Crónica Manchester City 4-0 Real Madrid | Champions League (Vuelta Semifinales)

Courtois salvó al Real Madrid de una goleada aún mayor | Manchester City 4-0 Real Madrid

Manchester City 4-0 Real Madrid: “Sombras de un pasado glorioso”

El Real Madrid ha sufrido esta noche en el Etihad Stadium de Manchester un durísimo correctivo a manos del City de Pep Guardiola, que no sólo superó a los de Carletto con este abultado marcador sino que, además, fue infinitamente superior sobre el césped, en uno de los peores partidos a nivel colectivo que recuerdo haberle visto a los blancos en estos últimos años.

Una derrota sin paliativos y que si no alcanzó tintes de ridiculo histórico fue por la sensacional actuación de Thibaut Courtois, el único jugador que estuvo a su nivel en esta noche negra para el Madridismo, y cuyas fantásticas intervenciones a Haaland evitaron una debacle aún mayor.

Lo demás fue un esperpento, con jugadores que ofrecieron un rendimiento ínfimo, en el partido que puede haber sido el momento de la despedida y cierre de una generación mágica, la de Benzema, Kroos y Modric. El último reducto de un maravilloso grupo humano que desde 2014 ha hecho tremendamente feliz al Madridismo, en el lapso de tiempo más exitoso de la historia reciente del club.

Los tres, como prácticamente el resto de sus compañeros, fueron pasto de la trituradora futbolística desplegada hoy por el sistema de Pep Guardiola sobre el césped y probablemente hayan vivido el canto del cisne de dicha generación.

Dominio abrumador y goles del City en la primera parte

En lo meramente futbolístico, simplemente decir que desde el pitido inicial se vio que el Real Madrid iba a sufrir y que, o funcionaba el plan inicialmente pensado por Carletto de aguantar el tirón los primeros minutos y cazarles a la contra y que tan buen rendimiento le dio en la ida, o la cosa se iba a poner fea. Y desgraciadamente, ocurrió lo segundo.

No fue el día de Luka Modric, muy apagado durante todo el partido | Manchester City 4-0 Real Madrid

Con la única novedad de Militao por Rüdiger en el eje de la defensa para vigiliar estrechamente a Haaland, el Real Madrid fue laminado por el City prácticamente desde el pitido inicial. Fruto de una presión asfixiante, el balón apenas sí le duraba a los blancos, hoy de negro riguroso (quién sabe si previendo el luto por lo que iba a ocurrir).

Cada salida de balón era un infierno y la única alternativa para no tener a las huestes de Pep en el área madridista era o pelotazo largo, buscando a un solitario Vinicius o al inoperante Benzema, o echar la pelota directamente fuera o al rival, a base de errores -algunos de bulto incluso en jugadores como Kroos o Modric- en la entrega.

Así pues, el City dominó de cabo a rabo, con una circulación vertiginosa de la pelota que hacía inviable los intentos de presión de los jugadores madridistas, que se pasaron todo este tiempo “persiguiendo sombras”, sin posibilidad ni siquiera de hacer falta. Siempre en superioridad, embotellaron al Madrid en su campo, en un esquema inicialmente similar al que vivimos en Madrid hace justo una semana.

Sin embargo, aquí partimos de una premisa diferente. Mientras que en la ida, tanto Grealish como sobre todo Bernardo Silvia estuvieron a raya graicas al trabajo defensivo de Carvajal y Camavinga en las bandas, en esta ocasión tocó sufrir de lo lindo y ambos jugadores, especialmente el francés, se vio constantemente superado, entre otras cossas porque De Bruyne y Silva, siempre en superioridad, aprovecharon la inacción defensiva de gente como Kroos o Vinicius, que dejaron a Camavinga a los pies de los caballos una y otra vez.

Así anotaba Bernardo Silva su segundo tanto de la noche | Manchester City 4-0 Real Madrid

Y hubo además otra gran diferencia con respecto al arranque del partido de ida y es que meintras que en Madrid la altísima posesión del City era inane y apenas se tradujo en ocasiones de peligro, en esta ocasión, no tardó en avisar el equipo de Pep, gracias a Haaland, hoy más suelto gracias a que Militao, para bien y para mal, no es Rüdiger y no le marcó de la misma forma.

El noruego estuvo a punto de abrir el marcador a los 12 minutos con un espectacular testarazo a bocajarro tras un fantástico centro de Grealish pero se encontró con el muro belga de Courtois, que sacó una mano increíble para detener el balón, que por si acaso, Alaba se encargó de despejar casi desde la línea de fondo.

Un serio aviso de lo que estaba por venírsele encima a un Real Madrid que, a medida que el partido avanzaba, lejos de asentarse en el campo, estaba cada vez más y más perdido, sin un atisbo de intensidad ni de mejora.

A los 20 minutos llegó la segunda gran ocasión de Haaland para batir a Courtois, cuando remató de nuevo de cabeza un buen servicio de Akanji, también de cabeza, prolongando al segundo. Pero otra vez el gigantón noruego se encontró con otra mano salvadora del belga, para mandar el balón a córner.

No hubo que esperar mucho más para que empezase de verdad el padecimiento madridista porque, apenas dos minutos después, la clarividencia de De Bruyne le permitió encontrar un auténtico océano a la espalda de Camavinga que aprovechó Bernardo Silva para batir con comodida a un Courtois al que ya no le quedaban más milagros en su amplio repertorio.

Pésimo partido de Karim Benzema hoy en el Etihad | Manchester City 4-0 Real Madrid

El gol pareció despertar tímidamente al Real Madrid que, muy lentamente, empezó a tener un poco más el balón y a trenzar alguna que otra jugada ante un City que hasta ese momento ya triplicaba en pases y posesión a los de Ancelotti.

Precisamente, en una de las pocas jugadas que pudo tocar con cierta fluidez, llegó en el minuto 34 la jugada que pudo haber cambiado el devenir del partido cuando Kroos recogió desde más allá de la frontal un pase de Benzema, armó la pierna y soltó un derechazo espectacular que se estrello violentamente contra el travesaño de Ederson.

Pero no era el día y, en apenas un minuto y medio, se pasó del que pudo haber sido el 1-1 al 2-0, en otro fallo defensivo clamoroso del Real Madrid, fruto de la citada falta de intensidad. Grealish se internó en el área, asistió a Gündogan y su disparo, tras rechazar en la defensa, dejó muerto el balón para que de nuevo Bernardo Silva, sin oposición, remachase de cabeza al fondo de la red.

Un duro golpe para el Real Madrid, que parecía haber visto la luz tímidamente con el remate de Kroos, que acalló durante unos interminables segundos al Etihad y que volvió a sentir de repente el rigor de un City que, con el marcador aún más favorable, hizo lo que quiso con el balón hasta el final de la primera mitad.

Mejoría inane del Real Madrid ante un City que acabó goleando

Tras el descanso, el Real Madrid saltó al campo con otra actitud. Sin cambios en sus líneas pero sí al menos en su forma de moverse por el campo y en la intensidad en sus acciones. A los cinco minutos de la reanudación Alaba pudo acortar distancias con un lanzamiewnto de falta pero se encontró con Ederson quien, en una gran intervención, mandó el balón a córner.

El tercer gol del City llegó con este remate de Militao en su propia meta | Manchester City 4-0 Real Madrid

Y hasta ahí, porque los de Ancelotti, a pesar de tener más la pelota y disponer de más tiempo el balón en sus botas no terminaba de encontrar el camino del gol, entre otras cosas, porque el único recurso era Vinicius, que estuvo a punto de marcar en la única vez que logró superar a Walker pero el defensa británico, muy acertado toda la noche, se rehizo y le sacó el balón al delantero jsuto cuando iba a encarar a Ederson.

Ancelotti movió el banquillo sacando prmiero a Asensio por Kroos y minutos después en un triple cambio, retirando de una tacada a Carvajal, Modric y Rodrygo por Lucas Vázquez, Ceballos y Tchouameni, pero la cosa no funcionó. De hecho, fue el City quien, en el minuto 72, dispuso de otra gran ocasión para sumar otro gol y de nuevo en las botas de Haaland.

El noruego recibió una asistencia en el área tras una delicatessen técnica en forma de taconazo de Gündogan e intentó batir por abajo a Courtois, pero el belga volvió a responder de forma fantástica, desviando el balón lo suficiente para que cogiese altura y cayese sobre el larguero, evitando así el tercero del City.

Un tercer tanto que, por desgracia para los de Ancelotti, no tardó en llegar ya que sólo tres minutos de la ocasion de Haaland, Militao se introduio el balón en su propia portería al tratar de evitar el remate de Akanji a la salida de una falta botada por De Bruyne.

Entonces, el Real Madrid entregó la cuchara y bajó los brazos. Ya no había lugar al milagro ni a otra remontada como la del año pasado y toda su obsesión fue esperar a que acabase el partido y se olvidó de defender, esperando que los de Pep ya hubiesen dicho su última palabra.

El joven Julián Alvarez cerró la goleada con este tanto casi al final del partido | Manchester City 4-0 Real Madrid

Pero no fue así y aún hubo tiempo para un cuarto gol, que llegó prácticamente con el tiempo vencido, en las botas de Julián Alvarez. El joven delantero argentino, que apenas llevaba un minuto en el campo, recibió un gran pase filtrado de Foden que superó con facilidad la línea defensiva madridista (terrible cómo defendieron Tchouameni y Rüdiger, especialmente el francés),que el ariete del City no desaprovechó para batir a un desesperad Courtois en su salida.

Y aquí finalizó la aventura europea del Real Madrid. Una derrota dura y dolorosa ante eun grandísimo equipo que pone prácticamente de facto punto final a su temporada (a la que sólo restan cuatro partidos de Liga).

Se cierra así un año irregular, con los fiascos de la Liga y la Supercopa de España (no así la Champions), pero en el que los de Carletto se llevan a la buchaca la Copa del Rey, la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes, así como la necesidad de cerrar un ciclo y abrir otro y que sean los jóvenes, criados a los pechos de esta generación tan maravillosa, los que tomen el relevo. Sic transit gloria mundi…

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