delantero del Villarreal no estaba en posición reglamentaria, el arbitro dejó seguir. Una combinación de toques que despistó a la defensa blanca terminó con un pase filtrado a Chukweze, quien fusiló a mansalva a Courtois para el segundo gol de los locales. El Madrid estaba por perder su segundo título en cuestión de días. O al menos así lo parecía.

Esto es el Real Madrid

El Villareal inició la segunda parte con la comodidad de los dos goles de ventaja. De la mano de un pletórico Gerard Moreno, los amarillos fueron hilando oportunidades y buscando cerrar el encuentro con una victoria. Pero la faena se vio afeada cuando empezaron a atizar a Vinicius, target favorito de todos los equipos españoles.

El brasileño fue victima de acciones al limite por parte del Villarreal, y hasta algún aviso recibió desde el banquillo local. Y es aquí cuando se extraña a un Casemiro. Con toda seguridad, el de Sao José dos Campos hubiese repartido un par de leñazos como el que le propinó a James Milner, para dejar claro que Vinicius no está solo.

Por su parte, el Real Madrid se lo empezó a creer. Adelantó líneas, pero le faltaba algo más. Lo vio Carletto y puso a Ceballos y Asensio en sustitución de Kroos y Rodrygo. Y nada gusta más que ver el efecto inmediato de un cambio.

Una presión del Madrid en campo rival fue capitalizada por Camavinga, quien sirvió a Benzema (en rol de ‘9 y medio’ de espaldas al área), y de éste a Ceballos, quien con visión metió un pase a Vinicius en la medialuna del área. Aguantó el brasileño la salida de Jorgensen y remató a gol ante una desesperada entrada de Mandi. Descontaba el Madrid. Había partido faltando media hora.

El gol dio aire al Real Madrid. La entrada de Ceballos le dio un recurso diferente. Y además energizó a Camavinga, quien se hizo amo de la medular, mientras el utrerano se afanaba en la creación. Y de sus botas se gestó el gol del empate, cuando un pase suyo desde 20 metros al corazón del área fue rematado por Benzema y muy bien parado por Jorgensen, con la fortuna para el Madrid que el rechace cayó en los pies de Militao, quien marcó aprovechando que el meta local aun estaba en el suelo.

El empate obligó al Villarreal a ir al intercambio de golpes, y usualmente el Madrid no perdona en esas instancias. Al borde de la zona Cesarini, Vinicius dio un pase filtrado a Asensio, quien persiguió el balón hasta la línea final con más ahínco que Cuenca. Le dejaron hacer a Marco y éste vio a Ceballos con la mano levantada, entrando impunemente y sin marca al área. El pase del mallorquín encontró a Ceballos, quien remató en un hermoso putt para darle la clasificación al Real Madrid a la siguiente ronda.

Notas al cierre

El partido dejó muchas lecturas. Pero una que no falla: Esto es el Real Madrid Club de Futbol. El Real Madrid siempre vuelve. Tiraron de camiseta los jugadores que días antes habían mostrado una absoluta carencia de actitud. Esta vez pareciera que se miraron la camiseta blanca, y el escudo redondo, y entendieron de qué va esto.

Particularmente nos gustó ver a Vinicius fuera de la cal y del carril izquierdo, con mucha más movilidad hacia el centro del ataque. Si el brasileño logra mejorar su juego en esa parcela, va a seguir aportando mucho a la causa del Real Madrid.

En la misma nota, dio gusto ver a Asensio y Ceballos (quienes parecen estar fuera del equipo al final de temporada) dando un buen uso de los minutos que disputan. Ceballos parece merecer más oportunidades de las que recibe, mientras Asensio nos dejó una excelente media hora. Ojalá nos diera más de ésas. Hemos dicho que su talento no está en duda, pero en muchas ocasiones parece salir al campo como si el asunto no es con él.

Por otro lado, Kroos volvió a verse superado en el mediocampo. Está claro que el alemán no es un “5”, pero sumó otro partido donde no pudo aportar. Quizás es muy pronto para hablar de pase de testigo, considerando que Ancelotti es siempre fiel a su vieja guardia, pero veremos cómo se van dando las cosas con Kroos y Modric en los próximos meses.

El triunfo blanco le da un respiro a Ancelotti, quien apenas tendrá días para preparar la visita a Bilbao, antes de cerrar Enero con los Cuartos de Final de la Copa del Rey ante el Atlético en el Bernabéu.

Como siempre, los esperamos en las imperdibles charlas en el canal de Twitch de Meritocracia Blanca twitch.tv/meritocraciablanca.

Ya será hasta la próxima Crónica desde Down Under. ¡Hala Madrid y nada más!

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