Crónica: Real Madrid 1-2 Celta de Vigo | Ida cuartos de Copa

Real Madrid 1-2 Celta de Vigo: “Queimada celtiña en el Bernabéu”

Real Madrid 1-2 Celta de Vigo
Lucas desolado tras perder el balón del 1-2 | Real Madrid 1-2 Celta de Vigo

 

El partido de ida de cuartos de final de Copa del Rey, disputado anoche en un gélido Santiago Bernabéu, se saldó con la segunda derrota consecutiva del Real Madrid y la primera en su estadio desde que el Atlético de Madrid ganó en Liga por 0-1 el pasado mes de febrero de 2016.

Un castigo a todas luces excesivo, habida cuenta que el Real Madrid llevó las riendas del encuentro durante gran parte de los 90 minutos y, especialmente, en la primera mitad, donde el club blanco dominó a placer y el Celta apenas dispuso de ninguna oportunidad. Sin embargo, dos fallos puntuales en la defensa del Madrid provocaron dos fogonazos letales del equipo gallego, que ponen muy cuesta arriba la eliminatoria para la vuelta.

Es cierto que en la segunda mitad el caudal ofensivo del equipo bajó bastante, coincidiendo con un notable apagón en la “sala de máquinas” madridista, con un gris Kroos y un Modric que apenas tuvo presencia en el equipo después del descanso

Preocupa, eso sí, la falta de pegada del equipo. Sí, ésa que junto a la aparentemente marchita “flor” de Zidane, eran por lo visto el único leit motiv del Madrid para haber mantenido durante 40 partidos consecutitvos una histórica racha de imbatibilidad. Ayer, aun sin gozar de grandes ocasiones de cara al marco de Sergio Álvarez, tanto Benzema como Cristiano Ronaldo gozaron de sendas oportunidades claras ante el marco del Celta y, como en el caso de la derrota liguera ante el Sevilla, se acabaron yendo al limbo.

Una primera mitad de dominio con sustos

Real Madrid 1-2 Celta de Vigo
Acción de Cristiano Ronaldo | Real Madrid 1-2 Celta de Vigo

 

Desde el pitido inicial se vio que el Madrid iba a ser protagonista, con un equipo plantado con un claro 4-4-2. La defensa de gala, con la baja de última hora de Carvajal por lesión, sustituido por Danilo, y con la línea de centro del campo con los “tres tenores” (Kroos, Modric y Casemiro) moviendo el balón y Lucas Vázquez, que volvía de nuevo al “once”, ayudando por la banda derecha a Asensio, la gran novedad del equipo, y Cristiano en el ataque.

Enfrente se situó un muy defensivo -y muy bien plantado- Celta de Vigo, con un claro 5-3-2-1, con las líneas muy juntas y tratando de presionar con fuerza la salida del balón del conjunto blanco.

Sin embargo, el Madrid no se encontró con demasiados problemas a la hora de superar la línea de presión celtiña y empezó a controlar con solvencia el juego, aunque sin concretar ese dominio con oportunidades claras de gol, debido a que el Celta se cerró muy bien y apenas dejaba espacios.

Tanto Modric por la derecha, ayudado en ocasiones por Danilo, el Madrid empezó a percutir sobre la defensa del Celta, dado que la banda izquierda estaba bien tapada, gracias entre otras cosas al ímprobo trabajo de desgaste llevado a cabo por Wass sobre Marcelo. Esto dejó todo el trabajo ofensivo por esa zona a Toni Kroos, que se empeñó en buscar unos huecos que ni Cristiano, que por más que lo intentaba no le salía nada, y Asensio, por su banda, no lograban abrir.

Con el Madrid moviendo el balón con soltura aunque sin profundidad, con centros desde las bandas sin demasiado peligro, el Madrid dominaba pero seguía sin crear peligro. Todo lo más, algún disparo lejano desde fuera del área, como uno de Kroos en el minuto 30 y otro de Lucas Vázquez, apenas tres minutos después.

Aún así, el Celta dio un par de sustos importantes en la segunda parte, especialmente jugando a la contra. El primero, nada más empezar , cuando en el minuto 13, Iago Aspas recogió por la banda izquierda del Madrid un balón que se había quedado suelto, aprovechando que Ramos se quedó descolgado rompiendo el fuera de juego, con Wass completamente solo en el punto de penalti. Sin embargo, el centro-chut de Aspas se fue a la banda ante la desesperación de su compañero.

El segundo, otra contra perfectamente hilada en el minuto 35, cuando Wass, en un nuevo error defensivo, se quedó solo, pasando a”Chelo” Díaz cuyo disparo desde la frontal acabó desviado por Casilla.

A esta jugada le respondió el Madrid  con una gran jugada llevada por Ramos, cuyo centro dejó en una buena posición a Cristiano pero su disparo, mordido, salió muy flojo y sin peligro cuando ya se cantaba el gol en la grada del Bernabéu.

Desde ese momento, el encuentro entró en una fase de respeto mutuo, en el que el Madrid pareció optar por controlar más el balón y evitar más sorpresas desagradables que encarar el área céltica, con lo que se entró en un tercio final de calma chicha que sólo se vio sobresaltado por un derribo por agarrón de Cabral sobre CR7 en el mismo borde del área del Celta. Sin embargo, Fernández Borbalán decidió mirar para otro lado y, a pesar de las protestas del delantero luso, la jugada acabó sin consecuencias.

El despropósito defensivo, clave en la derrota blanca

Real Madrid 1-2 Celta de Vigo
Gol de Iago Aspas | Real Madrid 1-2 Celta de Vigo

 

Con los dos equipos en los vestuarios, el partido arrancó con una pinta muy similar al de la primer parte. El Madrid teniendo el balón y el Celta bien arropado atrás, esperando sorprender a la contra, habida cuenta además de que esta noche la defensa blanca parecía estar algo despistada.

Desgraciadamente para Zidane, las cosas tuvieron que cambiar rápidamente puesto que cuando apenas se llevaban disputados tres minutos desde la reanudación, Marco Asensio era literalmente atropellado por Roncaglia, llevándose un porrazo de impresión en la cabeza, además de un tremendo pisotón en su mano derecha.

Tras un par de minutos siendo atendido en la banda, Asensio volvió al campo pero tan sumamente dolorido que en el minuto 53 tuvo que ser sustituido por Alvaro Morata, lo que alteró el dibujo inicialmente previsto por Zidane. Aunque el delantero madrileño empezó jugando casi de interior izquierdo, acabó permutando su puesto con Cristiano Ronaldo, con más movilidad pero con el mismo escaso acierto en el remate.

En ese momento, el partido entró en una fase de dominio más intenso del Madrid pero absolutamente infructuoso ya que el Celta, muy bien plantado en el campo, obligaba a canalizar el ataque madridista constantemente por las bandas y sin más recurso que un constante bombeo de balones, casi todos sin peligro, hacia el centro del área.

Aún así, tanto Lucas como sobre todo Morata gozaron de sendas clarísimas oportunidades. Sobre todo Morata, en una de las pocas oportunidades que el Madrid logró triangular en la frontal del área, lanzó fuera un balón de gol, así como un tiro de Lucas Vázquez que se fue alto por poco.

Lo que nadie se iba a esperar es que el Madrid cometiese el error infantil en defensa que llegó a cometer en el minuto 64 cuando una rápida contra del Celta por la derecha llevada por Bongonda pilló al Madrid con la zaga totalmente descolocada. De nuevo Ramos volvía a quedarse descolgado, habilitando el ataque del jugador del Celta y éste, prácticamente sin oposición, logra meter el pase de la muerte hacia el centro del área blanca para Aspas disparase a bocajarro a Casilla.

En primera instancia, el balón fue interceptado por Marcelo que llegó in extremis a cortar la jugada pero su intento de despeje acrobático con el tacón le volvió a Aspas quien de nuevo solo, ejecutó sin piedad el marco del Madrid.

Un tremendo jarro de agua fría sobre una ya de por sí gélida noche que, sin embargo, fue bien encajado por el equipo madridista. Apenas cinco minutos más tarde y, en un arranque más de casta que de juego, acrecentó su presión que rápidamente tuvo sus frutos. Una jugada de Kroos culminó con un pase hacia Marcelo en labores de auténtico extremo izquierdo, que se  despachó una excelente volea que se encajó a presión en el marco de Sergio, tras tocar sobre la espalda de Roncaglia.

Real Madrid 1-2 Celta de Vigo
Jugada personal de Marcelo | Real Madrid 1-2 Celta de Vigo

 

Lo que nadie se podría esperar es que, nada más sacar de centro, el Madrid iba a protagonizar otra pifia defensiva del calibre que cometió Lucas Vázquez. Encimado por Jony, el bravo delantero gallego perdía el balón en el medio del campo del Madrid ante el lateral del Celta, pillando a contrapie a toda la defensa blanca.

Aprovechando ese desconcierto, Jony tiró una excelente pared con Iago Aspas, que le devolvió una magistral asistencia que dejó totalmente solo al lateral gallego quien, libre de marca, batiendo por bajo a Kiko Casilla.

A partir de ese momento, el Celta se encerró aún más en su campo, apretó sus líneas y cerró los pocos espacios libres que había dejado hasta entonces y el bloqueo madridista fue total. De nuevo sin más recurso ofensivo que el centro al área, el Madrid apenas tuvo ya ocasiones de empatar el partido.

Pero aun así el Madrid la tuvo en las botas de Benzema, que falló inexplicablemente la que fue la mejor oportunidad de marcar de todo el partido. Ocurrió en el minuto 83, cuando una gran jugada de Marcelo acabó en los pies de Morata. En la frontal del área pequeña, el ariete madrileño bajó el balón para que Benzema, completamente solo, empujase el balón a las redes. Sin embargo, el disparo del francés, excesivamente fuerte, acabó en la grada.

Los últimos minutos fueron un despropósito táctico del Madrid, que acabó enredado en la telaraña del Celta, que decidió que ya no se jugase más a base de cambios y, por qué no decirlo, debido a la escasa inteligencia de jugadores como Morata, que cometió dos faltas absurdas, y el árbitro, después de tan sólo tres minutos de descuento, mandó a los jugadores a los vestuarios.

Ahora le queda una dura papeleta al Real Madrid que tendrá que ganar al Celta en Balaídos dentro de una semana por un mínimo de dos goles y, sobre todo, luchar contra los fantasmas del Madrid de Ancelotti de 2015. Recordemos que en aquella ocasión, otra racha triunfal del Madrid se tradujo en un hundimiento descomunal del equipo a la vuelta del parón invernal.

Sin embargo, y a diferencia de aquella racha, en mi opinión, el Madrid presenta otro aspecto ya que, partidos como el del Sevilla en Liga o este mismo, nos dejan a un equipo más sólido y con menos dudas, que nos deben hacer huir, al menos de momento, de pensar que estamos en crisis. Las sensaciones que nos dejó el Madrid estos dos partidos, especialmente el de Sevilla, son esperanzadoras para afrontar no sólo el partido de vuelta sino también los próximos compromisos ligueros.

Podcast 4×30 ‘Congela2’ Real Madrid 1-2 Celta de Vigo

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