Luka Modric, el que no envejece nunca

El croata cumple el sueño de muchos futbolistas, el jugar al mismo nivel con 35 años a cuestas. Una gran parte del público futbolero estuvo convencido allá por el 2018, que Modric debería dar un paso al costado. La única razón: el carné de identidad. Por cierto, ese año Luka ganaría el premio “The Best” y el “Balón de Oro”.

Acusaron a Zidane de irse del Real Madrid y no haber echado a Modric, es más, que fue ese uno de los motivos de su partida en aquel momento. No haber tenido la personalidad de hacer una revolución en la que iba incluido Kroos. Si, a Zidane, un hombre de mil batallas en el mundo del fútbol. 

En la actualidad, más allá de sus estadísticas que veremos luego, lo importante es la trascendencia de “Lukita” en el juego. Es decir, su posición de interior continúa siendo una de las piezas claves para el funcionamiento colectivo del Real Madrid. 

Normalmente se instala unos metros más allá a la derecha de Casemiro. Su elaboración del juego contiene aún intacta la inteligencia y velocidad necesaria para hacer daño al rival, que muchas veces no da con la tecla para contrarrestar a un deportista cada vez más cercano a los cuarenta. Dicha función en muchas ocasiones es tarea de chicos de 20 ó 21 años, que sufren y miran al banquillo buscando la respuesta de su entrenador que solo atina a encogerse de hombros.

Decíamos que se instala por derecha, pero cuando el árbitro inicia el partido, Modric corre a apoyar las zonas en las que hay inferioridad para ofrecer una salida a sus compañeros. Ellos respiran tranquilos al ver al croata cerca de ellos. 

En labores defensivas, es uno de los que más disciplina tiene en los momentos de repliegue, el retornar a posiciones posteriores creando un cerco junto a Casemiro y Kroos para complicar la vida del ataque contrario. Su tenacidad para recuperar el balón es hasta conmovedor. Le hemos visto recorrer 30 metros en los últimos minutos de algún partido, para quitarle la pelota a un sorprendido rival que ni llega a los 25 años. 

Pero la parte que más nos encandila de Modric son las asistencias. La manera de darle al balón la dirección, velocidad y precisión en cada pase son para el museo del Bernabéu. Todo niño que quiere perfeccionar esa virtud, debe ver vídeos del croata. Seguro más de uno aprende algo del maestro.

Mención honrosa (muy honrosa), a sus disparos de larga distancia. Cierto es que contra el Atalanta no ofrecieron su mejor versión, pero es indiscutible que cuando le da al balón como quiere, al portero sólo le quedará la resignación.

Luego quedan las sensaciones, muy importantes en este juego. Se le ve entero, fuerte, fresco y Zidane confía a ciegas en él. Cuando su magia no se pasea por el verde se nota, el Madrid lo nota y los aficionados también. Ni que decir los rivales que se ven con una preocupación menos. 

Las preguntas son: ¿Qué hacemos con Luka Modric?, ¿Le renovamos?, ¿Le echamos ya?, ¿No nos decían los expertos que ya estaba acabado?

Vamos a las estadísticas. Según la web infogol.net en la temporada 2020/21 de La Liga, Luka Modric ha jugado 21 partidos (más dos como sustituto). Ha realizado nueve lanzamientos a puerta de un total de 16 lanzamientos y ha marcado tres goles (1,45 xG). 

El croata tiene una media de 62 pases por partido con una tasa de pases completados del 89% y tiene dos asistencias. Ha recibido dos tarjetas amarillas y 0 tarjetas rojas.

En la temporada 2020 de la Champions League, Modric ha jugado cinco partidos (más dos como sustituto). Ha realizado dos lanzamientos a puerta de un total de cinco lanzamientos y marcado un gol (0,79 xG). Tiene una media de 71 pases por partido con una tasa de pases completados del 91 % y tuvo una asistencia. Mencionar que ha recibido 0 tarjetas amarillas y 0 tarjetas rojas.

Yo apuesto a que sea Luka Modric el que nos diga adiós cuándo quiera. En el fútbol no todos son iguales. El croata es patrimonio vivo del madridismo, se ha dado íntegro por esta camiseta y no se vería con malos ojos que sea él quien baje la persiana. Se lo ha ganado con creces el buen Lukita.

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