La tragedia de Valencia aplazó el fútbol y la vida. Todo se interrumpió y en lo que menos se pensaba era en juegos oficiales, tanto es así, que algunos hasta festejaron premios olvidándose de lo que pasaba en la vida real. Debe ser que como viven en Narnia, igual ni se enteraron.
Si volvemos al fútbol, nuestro equipo se enfrentaba a otro partido de Champions en medio de críticas, más aún de las que siempre tiene alrededor. Tampoco es de extrañar que el Milan venía en su peor momento, con sus estrellas en mala forma… blablablá… Pero ¡¡sorpresa!!, el equipo italiano obtiene la victoria y el relato vuelve a ser el de siempre. «El equipo blanco no es capaz de ganar al Milan», «Un gran Morata desestabiliza al Real Madrid»…
Ya me imaginaba que no escucharía ninguna crítica constructiva, incluso por parte de algunos de nuestros aficionados (algo que tampoco cambia ni tengo esperanzas de que lo haga). «Carleto dimisión, Carleto no vale para el Real Madrid, Carleto no tiene nivel para nuestro equipo» «necesitamos a un Klopp que pueda levantar esto».
Vamos, que cuántos entrenadores de sofá con información desde dentro del club (porque todo el mundo sabe qué pasa en el vestuario), se le han escapado a nuestro club. Pero tras la derrota solo tocaba seguir, hacer oídos sordos y no hacer aprecio a nada de lo que se escuchaba, porque no hay mejor desprecio que no hacer aprecio.
¡Gracias a Dios, Carlo no pasó por la guillotina que tantos pedían! Por lo visto, algo me debí perder, ya que si no ganábamos jugando bien, el club desaparecería y no habría vuelta atrás. ¡¡¿¿¿Cómo era posible tener una racha tan negativa???!! Nunca antes en nuestra historia se había visto, y más cuando el atlético de Madrid marca en el último minuto y es completamente válido, no como cuando lo hace el Real Madrid.
Pero, esperad, que de repente el fuera de juego semiautomático ya no es válido. Se equivoca. Manipula. Y hay que denunciarlo. Porque nada de esto es tan importante como el tema Negreira, ese invento sin duda desde la caverna madridista.
El sentido del humor de esta gente deja mucho que desear, como las declaraciones del reciente Balón de Oro, que asegura haber sido el más regular de la temporada. Y todo esto sigue la misma línea de echar fango contra el Real Madrid, o lo que es lo mismo, contra el mejor equipo que por desgracia juega esta Liga nacional.
Antes de que siga perdiéndome en temas ajenos al deporte en sí, el último partido disputado en la gran Liga Española de Tebas fue… cómo decirlo… increíble, imposible o cualquier adjetivo que se os ocurra. El Carlo tan damnificado demostró como tanto él como su staff fueron capaces de salir a flote, y por supuesto Lucas Vázquez que aguantó como un jabato hasta el final de la primera parte. Las lesiones de él y Rodrygo son menores, especialmente si las comparamos con la de Militao; sus caras de dolor; sus gritos y en especial sus lágrimas escondidas tras la camiseta no daban a entender que fuera algo liviano, como así demostraban las lágrimas de Vini.
Militao mejor que nadie sabía lo que significaba ese dolor. No se podía imaginar que tras haber superado un cruzado hace tan poco tiempo, la agonía se volvía a repetir. Nos ha mirado un tuerto, perdón por si alguien que lea esto lo es o alguien a quien conozca, pero desde luego esa primera parte no fue para nada normal.
Por suerte, ya que al menos los jugadores sobre el verde sí se pusieron el equipo a la espalda (no como alguien dijo años atrás), comenzaron a llegar los goles en botas del Balón de Oro robado a Vini, del adaptado a las necesidades del equipo
Jude tras gran asistencia del canterano Asencio, que por cierto toda la turba antimadridista sigue llamando «violador», aunque aquello quedó más que zanjado y fue absuelto, razón por la que a día de hoy sigue en el club. Tras los cambios realizados sobre el verde con un Valverde de lateral, Lunin se convirtió en asistente para acercar un nuevo gol a Vini, como así lo hizo Brahim para el hat trick(y) del brasileño.
Por cierto, a principio de temporada se hablaba de cómo el CTA se ponía en pie de guerra contra los agarrones dentro del área y no iba a permitir ninguno de ellos. Pero ninguno, eh, NINGUNO. Como no podía ser de otra manera, olvidaron la coletilla de a excepción de si es en contra del Real Madrid… Volvemos al nada cambia, Florentino maneja los hilos y más blablabla que nunca desaparecerá. Quieran o no reducimos distancias y el señor entrenador culé, se quita la careta…