Real Madrid 0-0 Real Sociedad. “Un punto que sabe a derrota”
La Real Sociedad, comandada por un inconmensurable Remiro, que paró todo lo habido y por haber, se llevó un punto ante un Real Madrid que hizo probablemente y más completo partido de esta temporada, pero al que la falta de acierto en los metros finales le condenó y ahora el Barça es más líder, a cinco puntos de los blancos.
Melero López se tragó un penalti a Rüdiger
No hubo sin embargo día que no haya alguna mención desgraciadamente para el colectivo arbitral, que volvió a mandar a uno de sus más siniestros y sibilinos representantes, el andaluz Melero López para completar la tarea que inició el sábado Muñiz Ruiz en Montilivi, en el Girona-Barça, que acabó con la victoria culé por la mínima (0-1) y con bastante polémica arbitral, con la no concesión, entre otras jugadas, de un claro penalti a favor del Girona por agarrón de Eric García a Stuani.
Una jugada, por cierto, muy parecida a la que protagonizaron Le Normand y Rüdiger en la primera mitad cuando, a la salida de un córner, el frnacés no sólo agarró sino que le hizo una perfecta llave de judo que acabó con el alemán en el suelo, sin que ni Melero ni en el VAR apreciasen nada punible.
Además, como digo, protagonizó un arbitraje bastante sibilno, con disparidad evidente de criterio a la hora de tomar en consideración las faltas y las amonestaciones: Y eso que el partido no fue ni muchos sucio. NI tan siquiera duro, más bien todo lo contrario.
Es más, su arbitraje fue tan malo que se tragó una clara mano de Nacho, al interceptar con los brazos un saque de banda de la Real. Una chiquillada que le pudo haber costado la segunda amarilla y con la que, imagino trató de compensar su mal arbitraje contra el Real Madrid.
Primera parte de poder a poder y festival de Remiro
En lo meramente deportivo hay que decir que sorprendió Carletto alineando a Camavinga, un Camavinga imperial, por cierto, en el lateral izquierdo, con Nacho en el otro lado y con Militao, que sigue a un nivel estratosférico, y Rüdiger en el centro de la defensa.
Repitió Ceballos como titular, junto a Valverde y Kroos, dejando la tripleta Rodrygo-Benzema-Vinicius como puntas de lanza.
Un planteamiento ofensivo y muy presionante pero al que respondió la Real en un destello de calidad de Ahien a los cinco muntos del partido. El jugador vasco entró como un cuchillo por la banda derecha del Real Madrid y asistió a Sorloth quien, completamente solo y en boca de gol, no acertó por milímetros para empujar el buen servicio de su compañero.
Ese susto fue el acicate que necesitaba el Real Madrid para terminar de desperezarse y poner coto a la meta de Remiro de la mano de un Vinicius espectacular en todas sus acciones, muy bien acompañado por Rodrygo, muy bien movidos por un omnipresente Ceballos, que sigue ganándose a pulso la renovación.
Pero no era la noche. Vinicius probó fortuna al filo del cuarto de hora con una jugada de fantasía, con caño incluido a Zubeldia pero cruzó en exceso el balón y su remate se marchó ligeramente desviado, pegado al palo izquierdo de Remiro.
Respondió de inmediato la Real con un disparo de Illarramendi que se lmarchó fuera por muy poco, tras un error de Nacho en la salida de balón.
Estaba muy bonito el partido, con un Real Madrid dominante y con una Real que tampoco le perdía la cara al encuentro, gracias a las acciones de un entonado Kubo y de Zubimendi, aunque no terminaban de generar peligro en los últimos metros.
A la media hora empezó el recital de Remiro, sacando primero a córner un disparo desde la frontal “marca de la casa” y cinco minutos después, despejando un chut de Benzema, bastante duro pero muy centrado, tras una excepcional triangulación entre los dos brasucas, Rodrygo y Vinicius.
En el minuto 42 llegó la primera jugada polémica de la noche cuando, en el enésimo agarrón de Le Normand a Rüdiger, el francés placó con contundencia al defensa germano, que cayó junto a su marcador. Pero desgraciadamente Melero López ni Jaime Latre desde el VAR consideraron punible el derribo y dejaron seguir la jugada.
Para acabar la primera mitad, el Real Madrid pudo abrir el marcador con sendas clarísimas oportunidades. En la primera, Ceballos firmó una maravilla de remate con rosca, tras aprovechar un rechace de Sorloth en el área pero en esta ocasión el balón se perdió ligeramente desviado de la meta de Remiro.
En la segunda, de nuevo con Vinicius y Remiro como protagonistas, tampoco pudo ser ya que el mano a mano entre ambos se saldó con otra magnífica intervención del meta realista.
Los errores de cara al gol acabaron condenando al Real Madrid
La segunda parte fue un aluvión madridista, que continuó con la dinámica de la primera mitad, con el Real Madrid volcado sobre la portería de Remiro quien, a los cuatro minutos de la reanudación, volvió a lucirse ante Vinicius, en este caso con el pie, sacando el disparo del brasileño con la zurda, tras una buena asistencia de Benzema.
En plena oleada madridista, Rodrygo estuvo a punto de marcar en el minuto 57 pero su chut, tras otra buena jugada personal, lo interceptó Zubeldia cuando se colaba en la portería.
Pasada la hora de partido, Kubo probó a Courtois con un inteligente disparo raso, entre las piernas de Rüdiger y unos minutos después, asistió a Pablo Marín, que acababa de ingresar en el campo, pero su chut acabó en las manos del belga.
Aquello fue el preludio de la que, sin duda, fue la mejor ocasión del Real Madrid en todo el partido. En el minuto 71, un enrachado Vinicius, al que le salían casi todos los regates en la frontal, se plantó solo ante Remiro y en vez de intentarlo por abajo como en las otras ocasiones anteriores, optó por picar el balón por encima del portero vasco. Sin embargo, Remiro sacó una mano prodigiosa para desviar in extremis el balón a córner.
Ante la imposibilidad de marcar, Ancelotti optó por dar entrada en el campo a Asensio y a Modric por Valverde y Ceballos, en los últimos 15 minutos. pero lejos de funcionar, los cambios empeoraron al equipo.
Su juego, hasta ese momento más dinámico y vertical, se hizo más espeso y sobre todo previsible, y aunque embotellando a la Real, su dominió fue infructuoso, con constantes centros laterales que no fueron a ninguna parte y, tras cinco minutos de prolongación, el partido tocó a su fin.
Ahora toca recibir al Valencia este jueves en casa y esperar que un Real Betis muy en forma tras su victoria a domiclio y en plena lucha por la cuarta plaza con el Atlético de Madrid, que recibe al Barça, le eche una mano arrancándole algún punto a los de Xavi Hernández.
