Real Madrid 0-4 FC Barcelona: «Otra noche de pesadilla»
El Real Madrid se ha llevado un durísimo correctivo por parte de un Barça que fue infinitamente mejor en las áreas, en un partido marcado por la puntería y el acierto culé en momentos clave ante un equipo, el de Carletto, que quedó destrozado en la segunda mitad tras los tantos consecutivos de Lewandowski en los primeros miuntos de este período.
A pesar de que el Real Madrid fue mejor y dominó la primera mitad, el Barça tuvo el acierto necesario para romper el duelo y supo aprovecharse de la calamitosa actuación defensiva blanca, donde quedó tremendamente señalado Lucas Vázquez, retratado en la mayoría de los tantos culés. Por tanto, si no estás acertado en las áreas, tienes todas las posibilidades de perder y si, además, tu rival sí está atinado, el desastre está servido.
Y es que hay que decir que los de Flick están en estado de gracia, con su tripleta ofensiva (Lewandowski -que parece haberse quitado 10 años-, Raphinha y Yamal) absolutamente desatados. Si el otro día contra el Bayern anotaron cuatro tantos en cinco o seis disparos a puerta, hoy ha sido algo similar. Y con 0-2, y Ancelotti lento y desacertado con los cambios y con el equipo a tumba abierta, permitió que el Barça le destrozase en una serie de contras letales.
Dominio madridista sin goles en la primera parte
En lo deportivo hay que decir que en la primera mitad el Real Madrid salió con la actitud y el espíritu de las grandes noches. Dominador, con una buena circulación de balón y con ganas de llevarse el partido por la vía rápida, con un «once» sin demasiadas sorpresas, con Lunin bajo los palos, Lucas Vázquez, Militao, Rüdiger y Mendy en defensa, Camavinga, Tchouameni, Fede Valverde y Bellingham en la medular y con Vinicius y Mbappé en punta.
Eso sí, el primero en avisar fue Yamal en un mano a mano con Lunin en el minuto 13 que el delantero español no estuvo fino a la hora de culminar. Esto dio lugar a la primera gran ocasión madridista, que llegó en el minuto 21 con una gran galopada de Vinicius, marca de la casa. El brasileño dejó atrás a Koundé pero a la hora de disparar a puerta, su lanzamiento se marchó fuera, pegado al palo izquierdo de Iñaki Peña.
Trató de responder el Barça unos minutos más tarde, con un remate de cabeza de Iñigo Martínez a pase de Raphinha, que se marchó ligeramente alto, por encima del larguero de Lunin y ya no volvió a pisar el área madridista en toda la primera parte.
Entonces, en la primera vez que el Real Madrid lograba traspasar la frontera del fuera de juego de la defensa hiper adelantada del Barça, con un buen pase de Lucas Vázquez al espacio que finalizaba Mbappé con un gran toque por encima de Iñaki Peña para hacer el primero. Sin embargo, Sánchez Martínez, a instancias del VAR y según los gráficos del sistema de Fuera de Juego Semiautomático, invalidó el tanto por la milimétrica posición adelantada del francés.
A partir de ahí, el Madrid siguió dominando aún más si cabe al Barça, al que apenas le duraba el balón pero no hubo más ocasiones y el partido se fue al descanso con un empate a cero que en nada hacía presagiar el desastre que, sin duda, se iba a avecina en la segunda mitad.
Debacle madridista y goleada en la segunda mitad
La segunda parte comenzó con un cambio en el Barça, a la postre decisivo y es que Flick dejó en el banquillo a Fermín y sacó a Frenkie De Jong, liberando a Pedri y el Barça recuperó el control del balón. Y así, fruto de este control, a los ocho minutos de la reanudación llegó el primer mazazo.
Casadó lanzó un centro a la espalda defensiva del Real Madrid, muy desubicada y con Mendy rompiendo por centímetros el fuera de juego. Entonces, Lewandowski completamente solo, no desaprovechó el regalo y batió a Lunin con un disparo raso y pegado al palo izquierdo.
Aquello fue el principio del fin, porque apenas un par de minutos después, y en pleno desbarajuste defensivo madridista, Balde recibió con comodidad en la banda derecha madridista, sólo importunado (y no de cerca) por Bellingham.
El lateral español colocó un fantástico centro al corazón del área donde Lewandowski, de nuevo solo y sin más marca que las miradas de Militao y Mendy, conectó un remate de cabeza de esos que se dicen «académicos». Marcó los tiempos y mandó la bola pegada al palo izquierdo, haciendo imposible la estirada de Lunin.
Sin comerlo ni beberlo, el Madrid no sólo había perdido el control del partido y el manejo del balón sino que además se encontraba con dos goles de desventaja como el martes ante el Borussia. Pero ni Flick es Sahin ni el Barça es el Borussia y, aunque Ancelotti intentó reaccionar metiendo de inmediato a Modric por Tchouameni, el equipo no carburó.
Alocado e impreciso, se lanzó a tumba abierta contra el Barça buscando la reacción, que con más corazón que cabeza pudo haberse producido porque en el minuto 63, Vinicius le sirvió una maravillosa asistencia con el exterior a Mbappé, que se plantó solo ante Iñaki Peña pero falló estrepitosamente en el mano a mano, disparando «al muñeco».
El rechace, muy forzado, le cayó a Modric en la frontal y en un difícil remate de primeras, intentó sorprender al meta blaugrana, fuera de la portería, pero su disparo se marchó ligeramente desviado.
Dos minutos más tarde, en pleno arreón madridista, en este caso por la derecha, Mbappé recibió otro «caramelito» de Bellingham en forma de pase de al espacio que el francés aprovechó para batir, esta vez sí, a Iñaki Peña. Sin embargo, se volvió a encontrar en posición ilegal y el tanto también fue invalidado por fuera de juego.
Fallos en ambas áreas del Real Madrid, imposible remontada
Con el Madrid volcado en la meta azulgrana, era previsible que el Barça buscase la contra, como así hizo en la siguiente jugada. Raphinha le ganó la espalda a Lucas Vázquez una vez más y asistió al centro del área para que Lewandowksi, libre de marca y a puerta vacía, mandase el balón al palo izquierdo de Lunin cuando se cantaba el tercero.
En el minuto 67 y con los de Ancelotti completamente fuera de sitio, el Barça calcó la misma jugada anterior y con los mismos protagonistas. Raphinha volvió a abusar de Lucas y asistió a Lewandowski, pero en esta ocasión su disparo se marchó por encima de la meta de Lunin.
Dos minutos más tarde, el Real Madrid pudo volver a meterse en el partido con una jugada a balón parado, en una falta botada por Modric desde la izquierda del ataque blanco que Bellingham, adelantándose a la defensa, no remató bien y su disparo se perdió, pegado al poste. Y es que ayer no era el día para nadie.
La prueba, la jugada del minuto 70, en la que de nuevo Mbappé, adelantándose a la defensa, se volvió a plantar solo ante Iñaki Peña y, de nuevo, volvió a fallar estrepitosamente, disparando otra vez contra el cuerpo del portero culé, ante la desesperación del público del Bernabéu, que veía cómo se iba esfumando el espíritu de la remontada.
El acabóse llegó en el minuto 76, cuando Raphinha aprovechó las dudas de Lucas Vázquez al intentar despejar un balón y, con decenas de metros por delante, vio la llegada de Lamine Yamal, totalmente desmarcado por la derecha. Entonces, el delantero culé, que no había brillado excesivamente durante el partido, hizo gala de su enorme talento y se despachó un fenomenal golazo, con un disparo durísimo, por el palo corto de Lunin que entró por toda la escuadra. Punto final para el partido.
Eso sí, el Barça, que para estas cosas hace gala de un instinto asesino que no tiene el Real Madrid en estas ocasiones, olió la sangre y vio la descomposición madridistas (que a todo esto no había hecho ningún cambio aún) y fue a por más. Y lo encontró.
En el minuto 83, en un balón largo a la espalda de, quién si no, Lucas Vázquez, Raphinha se marchó solo y se plantó ante Lunin, al que batió de un sutil toque por encima, con una suave parábola a la que no llegaron ni el propio Lucas ni Militao, para redondear la goleada.
Los últimos minutos pasaron con los jugadores del Barça buscando anotar el quinto y con los del Real Madrid, en la viva imagen de la impotencia, y alguna marrullería por parte de Gavi, quien a pesar de jugar unos pocos minutos, vio una amarilla y tuvo tiempo de mostrar sus malas artes, con un conato de tangana con Vinicius. Afortunadamente, la cosa no fue a más , finalmente, tras apenas un par de minutos de prolongación, Sánchez Martínez decretó el final del encuentro.
Ahora toca abrir una profunda reflexión sobre cómo se pudo defender tan mal y esperar que alguien como Mbappé pueda recuperar cuanto antes ese instinto goleador y el acierto, algo de lo que está adoleciendo el francés en este primer tramo de la temporada.
Ficha técnica del partido
Real Madrid: Lunin; Lucas Vázquez, Rüdiger, Militao, Mendy (Fran García, ’86); Bellingham, Valverde, Tchouameni (Modric, ’62), Camavinga (Brahim, ’77); Vinicius y Mbappé.
FC Barcelona:: Peña; Koundé, Martínez, Cubarsí, Balde; Casadó (Dani Olmo, ’65), Pedri (Gavi, ’87); Yamal, Fermín (De Jong, ’46), Raphinha y Lewandowski.
Arbitro: Sánchez Martínez (Col. Murciano). Por el Real Madrid vieron la amarilla Vinicius y Militao, mientras que Casadó, Koundé, Iñigo Martínez, Iñaki Peña y Gavi a vieron por el Barça.