Crónica Athletic de Bilbao 0-1 Real Madrid | Jornada 34 Liga Santander

Sergio Ramos anotó un penalti que bien puede valer una Liga | Athletic de Bilbao 0-1 Real Madrid

Athletic de Bilbao 0-1 Real Madrid: “Siempre es Domingo de Ramos”

Importantísimo y vital triunfo del Real Madrid en un desértico San Mamés y en un partido lleno de intensidad, en el que vimos una de las versiones más serias y potentes del club blanco desde la vuelta del confinamiento.

Con una fuerza defensiva, marcada por la labor espectacular de Militao y Ramos, así como por el trabajo oscuro pero siempre efectivo de Casemiro, y con el trabajo infatigable de Carvajal, los de Zidane han vencido en un encuentro marcado de nuevo por una decisión acertada del VAR, que ha permitido apreciar un penalti clarísimo a Marcelo en la segunda mitad que el colegiado González González no había visto en un primer momento.

Tras el visionado de la jugada en el monitor, a instancias de Gil Manzano, hoy árbitro desde la Sala VOR, el colegiado castellano-leonés no lo ha dudado y ha señalado el punto fatídico y Sergio Ramos, de nuevo infalible desde los 11 metros, ha anotado el gol que a la postre le permite al equipo dar un paso de gigante en sus aspiraciones por el título de Liga.

Lo demencial no es la catarata de bilis que, desde el club bilbaíno -que ha demostrado mal perder y sobre todo muy malas formas en los últimos minutos- y desde los medios antimadridistas  se está desbordando a estas horas.

Lo peor es que, como ya pasó en otros partidos como los del Eibar, Valencia, Real Sociedad o Mallorca, se esté criticando de nuevo el acierto arbitral y se ponga el acento sobre el VAR en vez de defender que, de no haber sido aplicado, el Real Madrid habría vuelto a ser perjudicado. Algo que, curiosamente, ya ha ocurrido esta misma temporada en otras ocasiones (Mallorca, Villarreal, en Madrid ante el Betis, Barcelona o Levante) sin que nadie montase un revuelo similar.

Este derribo de Dani García a Marcelo supuso el penalti señalado a instancias del VAR | Athletic de Bilbao 0-1 Real Madrid

A falta de lo que haga el Barça ante el Villarreal en el Estadio de la Cerámica, el campeonato se pone muy de cara, ya que pase lo que pase esta noche en Castellón, el Real Madrid seguirá liderando la tabla con cuatro puntos (cinco, si contamos el goal average) y a falta de tan solo cuatro partidos para la finalización del torneo.

Sin agobios para el Real Madrid en la primera parte

Zidane planteó un partido desde la seriedad atrás, con una apuesta firme por el fútbol de ataque y buscando las bandas. Para ello huyó de jugadores de toque como Kroos e Isco, como en los últimos partidos y se la jugó con Marcelo en banda izquierda junto a Asensio y Rodrygo pegados a la cal, buscando la espalda de la defensa rojiblanca.

Más firme aún fue la apuesta, aunque en este caso obligada por las circunstancias, de poner a Eder Militao en lugar del lesionado Varane en el eje de la zaga. El brasileño, que apenas ha disputado minutos esta temporada, saltaba al campo con la difícil labor de cubrirle las espaldas a Ramos y ayudar en el esperado juego aéreo del Athletic en torno a la figura de Raúl García.

Y la apuesta no pudo salir mejor. El central brasileño dio un recital de colocación, de contundencia en el corte y sobre todo en el juego aéreo junto a un disciplinadísimo Ramos, pluriempleado hoy en defensa teniendo que tapar los huecos de un Marcelo, proyectado en exceso en ataque durante la primera mitad .

El Madrid se plantó muy bien en el campo y desarboló desde el primer momento la salida de balón del Athletic, obligándoles a rifar en exceso la pelota y cortocircuitando la posibilidad de llegar por las alas para colgar balones al área.

Muy serio partido del Real Madrid en defensa hoy en San Mamés | Athletic de Bilbao 0-1 Real Madrid

Aun así, el Athletic avisó un par de veces con Iñaki Williams, que trató de aprovechar el hueco dejado por Marcelo y que no siempre pudieron taponar Ramos o Militao. Sin embargo, en ambas ocasiones la posición antirreglamentario del delantero vasco evitó que la cosa fuese a mayores.

El Real Madrid atacaba muy bien los espacios por las bandas. Con Benzema bajando constantemente al centro del campo a recibir, Carvajal y Asensio junto a Marcelo (en ocasiones, solapándose ambos) capitalizaron el ataque madridista, con cierto peligro en sus centros. No tanto así, Carvajal, que sigue siendo un lastre en esa suerte y hoy tampoco fue su día.

La primera gran oportunidad del Madrid llegó en el minuto 11, tras un gran lanzamiento de falta de Marco Asensio que rechazó Simón. El balón quedó muerto en el área pequeña y, ante la pasividad de la defensa bilbaína, Carvajal se encontró con el rechace del meta pero eligió la peor opción. Es verdad que vio desmarcado a Benzema pero en vez de dársela rasa para que el francés la empujase, optó por dársela por arriba y se pasó de fuerza, con lo que Benzema no la pudo enganchar bien.

Apenas unos minutos más tarde, el Real Madrid volvió a disfrutar de una clara ocasión con un centro envenenado de Marco Asensio desde la izquierda. La defensa lo dejó pasar y Rodrygo, adelantándose a su par, remató mal de cabeza y el balón se marchó por encima del larguero de la meta de Unai Simón.

Es verdad que el Madrid no tuvo muchas aproximaciones al área pero no es menos cierto que el partido lo tuvo controlado en todo momento, y salvo un remate de cabeza de Raúl García al que respondió muy bien Courtois metiendo los puños, no pudimos ver nada de peligro.

Partido irregular de Marcelo, de nuevo titular hoy con ZIdane | Athletic de Bilbao 0-1 Real Madrid

Y así, tras la enésima jugada antideportiva de Raúl García, saltando con saña con sus tacos sobre el muslo de Marcelo casi al final de la primera parte, y un nuevo centro de Asensio al que no llegó Benzema por poco, se llegó al descanso.

De nuevo el VAR acertó a favor del Real Madrid 

Tras la reanudación, el Real Madrid no bajó ni un ápice su tensión defensiva ni su despliegue táctico sobre el césped y con Benzema, de nuevo obsesionado con centrar, perdiendo una buena oportunidad porque, en vez de rematar, intentó buscar el pase atrás a sus compañeros.

Así las cosas y tras unos minutos en los que los de Zidane no se animaban a mirar a la portería rival, llegó la jugada polémica del partido. Corría el minuto 69 y en buen balón a la espalda de la defensa, Marcelo intentó llegar a un balón dividido junto a Dani García y el brasileño saltaba por los aires, quedando maltrecho en el área.

A priori, González González dejó seguir pero, pasados unos instantes fue avisado por el “pinganillo” para que acudiese a revisar la jugada y enseguida se pudo ver que Marcelo había sido alcanzado por el pie de Dani García, quien le pisó claramente, sin posibilidad de llegar al balón y, tras unos instantes frente al monitor, decretó el punto de penalti.

De nuevo y como ante el Getafe, toda la presión sobre Sergio Ramos quien, tras una breve zancada, sin apenas carrerilla, el camero ejecutó la suerte con la precisión de un neurocirujano y, por 19ª vez consecutiva, alojó el balón en el fondo de la red, en este caso con un certero disparo a la derecha de Simón.

Efectividad máxima de Sergio Ramos desde el punto de penalti | Athletic de Bilbao 0-1 Real Madrid

A partir de ese momento, los de Garitano no volvieron a ser los mismos. Acusaron el golpe y aunque apelaron a la heroica, no lograron dar con la tecla y se acabaron descomponiendo, especialmente atrás.

Zidane, en previsión de males mayores, optó por reforzar las bandas para evitar que el Athletic empezase a colgar balones y dio entrada de inmediato a Lucas Vázquez y Vinicius por Rodrygo y Asensio, muy desdibujados en la segunda parte. En el primer caso, buscando apoyar a Carvajal, cada vez más exigido y en el segundo, aprovechando que el Athletic estaba dejando huecos, para aprovechar su velocidad en alguna jugada a la contra.

Los cambios dieron su resultado, especialmente en el caso de Lucas Vázquez aunque hay que decir en descargo de Vinicius que, si bien, no estuvo fino en ataque, se aplicó a conciencia en defensa y ayudó bastante a Marcelo.

Hubo también lugar para las reclamaciones del Athletic cuando en una jugada en la que, además de estar en fuera de juego, Sergio Ramos, cuando reculaba y sin saber que el delantero navarro estaba ahí, pisaba levemente y de forma accidental a Raúl García, quien se retorció en el césped como si tuviese un ataque de apendicitis, pero González González ni el VAR entendieron que se tratase de una jugada punible.

A partir de ahí, y ya con Kroos en el campo tocando y poniendo la pausa necesaria para los últimos minutos, el Real Madrid optó por controlar el balón y tocar, durmiendo un partido que estaba empezando a desmadrarse. Especialmente por el bando del Athletic, cada vez más desquiciado.

Vinicius salió en la segunda parte pero no brilló como en él es habitual | Athletic de Bilbao 0-1 Real Madrid

Los últimos minutos nos dejaron un par de jugadas muy feas en los que los “leones” demostraron tener muy mal perder. Sobre todo Iker Muniaín. El hoy capitán del Athletic no sólo firmó un partido pésimo sino que además culminó su lamentable actuación con una agresión a Modric que acabó en amarilla pero que, como el patadón de Raúl García a Marcelo en la primera parte, bien pudo haber sido roja.

Tras un caño de Modric a Sancet en el centro del campo, Muniaín reaccionó con una violenta obstrucción sobre el centrocampista croata, desatando una pequeña tangana en la que Carvajal y Yuri también acabaron amonestados.

Viendo su reacción y, sobre todo, sus declaraciones posteriores tras el partido, resulta cuando menos curioso el contraste entre la dura reacción del capitán rojiblanco y, en general, de otros jugadores vascos con lo laxo de sus reacción, sin apenas protestas, cuando hace algo más de una semana, Messi pudo mandar al hospital a Yeray con un violento pisotón sobre la tibia del central vasco, en una jugada que debió haber acabado con la expulsión del astro argentino y marcar el resultado final del partido.

Eso sí, egoístamente, hay que decir que este parón le vino fenomenal al Real Madrid que vio cómo controlaba sin problemas los últimos minutos y se llevaba tres puntos que pueden valer un campeonato. Eso sí, en la última jugada De Marcos le dejó un “recadito” a Marcelo que provocó también otra pequeña refriega pero que, en esta ocasión, se saldó sin más problemas y con los jugadores en el túnel de vestuarios.

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