Dícese de leyenda como persona o cosa muy admiradas y que se recuerdan a pesar del paso del tiempo, y no es para menos cuando hablamos de Marcelo, el cual llegó a Madrid con apenas 18 años y con una carga que no un jugador cualquiera soportaría; ser el “sustituto de Roberto Carlos”, como indicó el entonces presidente Ramón Calderón.
Todos sabemos de la efimeridad de la memoria en el fútbol y del rol secundario del brasileño en la plantilla, sin embargo, hace no mucho Marcelo dejó a la defensa y parte del medio campo del Bayern de Múnich perplejo, sintiéndose como meros espectadores de la jugada ante un impresionante cambio de ritmo el cual acabó dando una asistencia que sólo tuvo que empujar Ronaldo en una prórroga de cuartos de final de la Champions League.
Una jugada que define todo lo que ha sido Marcelo en el Real Madrid; velocidad, técnica, potencia, calidad y por último, pero no menos importante, madridismo. Marcelo ha logrado un elenco de títulos logrando superar el palmarés de Paco Gento posicionándose como el jugador con más títulos en la historia del Real Madrid albergando cuatro Champions League, cuatro Mundiales de Clubes, tres Supercopas de Europa, seis Ligas, dos Copas del Rey y cinco Supercopas de España, siendo un total de 24 títulos.
Una pena que la morbosidad de hablar de presuntos futuros jugadores que no forman parte de la actual plantilla esté eclipsando un momento tan importante como es la despedida del futbolista brasileño, que jugó su último partido con el Real Madrid en el Santiago Bernabéu el pasado viernes ante el Real Betis.
Gracias Marcelo, porque llegaste como un niño y te vas como leyenda, te vas con el listón tan alto igual que otros homólogos tuyos como Zidane, Raúl o Casillas. Aprendiste de los mejores y aleccionaste a los pupilos. Diste todo en el campo y aportaste como uno más fuera de él.
De modo que no me cabe la menor duda que, cuando aparezca un lateral izquierdo joven con tantas ganas de comerse el campo como tú, esta vez se dirá que es el “sustituto de Marcelo”.