Crónica Real Madrid 3-1 Eibar | Jornada 28 Liga Santander

Marcelo, rodilla en tierra, celebra su gol, el tercero de la tarde | Real Madrid 3-1 Eibar

Real Madrid 3-1 Eibar: “La vieja Nueva Normalidad”

El Real Madrid se ha llevado tres importantes puntos en la reanudación del campeonato liguero después de casi 100 días sin fútbol en un desértico estadio Alfredo Di Stéfano.

Sin embargo, no se puede decir que el Real Madrid haya jugado un partido completo ya que,  pesar de lo contundente del resultado, los de Zidane decidieron que con 45 minutos ya habían tenido bastante.

Aunque estuvieron sobre el césped, la segunda parte no existió y, con el partido dominado y encauzado, con un cómodo 3-0 al descanso, la inmensa mayoría del equipo desertó y fue un juguete en manos de un Eibar que hizo lo que quiso, dominó a su antojo y, aunque acortó levemente distancias, la gran actuación de Courtois impidió que se pasara más apuros del que se pasaron.

Aun así y en descargo de Zidane y los suyos, es comprensible que se bajase el pistón una vez conseguido el objetivo de encarrilar el partido y por la vía rápida.

Antes del inicio del partido, los dos equipos brindaron un minuto de silencio a las víctimas del COVID19

No podemos ni debemos olvidarnos que el Real Madrid, como el resto de equipos, tienen un apretadísimo calendario, con partidos cada tres o cuatro días y eso, tras casi 100 días de parón, con un régimen de entrenamientos muy diferente al habitual debido al confinamiento y las medidas de seguridad sanitaria de estas semanas, hace que cualquier gramo de fuerza se deba reservar como oro en paño para afrontar el final de esta accidentada Liga.

Sobre todo si al descanso has perdido a Carvajal por lesión y te llevas un susto mayúsculo con Marcelo quien, tras unos minutos en los que parecía ligeramente mareado, también estuvo a punto de dejar el partido.

En definitiva, que hemos vuelto a asistir a un Real Madrid de dos caras, que ha ofrecido una vez más la viva imagen de Dr. Jekyll y Mr. Hyde. Una imagen que, desgraciadamente y a pesar de la Nueva Normalidad a la que tendremos que acostumbrarnos, ya hemos visto en otras ocasiones esta misma temporada.

Ahora bien, en un arranque de buenismo provocado por este parón tan largo, quiero pensar que esta vez, las excusas han pesado más que el pésimo juego desplegado en la segunda mitad y me quedaré con las buenas sensaciones -que también las ha habido- en la primera parte.

El Real Madrid arrolló al Eibar y por la vía rápida

Eso sí, la primera parte fue bastante diferente, con un “once” de nuevo sorprendente, con Zidane dando entrada a la “vieja guardia” de Cardiff, con Carvajal y Marcelo en los laterales, Ramos y Varane en el eje de la defensa, un centro del campo con Casemiro, Kroos y Modric y con una delantera revolucionaria, con el recuperado Hazard, Benzema y la inclusión sorpresa de Rodrygo.

El Real Madrid salió decidido a solventar el partido por la vía rápida y a fe que lo consiguieron ya que cuando apenas habían transcurrido tres minutos, una melée en el área provocada por una incursión de Benzema, dejó un balón dividido casi en el vértice izquierdo del área y Kroos, con la suavidad de un guante pero con la precisión de un cirujano alojó en toda la escuadra de forma magistral para anotar el primer tanto de la “Nueva Normalidad”.

Con esta espectacular vaselina anotó Kroos el primer tanto del partido | Real Madrid 3-1 Eibar

Un gol marcado, eso sí, por la polémica por la posición aparentemente adelantada de Benzema en el inicio de la jugada pero que el VAR, tras algo más de un minuto de suspense, dio por bueno ya que, aunque por milímetros, el francés estaba bien situado.

Ese gol asentó al equipo y sirvió para disipar las dudas sobre cómo le iba a sentar al equipo jugar en un campo tan pequeño como el Di Stefano y con las gradas vacías. No había, desde luego, mejor medicina que encaminar el partido nada más comenzar y el equipo lo agradeció.

Aunque con un ritmo parsimonioso y lento, tocando y tocando y sobre todo volcando el juego por la banda izquierda, con un Benzema un poco atolondrado en el principio pero luego magistral en sus movimientos y con un Hazard voluntarioso, aunque con la salud en peligro debido a un par de durísimas tarascadas de la defensa armera que hicieron contener la respiración a más de uno.

Con el partido dominado y sin apenas apuros, el Real Madrid llegó hasta el minuto 30 Benzema hizo lo que mejor sabe hacer. Moviéndose como un felino como mediapunta sirvió un pase imposible a la derecha, ocupada en ese momento por Hazard. El belga, completamente solo ante Dimitrovic vio la llegada de Ramos como un Miura y le asistió para que el camero anotase el segundo tanto.

Sergio Ramos, anotando a placer el segundo gol del partido | Real Madrid 3-1 Eibar

Con el 2-0 el EIbar se descosió del todo y el Madrid jugó sus mejores momentos. Hazard lo intentaba, con cierto éxito, mientras que Kroos y Modric parecían disfrutar del partido a conciencia, repartiendo balones y jugando con mucho criterio.

Así, siete minutos más tarde, de las botas de Modric, jugando casi como extremo derecho puro, salió un pase excelente a la olla que acabó en Benzema. El francés asistió a Hazard pero no acertó a rematar y el balón rebotado salió rebotado hasta la frontal del área donde Marcelo, imitando a Roberto Carlos, se despachó un zurdazo seco y duro que se coló como un misil pegado al palo izquierdo de Dimitrovic.

E incluso hubo tiempo para un cuarto gol, ya en el descuento cuando Rodrygo, en una inmejorable posición, remató mordido un excelente servicio de Marcelo desde la izquierda y el balón acabó en las manos del meta eibarrés.

Un equipo irreconocible en la segunda parte

Lo que nadie se iba a poder imaginar es que, tras la reanudación, el partido diese un giro tan radical como el que dio. Es más, estoy convencido de que ni siquiera el propio Mendilíbar se habría esperado encontrarse un rival tan relajado y disperso como el que se encontró tras el descanso.

Sin intensidad, sin garra y sin la mínima tensión exigible, los de Zidane volvieron del vestuario con una caraja colosal y sin Carvajal, sustituido al descanso por una torcedura de tobillo. El cambio, eso sí, tan inexplicable como la actitud del equipo ya que, sorprendentemente, fue Mendy y no Militao quien sustituyó al canterano madridista en la demarcación de lateral derecho.

Benzema brilló con luz propia en la primera mitad pero se apagó tras el descanso | Real Madrid 3-1 Eibar

Aun así, eso no fue lo peor que se pudo ver sobre el césped del Di Stéfano en la segunda mitad. El equipo se deshilachó y, sin que el Eibar les apretase demasiado las clavijas, desaparecieron del campo y el balón cambió de dueño.

La pelota dejó de estar en las botas de los jugadores del Real Madrid, el centro del campo se volvió transparente, en parte por el bajón físico más que evidente de Modric y la desaparición de Kroos, que perdió todo contacto con el balón.

Así pues y con un poco de empuje por parte de los de Mendilíbar no hubo muchos problemas para que el Madrid acabase enclaustrado en su área, con un balón que apenas les duraba entre poco y nada.

Sin gran esfuerzo, el Eibar dispuso de varias ocasiones para acortar distnacias y meterse en el partido pero la gran actuación de Courtois, sacando dos portentosas manos, una abajo a disparo lejano de Orellana y otra, espectacular, desviando con una gran estirada un balón de Edu Expósito que se iba directo a la escuadra.

Es más, en la jugada siguiente, Sergi Enrich le metió el miedo en el cuerpo a los de Zidane al cabecear al larguero un saque de esquina. Pero ni por esas. El Real Madrid no despertó de su letargo. Nada era capaz de despertarle de la siesta.

Ni siquiera cuando, llegados a la hora de partido, un remate de Expósito ante Rodrygo impactó accidentalmente sobre la espalda de Bigas, despistando a Courtois que vio cómo el balón se le metía por entre las piernas.

Poco pudo hacer Courtois para evitar el gol de Bigas para el equipo armero | Real Madrid 3-1 Eibar

Nada, ni por esas. El Real Madrid continuó con su letargo y en él se instaló durante el resto de la segunda mitad a pesar de que Zidane intentó agitar el avispero sacando a Vinicius, a Bale y a Militao por Rodrygo y unos tocados Hazard y Sergio Ramos.

Desgraciadamente para los de Mendilíbar, las fuerzas no le respetaron y aunque lo intentó, lo cierto es que, tras el gol, el partido fue cuesta abajo y sin frenos tanto en ritmo como en intensidad y el Eibar ya no volvió a cercar la meta de Courtois.

El Real Madrid, sin más argumentos que un par de balones largos al espacio para que un desacertadísimo Vinicius no fuese capaz de aprovecharlos, decidió dormir el partido y, aprovechando que el Eibar entregó la cuchara y, sabedores de la imposibilidad de remontar, firmó una rendición más que honrosa.

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