El Mundial de Qatar vive sus últimas horas y, como aperitivo a la gran Final que se disputará mañana domingo entre Argentina y Francia, donde el Madridismo estará perfectamente representado con Tchouameni y Camavinga (además del lesionado Benzema y de dos ex-madridistas como Varane y Theo Hernández), se ha disputado esta tarde la Final de Consolación entre la Croacia de Modric y Marruecos.

Un partido más bien feo, áspero y con cierta polémica arbitral, en el que los europeos se han hecho con la tercera plaza del torneo, tras derrotar por 2-1 al conjunto africano, con los goles de Gvardiol y Orsic, ambos anotados en la primera mitad.
Modric, que volvió a disputar los 90 minutos y se ha convertido, junto al portero Livakovic (otro de los más destacados del conjuno arlequinado) y Gvardiol en uno de los tres futbolistas que más minutos ha disputado en el torneo, a pesar de sus 37 años.
El partido en sí, para el que Marruecos presentaba varias bajas en defensa, no tuvo mucha historia. Enseguida se adelantó Croacia, con un gran tanto de Gvardiol en el minuto 6 con una maravillosa jugada de estrategia, a la salida de una falta al borde del área.
En tres toques, Majer botó la falta, prolongó Perisic de cabeza en el área hacia el punto de penalti y ahí se encontró Gvardiol que, con un espectacular testarazo en plancha, encajó el balón en la misma escuadra derecha de Bono.
No le duró mucho la alegría a los croatas porque apenas un minuto más tarde empataba Marruecos con otra jugada a balón parado. En una falta botada por Ziyech desde la derecha del ataque marroquí, Modric no despejaba bien de cabeza y el balón le cayó a Dari que, completamente solo y a bocajarro, batió a Livakovic.
Se vino arriba Croacia, que dominó con insistencia sobre el césped y dispuso de las mejores ocasiones, como un chutazo lejano de Orsic que se marchó fuera por poco .Y la que tuvo Modric en el minuto 23, con un disparo raso desde la frontal que obligó a lucirse a Bono en dos tiempos.

Quien sí acertó y con uno de los mejores tantos del campeonato fue Orsic en el minuto 42. El jugador balcánico recibió en el vértice del área de Marruecos y ajustó el balón con una impresionante parábola que se introdujo con suavidad en la meta de Bono, tras pegar en el palo izquierdo.
Después del descanso, el partido se enturbió bastante. Aunque Orsic pudo repetir con otro excepcional disparo desde la frontal que se estrelló en el lateral de la red, lo cierto es que poco el juego se fue haciendo más y más espeso y, lo peor, más duro, especialmente por parte marroquí, con la connivencia del colegiado qatarí, al que este partido le vino muy grande.
Lo más destacado en esta segunda mitad, además de la catarata de lesiones musculares sufridas por ambos equipos (por Marruecos cayeron Dari y El Yamiq y Kramaric por Croacia), fue un disparo lejano de Vlasic en el minuto 70.
La mala actuación del árbitro, el qatarí Abdulrahman Al Jassim, como digo, tremendamente condescendiente con Marruecos, que se ensañaron especialmente con Petkovic, que recibió de todas las formas posibles, tuvo su colofón en el minuto 74.
Gvardiol entró completamente solo en el área y fue zancadilleado por Amrabat de forma “ostentórea”, que diría el difunto Jesús Gil, y cayó cuando se disponía a encarar a Bono. Sin embargo, y de forma sorprendente, el colegiado qatarí dejó seguir y, lo más grave, nadie desde el VAR le llamó a capítulo para sacarle de su error.
Eso sí, prácticamente en la siguiente jugada sí revisó una carga de Petkovic a Achraf en la frontal que, de haber sido algo, nunca habría sido penalti porque se produjo claramente fuera del área, a pesar de las protestas del ex-jugador madridista y del equipo marroquí, que una vez más, rodeó al colegiado de forma amenazadora sin que amonestase a nadie.
Con el partido ya roto y con Marruecos volcado sobre el área de Livakovic, En-Nesiry tuvo en sus botas el empate pero el meta croata volvió a lucirse, cerrándole todos los espacios y sacando una buena mano ante el disparo del delantero sevillista.
Tras seis minutos de añadido, el árbitro decretó el final del partido y Croacia se llevó merecidamente el triunfo y pone con broche de oro, o mejor dicho, de bronce a la participación del conjunto balcánico en este Mundial y, más que probablemente, a la carrera internacional de Luka Modric en la selección, tras 162 entorchados.