Lunin: 10. Matrícula de Honor. Un partido de los que cambian carreras y el de hoy ha sido el mejor y el más importante de su vida y de la historia del club. Dominó el área, controló el juego aéreo y fue el héroe en los penaltis, parando dos de los cinco lanzamientos.
Carvajal: 10. Matrícula de Honor. Probablemente, el mejor partido de toda su carrera. Hizo suya la banda derecha, con un derroche físico y posicional sencillamente espectacular. Infatigable y lo mejor, inexpugnable. Aburrió a Grealish y pudo con Doku y se vació hasta que se terminó de romper en el minuto 108 y fue sustituido por Militao
Rüdiger: 9. Sobresaliente: Su poder es inmenso, casi absoluto, por arriba, por abajo, por el centro… En todas partes, luchando cada balón como si fuese el último. Y como colofón, anotó el penalti decisivo.
Nacho: 9. Sobresaliente. Se complementó a las mil maravillas con Rüdiger y ambos secaron nuevamente a Haaland, que se volvió a marchar de vacío. Mostró aplomo, calma y contundencia en el que ha sido el mejor partido de la temporada.
Mendy: 9. Sobresaliente. Infranqueable. Desdibujó por completo a Foden, que tuvo que cambiar de banda y fue un seguro de vida al que costó la misma vida superar. Sólo la calidad exagerada de De Bruyne y Bernardo Silva pudieron rebasarle en muy pocas ocasiones.
Kroos. 7. Notable. Los primeros minutos fueron un clinic de toque y salida de balón. Pero sobre todo de sacrificio, mucho sacrificio defensivo. Acabó extenuado y sustituido en el minuto 79 por Modric
Camavinga. 7. Notable. En un partido lleno de altibajos, su poderío físico ayudó a intentar sujetar mínimamente el aluvión skyblue de la segunda parte. Pero nunca perdió el sitio, luchó y apoyó en todo momento y aportó ese toque físico imprescindible en la prórroga para sostener al equipo.
Fede Valverde: 8. Notable Alto. Otra exhibición física del uruguayo, que trabajó como nunca. Un estajanovista que no dejó de correr ni cuando parecía que le habían abandonado las fuerzas. Su primera parte es para enmarcar, pero no tanto como su prórroga.
Bellingham: 7. Notable. Su papel como enganche en la primera parte fue espectacular. Intentó llevar a cabo la presión. Pareció desaparecer en la segunda parte en un bache físico pero resurgió como el Ave Fénix en la prórroga, sobre todo en los últimos minutos.
VInicius: 6. Bien. Lo intentó todo pero se encontró enfrente con un bicho como Walker, que le ganó casi todos los duelos. Aun así, fue clave en el gol de Rodrygo. Acabó reventado y tuvo que irse al banquillo en el minuto 100 por Lucas Vázquez
Rodrygo: 6. Bien. Su gol, clave para llevarse la eliminatoria, fue el «eslabón» más débil de la cadena, pero trabajó como uno más. Fue sustituido en el minuto 83 por Brahim
Modric:6. Bien. Salió con la intención de recuperar mínimamente el control del balón, que parecía perdido irremisiblemente, pero aunque no logró su propósito pero trabajó y se vació con la ilusión y las ganas de un juvenil.
Brahim: 6. Bien. Aportó el desborde necesario para intentar romper las líneas del City y lo intentó todo. No dejó una gota de sudor en su cuerpo y colaboró lo que pudo en intentar llevar peligro a la contra.
Lucas Vázquez: 7. Notable. A pesar de que, tras la lesión de Carvajal, tuvo que bregar con esa lanza llamada Doku, cumplió sobradamente y se dejó la vida en cada balón. Incluso intentó proyectarse con peligro para intentar sorprender a la contra en los últimos minutos. Clave para controla los ataques del City por la banda derecha en la prórroga.
Militao: 5. Aprobado. Pasó sin pena ni gloria pero su presencia ayudó para tapar cualquier fisura en la defensa madridista.
Carlo Ancelotti: 9. Sobresaliente. Ofreció un equipo con dos caras tremendamente distintas. Una brillante, en los primeros 45 minutos en los que supo controlar las acometidas del City y sorprender a la contra. Otra, menos vistosa pero tremendamente eficaz, defendiendo en bloque bajo, seguramente porque el City le acabó metiendo en su área, pero con una solvencia impresionante. El mejor trabajo defensivo que se le recuerda en años. Llegar vivos a la prórroga ya fue una heroicidad en sí misma.