
Real Madrid 2-1 Rayo Vallecano: “Lo importante estaba fuera del campo”
En un partido tedioso y aburrido, marcado por el sentido homenaje de jugadores y espectadores a Vinicius, el Real Madrid se llevó los tres puntos en casa ante el Rayo Vallecano por los pelos, gracias a una genialidad de Rodrygo en los minutos finales y tras ver cómo el conjunto franjirojo le empataba en la única vez que tiraba entre los tres palos.
Y es que esta tarde lo verdaderamente mollar y relevante no estuvo en el césped sino fuera de él en la figura de Vinicius. El delantero brasileño finalmente no entró en la convocatoria a pesar de que el Comité de Competición le retiró la roja que De Burgos Bengoetxea le mostró en Valencia y después del triste episdoio vivido allí, por lo que vivió vestido de paisano el gran homenaje que le rindieron sus compañeros en el campo y el público en las gradas.
En primer lugar, todos sus compañeros saltaron al campo con la camiseta con el número 20 y el nombre de Vinicius Jr. en la espalda. Tal y como hicieron, por cierto, los chicos del equipo de baloncesto, que jugaba esta tarde en el WiZink Center ante el Real Betis, e hicieron minutos después las chicas de Real Madrid Femenino en la semfinal de la Copa de la Reina ante el Athletic de Bilbao.

Además de recibir una estruendosa ovación por parte de los casi 50.000 espectadores en las gradas del coliseo blanco, finalmente se concretó con éxito la iniciativa llevada a cabo por algunas personalidades y youtubers madridistas de rendir tributo al brasileño en el minuto 20 con múltiples aplausos, que obligaron a que el jugador, sentado hoy a la derecha de Florentino Pérez en el Palco, tuviese que ponerse de pie y, como los buenos toreros, devolver los aplausos con saludos desde el tercio.
Y hasta aquí lo reseñable del partido porque lo demás no tuvo un pase. Partido feo, aburrido, soso y en el que no hubo prácticamente tensión por parte de ninguno de los dos equipos, que nada se jugaban, salvo sumar tres intrascendentes puntos para su casillero.
Primera parte para olvidar con el “gol del cojo” de Benzema
Ancelotti aprovechó el encuentro para introducir cambios tácticos. En primer lugar, introduciendo a Rüdiger en el lateral izquierdo, dejando a Nacho y Alaba en el eje de la defensa, con Carvajal en la banda derecha. Y en segundo, modificando su habitual esquema táctico de 4-3-3 por un 4-4-2, con Camavinga, Kroos, Modric y Valverde en el centro del campo y delante únicamente con Benzema y Rodrygo.
Con un ánimo meramente funcionarial fueron pasando los minutos sin que nada ocurriese en el campo. Dominio alterno, con un intento de presión alta del Rayo que, sin embargo, Camavinga (espectacular en la recuperación) y junto a Kroos y Modric en la salida de balón, dejaron en nada los tímidos intentos de acercamiento rayista. Apenas un par de lanzamientos lejanos que interceptó cómodamente Courtois fueron los poderes presentados por los de Iraola en la primera mitad.

Sin embargo, el Real Madrid golpeó a la primera que tuvo oportunidad, pese a que tampoco andaba fino en los últimos metros, entre otras cosas porque ni Valverde, que no aportaba nada en la derecha ni tampoco Benzema, muy disminuido por cierto por un pisotón a los 10 minutos que le generó un profundo corte en el pie que le hacía cojear ostensiblemente.
Así, a la media hora y aprovechando un despiste monumental del Rayo en un balón que paró Gil Manzano para atender a un jugador rayista que estaba en el suelo, Kroos sacó bien el balón, vio la llegada de Valverde por el carril central y éste asistió a la espalda de la defensa rayista para que Benzema, aun cojo, logró desbordar a Dimitrievsky y marcó a puerta vacía.
A partir de ahí la nada más absoluta ya que, salvo un intento lejanísimo de Isi Palazón, bien desviado abajo por Courtois y un disparo de Rodrygo desde la frontal que se fue arriba, el partido se fue al descanso sin mucho más que reseñar.
Segunda parte de sopor y goles
A los 10 minutos de la reanudación, en la última bocanada de Modric en el partido, dejó un pase “marca de la casa” con el interior desde la izquierda al segundo palo lo remató Carvajal de volea aunque muy forzado, perdiéndose por encima del marco rayista.
Empezaron entonces los cambios. Primero entró Ceballos por un apagadísimo Fede Valverde a la hora de partido e instantes después Modric dejó su puesto a Asensio y Rüdiger por Tchouameni pero el partido, lejos de mejorar, empeoró.

El Rayo no podía más y el Real Madrid, en ese tono gris y funcionarial, deseando que Gil Manzano pitase el final, dejando pasar el tiempo y contemporizando. Hasta que el minuto 83 se produjo la gran sorpresa de la noche cuando Raúl De Tomás, que había sustituido unos minutos antes a Camello, recibió cómodamente en el área, armó la pierna y su disparo, duro y raso, se coló pegado al palo derecho de Courtois.
Lejos de descomponerse, el Real Madrid aprovechó el “aldabonazo” para meterse de lleno nuevamente en el partido. Se fue claramente hacia delante, recuperó la iniciativa y de la mano de Rodrygo, rompió la igualada a los cinco minutos del tanto visitante.
El brasileño recogió un balón en la zona de tres cuartos, avanzó cómodamente y cuando llegó a la frontal, se acomodó la pelota y la alojó con suavidad, con un leve toque con rosca, que se coló pegado al palo izquierdo de Dimitrievsky.
Y ya con el tiempo vencido, pudo ampliar la ventaja el Real Madrid pero el remate de volea de Ceballos en el segundo palo, tras una maravillosa asistencia de Kroos desde la izquierda, lo desvió el meta rayista con bastantes apuros a córner.