Crónica Sevilla 1-2 Real Madrid | Jornada 37 Liga Santander

Rodrygo, festejando el segundo de sus goles en Nervión | Sevilla 1-2 Real Madrid

Sevilla 1-2 Real Madrid: “Tres puntos contra viento, marea… y patadas”

El Real Madrid saldó su siempre difícil visita al Sánchez Pizjuán con tres importantes puntos, básicos para asegurar de forma casi vitual la segunda plaza del campeonato, a falta de lo que haga este domingo el Atlético frente a la Real Sociedad.

Una victoria trabajada, en un campo tremendamente encharcado después del aguacero que había caído una hora antes sobre el césped de Heliópolis, que dificultó el juego sobre todo en la primera parte, y con un equipo plagado de bajas, con un único delantero nato en el campo.

Enfrente, un equipo que afrontó este partido como una guerra, con un ambiente tremendamente hostil en las gradas y, lo peor de todo, con un árbitro que, como hemos venido viendo esta temporada, lo ha permitido.

El ínclito Soto Grado toleró un festival de coces, algunas muy peligrosas y, por supuesto, disciplinariamente, aplicó un rasero muy desigual en la calificación de las entradas, castigando con amarillas las del Real Madrid y dejando impunes las del Sevilla.

Arbitraje muy permisivo de Soto Grado, pese a la expulsión de Acuña | Sevilla 1-2 Real Madrid

Baste un dato. En el descanso, el Sevilla había cometido 13 faltas por dos del Real Madrid y los blancos, hoy de morado, llevaban una amarilla por ninguna de los locales. Finalmente, y debido a esta elevadísima tensión, por más que hoy no estuviese Vinicius para echarle la culpa, el chivo expiatorio para esta gente fue Dani Ceballos.

El utrerano sufrió muchas patadas, una de ellas, la que supuso la roja directa a Acuña (incomprensiblemente protestada), le provocó un corte en el tobillo, que se le hinchó como una bota. Una roja que, viendo cómo se desempeñaron los jugadores sevillistas, especialmente en el último tercio del partido, se nos antoja corta ya que Montiel, que protagonizó otro entradón salvaje sobre Ceballos y Jordán, al que le perdonaron la segunda amarilla, tampoco debieron haber acabado el partido.

Por último, resulta sorprendente que el mismo árbitro que la pasada temporada durante un Real Madrid-Osasuna, en el que los visitantes perdieron todo el tiempo del mundo, sólo descontó tres minutos e incluso se permitió el lujo de espetarle a los jugadores de Ancelotti que no se quejaran tanto puesto que habian tenido 90 minutos para marcar, esta tarde descontó hasta nueve minutos, cuando no hubo absolutamente ningún motivo para tanto descuento.

Primera parte de control madridista con golazo de Rodrygo

En lo meramente deportivo, decir que el partido tuvo más intensidad y emoción que juego y oportunidades. Con un Real Madrid estrenando planteamiento, con un aparente 4-4-2, con Valverde como falso delantero acompañando a Rodrygo en punta, que luego se convirtió en un 4-5-1, con un centro del campo plagado de “jugones”.

Nada menos que Tchouameni, Ceballos, Kroos, Modric y el citado Valverde, ocuparon la medular, mientras que atrás no había sorpresas, con Lucas Vázquez y Mendy de laterales y Militao y Alaba como centrales.

Buen partido de Tchouameni en el centro del campo | Sevilla 1-2 Real Madrid

Seguramente la idea de Ancelotti era la de crear superioridades en el centro del campo y buscar a Rodrygo en los espacios, pero ese planteamiento no tardó ni tres minutos en írsele al garete al italiano. Los que tardó el Sevilla en ponerse por delante en el marcador.

En un error garrafal en la marca de Lucas Vázquez, Bryan Gil le ganó la espalda y asistió al centro del área, un pase interceptado en un primer momento por Kroos. El rechace le cayó al propio Bryan Gil, cuyo disparo lo despejó Militao con el cuerpo y el balón, sin control, acabó en el pie izquiedo de Rafa Mir que, complentamente solo y sin pensárselo dos veces, remató de primeras, alojando el cuero en la misma escuadra de Courtois, que nada pudo hacer para evitarlo.

A partir de ese momento, tocó remar y con un equipo sin delanteros. Una difícil tarea para este equipo, pero entonces algunos de sus jugadores dieron un paso al frente. Tchouameni se adueñó de la medular, cortando balones y Kroos y Ceballos, junto a un muy trabajador Modric, empezaron a mover la pelota.

En pocos minutos, la superioridad madridista en el centro del campo permitio al equipo adueñarse de la pelota y dominar de cabo a rabo a un Sevilla muy replegado, con las líneas muy juntas y esperando algún rechace para montar alguna contra.

Ese dominio no se tradujo en ninguna ocasión de gol, hasta que a los 14 minutos, Ceballos vio un hueco imposible por el que asistir a Lucas Vázquez al espacio. El de Cuntis ganó la línea de fondo y asistió con un gran pase de gol a Rodrygo al segundo palo, pero el brasileño a puerta vacía, incomprensiblemente, mandó el balón fuera cuando sólo tenía que empujarla.

Pasaban los minutos y el dominio madridista era tan patente como infructuoso. Hasta que casi a la media hora de partido, Gudelj derribó a Rodrygo en la frontal. El propio jugador carioca asumió la responsabilidad de la ejecución del golpe franco y lo hizo con maestria, por abajo y aprovechando un hueco de la barrera para poner el balón pegado al palo izquierdo de Bono.

Con las tablas en el marcador, el Real Madrid dio un paso atrás, lo que fue aprovechado por el Sevilla para recuperar la iniciativa y, a base de presión alta, logró parecerse al equipo intenso de los primeros minutos. Más activo en la recuperación del balón, tuvo un par de ocasiones en los últimos instantes que pudieron poner a los hispalenses por delante, en las botas de Lamela.

La primera de ellas, en el minuto 35 acabó con el balón estrellándose en el palo izquierdo de Courtois y la segunda, al filo del descanso, con un tremendo fallo en boca de gol, de esos que uno lamenta siempre al final del partido, haciendo inútil una gran asistencia de Acuña desde la derecha.

Remontada en la segunda parte, liderados por un gran Rodrygo

Tras el descanso, el Real Madrid fue otro bien distinto al que vimos en el tramo final de la primera mitad, mucho más asentado sobre el césped, dominante y con una excelente circulación de balón, que acabó metiendo al Sevilla en su campo.

Ceballos, objeto de las iras del público sevillista, tras un buen partido | Sevilla 1-2 Real Madrid

Y, a diferencia de la primera mitad, esta vez, liderados por un magnífico Rodrygo, que se propuso que este partido se ganaba, el equipo empezó a crear bastante más peligro que en los primeros 45 minutos.

Así, a la hora de juego, Alaba mandaba alto un balón desde la frontal tras una gran internada de Rodrygo por la izquierda. Con un Sevilla más abierto y con más huecos, fruto sin duda del cansancio, el Real Madrid empezó a encontrar vías de agua por las que penetrar en su defensa.

En el minuto 68, Kroos no tardó en encontrar una de esas fisuras, montando una contra en la que asistió entre líneas a Rodrygo a la carrera. Aprovechando su velocidad, el brasileño llegó hasta el área y, a la altura del punto de penalti, se inventó un par de regates de fantasía sobre Montiel y con un rápido cambio de pie, introdujo suavemente el balón en la meta de Bono.

Desde ese momento, el partido entró en una fase de desquiciamiento sevillista en el que su pim-pam-pum fue Ceballos. El sevillano estaba haciendo un buen partido, especialmente en la segunda mitad, muy activo y participativo y eso hizo que se llevase alguna que otra tarascada.

Golazo de fantasía de Rodrygo, que culminó la remontada madridista | Sevilla 1-2 Real Madrid

Entonces llegó el minuto 82, en el que Acuña, fuera de sí, le hizo una entrada criminal al utrerano, al que volteó por el aire del impacto. De inmediato fue expulsado por Soto Grado, quien como dije al principio, había tolerado varias entradas muy feas, entre ellas sendos pisotones peligrosísimos a Militao y a Rodrygo que dejó sin castigo.

Se montó un conato de tangana que, afortunadamente, no fue a más salvo para que el público de Nervión la tomase con Ceballos, al que insultaron y no dejaron de pitar hasta el final del partido y al que Montiel, primero, con una entrada muy similar a la que le costó la roja minutos antes a Acuña (y queSoto Grado no se atrevió a castigar como merecía) y Jordán, después, también le dieron lo suyo.

No sabemos si motivado por ese ambiente o por su pasado bético, el caso es que Ceballos firmó unos minutos finales excepcionales, incluyendo una jugada a lo Benzema por la línea de fondo que acabó con el disparo de Kroos que desvió Bono en una gran intervención.

Finalmente, y tras unos tan interminables como incomprensibles nueve minutos de añadido, en los que salvo una galopada de Rüdiger en el último instante que casi acaba en gol, ya no pasó nada y los tres puntos, merecidos, cogieron el AVE rumbo a la capital de España.

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