Madridistas en Qatar: Modric sigue, Brasil eliminada por Croacia en los penaltis

Modric disputa un balón con Rodrygo durante el Croacia-Brasil

El primer encuentro de cuartos de final de este Mundial de Qatar, que enfrentaba a Croacia y a Brasil no ha defraudado, tanto por lo sorprendente del resultado, que deja fuera a la principal favorita para el título, como por la emoción y lo vivido dentro y fuera del campo.

En un partido “fratricida” para los madridistas, donde se enfrentaban el presente del fútbol mundial, encarnado por Luka Modric, líder espiritual de la aguerrida selección croata a pesar de sus 37 años, y  el futuro, con jugadores como Vinicius, Rodrygo y Militao, todo apuntaba a que éstos serían los últimos minutos mundialistas del gran mediocampista balcánico.

Sin embargo, y tras una prórroga agónica, emocionante marcada por el gol de Petkovic prácticamente al final del tiempo extra, los penaltis decidieron la clasificación de Croacia y el final de una era para Brasil, ya que Tite se despidió de la Canarinha nada más acabar el partido y hay muchas dudas sobre la continuidad de Neymar en la selección carioca.

Brasil, impotente ante la defensa croata… y su portero

El partido, en el que Modric fue el único jugador madridista que aguantó los más de 120 minutos que duró el partido, estuvo ciertamente igualado, con un juego de mucha contención por ambas partes, especialmente por Croacia, que supo mantener a raya al equipo sudamericano.

Una presión alta y un generosísimo esfuerzo físico llevado a cabo por todos los jugadores fueron suficientes para que los primeros 45 minutos transcurrieran sin apenas ocasiones para ambos equipos.

Modric, que aguantó los 120 minutos, fue el mejor jugador croata sobre el campo

Sin embago, tras el descanso Brasil saltó al campo con otro aire, mucho más centrado y con bastante más verticalidad, haciendo saltar por los aires la presión croata de la primera mitad. Es más, en la primera jugada del segundo tiempo Gvardiol estuvo a punto de batir a Livakovic, su propio portero, al cortar un centro de Raphinha desde la derecha, pero el meta croata -el verdadero héroe de hoy- sacó el balón con el pie con una gran parada.

Neymar, que había estado bastante opacado durante la primera parte, casi anota al filo de la hora tras una gran pared con Richarlison pero se volvió a encontrar con el muro de Livakovic. Un Livakovic que vovió a hacerse gigante ante Lucas Paquetá unos pocos minutos más tarde.

Neymar se econtró de nuevo con Livakovic, que le sacó con la pierna otro mano a mano en el mintuto 75 y cuatro minutos más tarde, en pleno asedio carioca, era Lucas Paquetá el que, tras una buena triangulación brasileña en el área croata, se estrellaba contra Livakovic. 

El último cartucho gastado por Brasil en el tiempo reglamentario lo gastó Militao, a falta tan solo de cinco minutos para el final pero su disparo, tras un rechace a la salida de un córner, se perdio ligeramente desviado, a la izquierda de la portería croata.

Goles en la prórroga y penaltis dramáticos para Brasil

Ya en la prórroga, Brasil no terminó de ir a por el partido. Bien porque las piernas ya pesaban, tras su esfuerzo de la segunda mitad o bien porque Tite, un técnico bastante poco dado a este tipo de “florituras ofensivas”, no quiso. De hecho, el primer susto se lo llevó Brasil a punto de acabar la primera mitad del tiempo extra, cuando Brozovic malogró una maravillosa jugada a la contra de Croacia en las botas de Petkovic.

Modric acudió a consolar a los jugadores brasileños, desolados tras su eliminación

Pero cuando todo apuntaba a que el partido se iba a la segunda mitad de la prórroga con empate a cero, apareció la gigantesca figura de Neymar. En una verdadera genialidad, Neymar arrancó como un poseso hacia el área, se apoyó primero en Rodrygo y después en Paquetá y, tras regatear a Livakovic, le batió por alto firmando todo un golazo.

Un palo durísimo para los croatas, que veían cómo su estrategia de aguantar se venía abajo en un momento además complicadísimo. Y con apenas 15 minutos para reaccionar. Pero reaccionaron, y cómo lo hicieron.

Liderados por un inconmensurable Modric, aprovecharon la relajación de Brasil en este período, cuando sólo quedaban tres minutos para el final del partido, Orsic sorprendió por la izquierda brasileña, asistió al corazón del área para que apareciese Petkovic y batió a Allison de volea, tras tocar ligeramente en Marquinhos.

Llegaron, pues los penaltis y con ellos, el drama para Brasil, que falló su primer lanzamiento, en las botas de Rodrygo. Y aunque los cariocas anotaron los dos siguientes por medio de Casemiro y Pedro, los croatas fueron anotando uno tras otro todos sus disparos (Orsic, Modric, Majer y Vlasic). Entonces Marquinhos falló el decisivo y Brasil se iba para casa, contra todo pronóstico.

Por último, decir que mientras que Modric volvía a firmar una actuación antológica, que culminó yendo a consolar como capitán croata a todos sus rivales, especialmente a su “hijo” Rodrygo, con el que estuvo especialmente cariñoso, Tite retiró del campo a Vinicius en el minuto 64 para dar entrada precisamente a Rodrygo y sustituyó en el 105 a Militao por Alex Sandro.

Dos cambios, por cierto, decisivos porque, primero, le quitó mordiente al equipo en ataque y, segundo, lastró a la defensa al quitar a un muro como Militao para sacar a un jugador fuera de forma, que volvía de lesión como el lateral de la Juventus para cerrar una banda por la que, precisamente, llegó el tanto de Croacia.

 

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