Inter de Milán 0-1 Real Madrid: “Rodrygo, la nueva ‘bestia negra’ del Inter”
El Real Madrid ha comenzado con buen pie su andadura en la Champions League de esta temporada, venciendo in extremis y por la mínima al Inter de Milán en San Siro.
El que, en teoría, será su principal rival por la primera plaza del Grupo D vendió muy cara su derrota, que llegó en el último minuto del partido con un gol de Rodrygo (el tercero que le marca al Inter en dos temporadas) y tras un encuentro muy igualado, marcado por la intensidad y el poderío físico de los blancos, especialmente en la segunda mitad.
El Inter, muy superior al Real Madrid en la primera mitad
El partido, marcado por la sorprendente alineación de Lucas Vázquez como extremo derecho, en detrimento de un Eden Hazard que, por cierto, ni siquiera disputó un solo minuto, y por la variante táctica de ver a Nacho en el lateral izquierdo, con Alaba como eje de la defensa junto a Eder Militao.
Sin embargo, la apuesta por una banda derecha más reforzada, para tapar los ataques de Perisic sobre Carvajal, no fue del todo satisfactoria porque los de SImone Inzaghi salieron a aplastar al Real Madrid con una presión asfixiante de todos sus jugadores y que ahogó durante prácticamente toda la pirmera mitad al Real Madrid
Con un Casemiro y un Valverde desbordados y con Modric prácticamente desconectado desde el primer minuto a base de constantes dos contra uno, los de Ancelotti apenas sí pudieron ligar unos pocos pases y cruzar con peligro un par de veces el medio campo.
Una presión que hizo que, poco a poco, se fuese jugando más cerca de la portería de Courtois, de modo que la llegada de las ocasiones del lado interista era una mera cuestión de tiempo.
A los ocho minutos, una pared entre Lautaro Martínez y Dzeko dentro del área madridista acabó con un gran lanzamiento raso del delantero bosnio que despejó Courtois a córner con los pies, en la primera oportunidad clara de la noche para los del Inter. Ese córner, botado desde la derecha, fue rematado por Skriniar cómodamente de cabeza, pero el balón se marchó por encima del larguero.
En el minuto 13 se produjo el primer acercamiento del Real Madrid con un disparo lejano de Casemiro que salió lamiendo el poste izquierdo de Handanovic. Demasiado poco para un Real Madrid desconectado, sin ligazón entre las líneas y que, a duras penas, podía taponar las acometidas interistas.
Cuatro minutos más tarde, Courtois volvió a lucirse, desviando un cabezazo de Lautaro Martínez tras una buena contra llevada por el propio jugador argentino e Ivan Perisic por la banda derecha madridista, muy superada hasta ese momento.
Sólo a balón parado podía llegar el Real Madrid hasta los dominios de Handanovic y fue en el minuto 35, cuando un córner botado desde la derecha por Modric fue rematado de cabeza por Militao, pero el balón se marchó ligeramente desviado del poste izquierdo del meta esloveno.
Una jugada a la que respondió de inmediato el Inter con otro testarazo, en este caso de Lautaro tras un gran pase de Barella, que se escapó por bien poco, pegado al palo derecho de Courtois.
Dada la superioridad absoluta del Inter sobre el campo, la sensación global, a pesar de esos dos zarpazos madridistas, era de que antes de llegar al descanso, el partido se iría al descanso con un gol interista. Y a punto estuvo de ocurrir.
Primero, con un disparo desde fuera del área ligeramente desviado de Brozovic en el minuto 37 y, en segundo lugar y apenas cinco minutos más tarde, con una triangulación entre Barella, Lautaro Martínez y Dzeko, anticipándose a Modric, cuyo disparo duro y colocado se encontró de nuevo con un espectacular paradón de Courtois para evitar el tanto.
Un partido nuevo tras el descanso, con un Madrid dominador
Tras el descanso y, aún con el susto en las espaldas madridistas, el partido se retomó tras el descanso pero con otros tintes bien diferentes.
No sabemos si porque Carletto les leyó la cartilla a los suyos en el vestuario o porque el Inter sufrió un paulatino “apagón” físico, que hizo que tuvieran que relajar la presión de la primera parte, pero el caso es que el Real Madrid se agrandó y se hizo dueño del partido.
En el minuto 56, Vinicius empezó a aparecer en cuanto encontró los primeros huecos entre las líneas, hasta ese momento inexpugnables, del Inter y una conexión entre él y Benzema, acabó con el balón en la banda de Carvajal, quien puso a prueba por primera vez los reflejos de Handanovic, que respondió con una buena mano.
Sólo 10 minutos más tarde, Ancelotti activó su “plan B”, dando entrada a Rodrygo por un errático Lucas Vázquez, muy desacertado tanto en sus labores ofensivas como en las defensivas, y el equipo lo notó, vaya si lo notó.
Con cada vez más huecos entre líneas, el joven delantero brasileño empezó a probar fortuna a base de galopadas que pusieron en más de un aprieto a Dummfries, hasta ahora bastante cómodo en su banda y obligó al Inter a ir reculando cada vez más para defender más cerca de su meta.
En el minuto 80 entraba Camavinga por Modric e inmediatamente después, una gran jugada por la derecha entre Rodrygo y Carvajal, que asistió a la otra banda a Vinicius, acabó con un gran disparo de éste, repelido por Handanovic y cuyo rebote intentó remachar Carvajal, pero se topó con Skriniar para evitar el gol.
El mismo Skriniar salvó siete minutos después un remate de Vinicius, tras una buena contra del Madrid que culminó Benzema asistiendo al brasuca, pero el defensa eslovaco, muy bien posicionado, evitó de nuevo el tanto.
Un gol que llegó en el minuto 89 cuando, a base de fe y de fuerza, Fede Valverde peleó un balón en la banda izquierda. Centró a Camavinga y el francés, con un sutil toque de primeras, asistió a Rodrygo para que, casi en semifallo, rematase de media volea y a bocajarro para batir a Handanovic.
El tanto fue un mazazo para los de Inzaghi que, entre el bajón físico que tenían a sus espaldas y el moral que supuso este gol, tiraron la toalla y tras tres minutos de prolongación, se fueron al vestuario absolutamente destrozados, al tiempo que los primeros tres puntos de esta fase de grupos volaban para Madrid.
