Pegada defensiva

¿Cuántas opiniones se han convertido en información desde que somos madridistas? Creo que ninguno viviríamos lo suficiente como para poder contarlas. La pegada es una de esas opiniones que de tanto escucharla se convirtió en información; de la buena, de esa que tiene sus propias fuentes, aunque ninguno sepa de ellas. Más curioso es, que otras opiniones como que el Barça roba dinero público y que los indios lloran como bebés, no se conviertan ni en tendencia ni en información, aunque los tribunales así lo atestigüen, y las casi champions lo corroboren.

Sin pensar en otros, como les gusta a hacer a algunos, centrémonos en nuestro estreno en UCL contra el Shakhtar. Tras enfrentarnos al Sporting, Betis y Espanyol, parecía que un equipo algo más intenso es lo que nos hacía falta. Ese equipo, si bien, no ostenta un gran palmarés, tiene el mejor ranking UEFA de los equipos que se enfrentaban en la primera jornada con equipos españoles. 

Será mi manera de verlo, no lo negaré, pero el partido no me gustó desde que empezó. Me pareció bien la alineación, me alegré de ver a Varane en el equipo titular, y deseé que Isco mejorara su rendimiento del sábado pasado, pero no me parecía que estuviéramos desarrollando un buen planteamiento; o al menos, no se reflejaba en el campo.

El primer gol llegó tras una cantada del portero rival sí, pero hay que estar ahí esperando que eso pase y poder anotar. Tras el descanso, había que cambiar algo si queríamos que se reflejara en el marcador, no podíamos olvidar que se trataba de la UCL y todo suma o resta sin mucha posibilidad de rectificación. Sin quererlo, esos cambios llegaron, pero no de una manera táctica, con necesidad de pizarras no; llegaron por las lesiones –unidas a la de Bale– de Varane y Ramos. Nos quedábamos sin cambios para una posible necesidad de revolucionar el partido; por suerte para nosotros, no lo necesitamos. 

Un penalti inexistente, junto con otro muy claro, pusieron el marcador en 3-0. Entre penalti y penalti y ocasiones fallidas, Karim exhibió su técnica, difícil de ver en otros equipos, y más aún con los propios aficionados viendo solo la parte negativa… ¡Perdón! Se me olvidaba que hablo del Real Madrid, y disfrutar no es algo muy común en su afición. Incluso el portero del Shakhtar, pudo demostrar que su fallo del primer tiempo, era solo eso, un fallo; y realizó una de esas paradas que ocurren un par de veces en la vida. 
Cristiano, pudo reafirmar, que la sequía es directamente proporcional a la envidia y marcó otro gol: ocho en tres días.

¿Y qué pasó con nuestra portería? Pues de nuevo, el día de la marmota desde que está bajo palos Keylor, aunque nos diera un susto nada más empezar el partido. Sin tener que trabajar en absoluto durante el resto del partido, en el  minuto 90, volvió a demostrar su concentración en el partido y su estado de forma. En ese momento, no lo dudé, oí en mi interior numerosas voces de periodistas, alegando al sistema ultra defensivo de Benítez el no haber encajado ningún gol. Nada de Keylor. 

Para mí, la defensa no está bien, y si el Shakhtar se lo hubiera creído, el cambio obligado de centrales y las desconexiones en defensa de Marcelo y Carvajal, hubieran supuesto algún gol en contra.

La pegada vuelve a ser información, tras los 16 goles a favor; esa pegada que solo desapareció en Gijón y a la que nadie aludió. Dar la vuelta a la tortilla es algo en lo que todos han sacado matrícula de honor, y nuestros números, a día de hoy sobre el papel, son de un equipo defensivo.

El sábado nos espera el Granada, también con dudosa intensidad para no variar; debe ser que Barça y ATM no juegan contra ellos, y mucho me temo que tendremos que volver a vivir el día de la marmota.

Sí, nada cambia, todo sigue igual… seguimos siendo campeones del Mundo, el doble de UCLs que el segundo equipo de España, y diez más que el tercero.
Desde aquí… sigamos disfrutando de cómo la bilis no deja de recorrerles día y noche.

¡HALA MADRID Y NADA MÁS!

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