Atlético de Madrid 1-1 Real Madrid: “El derbi de la vergüenza infinita”
El primer derbi de la capital de esta temporada se ha saldado con un empate a goles en un partido marcado por la salvaje actuación de los radicales nazis del Frente Atlético, cuyo lanzamiento de todo tipo de objetos (mecheros, botellas, bocadillos y hasta una bolsa con excrementos) sobre la meta de Courtois, especialmente tras el gol de Militao, obligaron a la suspensión temporal del encuentro.
Pero si eso fue ya en sí mismo un hecho bochornoso, más aún fue la estampa de Koke, Giménez y hasta el mismo “Cholo” Simeone, negociando literalmente con los más radicales, algunos de ellos encapuchados como si fuesen una guerrilla urbana, para que cesase el lanzamiento.
Tras 20 minutos de parón, el partido logró reanudarse -no sin ciertos problemas- con la amenaza de que un solo lanzamiento más provocaría la suspensión definitiva del encuentro y finalmente, en el descuento, Correa logró empatar en una jugada de auténtica mala suerte.
Primera parte de dominio madridista pero sin goles
En lo deportivo, hay que decir que el partido no fue excesivamente brillante. Con un Real Madrid que arrastraba la baja de Mbappé, Ancelotti tuvo que rehacer su esquema, volviendo al exitoso 4-4-2, que tan buenos resultados le dio la pasada temporada.
Con el “once” prácticamente de gala, con Courtois bajo palos, Carvajal, Rüdiger, Militao y Mendy en defensa, el centro del campo lo integraron Tchouameni, Modric, Fede Valverde y Bellingham, con Rodrygo y Vinicius, hoy objeto de todos los insultos habidos y por haber, en punta.
Salió dominador el Real Madrid, teniendo la pelota y moviéndola con fluidez pero fue el Atlético de Madrid el que dio el primer susto de la noche cuando a los ocho minutos, Julián Alvarez, la estrella emergente de los rojiblancos, se fue con facilidad de Rüdiger por la banda, se internó en el área y disparó raso y fuerte abajo, pero Courtois, muy bien colocado desvió con los pies.
Respondió enseguida el Real Madrid con un zapatazo desde fuera del área de Fede Valverde, tras una buena jugada colectiva, obligando a Oblak a realizar una formidable parada para desviar el balón a córner.
Con el Madrid muy bien plantado en el campo, aunque sin generar excesivo peligro, dominaba bien la escena y así, Bellingham, pasada la media hora de juego puso de nuevo a prueba a Oblak con un disparo raso aunque excesivamene flojo, pegado al palo izquierda que el meta esloveno atajó sin problemas.
Y así, sin más historia que un posible derribo a Rodrygo por parte de Llorente en el área del Atlético con el tiempo a punto de cumplirse (poca cosa para ser penalti, la verdad), el partido, con más emoción que juego, cumplía su primera mitad sin excesivos problemas, especialmente en las gradas.
Dominio y gol madridista e incidentes graves del público
La segunda mitad comenzó con un guión similar al de la primera, con el Real Madrid presionando arriba, dominando con más posesión que autoridad y con una muy buena oportunidad, con un disparo ligeramente alto de Rodrygo a pase de Carvajal a los cinco minutos de la reanudación que enmudeció al estadio.
El gol madridista llegó en el minuto 63, tras una clara falta de Le Normand sobre Vinicius en la zona de tres cuartos del Atleti cuando éste encaraba el área como un tiro, botada por Modric. El croata vio a Vinicius solo en su banda y el brasileño cambió el juego hacia el segundo palo. Ahí apareció Militao quien, tras acomodarse el balón, disparó de volea y el chut, tras rechazar levemente en Llorente, se coló en la meta de Oblak.
Un durísimo golpe para un Atleti hasta ese momento inoperante y que se estaba limitando a defenderse con orden y que, además, abrió la Caja de Pandora en las gradas rojiblancas, especialmente en el fondo sur, donde están los ultras del Frente Atlético.
Los radicales rojiblancos habían estado minutos antes gritando “Courtois muérete” y el belga, cuando Militao anotó, celebró el gol con rabia mirando a la grada. En ese momento comenzó la lluvia de objetos sobre el portero madridista, lo que hizo imposible la continuación del partido.
Hubo un primer aviso por megafonía, que resultó inútil porque siguieron cayendo objetos sobre el área del Real Madrid (inclusive una bolsa con excrementos, que ya hay que ser cerdos) y el colegiado Busquets Ferrer, muy valiente y decidido, mandó a ambos equipos a vestuarios hasta que, 20 minutos más tarde, se pudo reanudar el partido.
El parón pareció haberle hecho mucho más daño a un Atlético que salió absolutamente groggy y desdibujado. Pasivo, incapaz de ganar un solo duelo o un balón dividido a los jugadores del Real Madrid, por lo que flotaba la sensación en el ambiente de que podía caer pronto el segundo.
En el 72, Vinicius obligó a Oblak a realizar otra gran intervención para desviar a córner un disparo desde la frontal tras una gran jugada personal por el carril del “9”.pero el tanto no llegó.
Pareció despertar el Atlético en el minuto 82 cuando Lino, en una gran jugada personal por la derecha, se internó con autoridad y disparó fuerte y colocado, directo a la escuadra derecha de Courtois. Sin embargo, el belga se lució con una espectacular mano arriba para mandar el balón a córner.
A partir de ese momento, y a regañadientes, Ancelotti movió mínimanente el banquillo dando entrada a Lucas Vázquez por Modric, para reforzar el carril derecho y a Endrick por Rodrygo y el brasileño pudo sentenciar en el 88.
Unos últimos minutos de locura
En una jugada a la contra prácticamente calcada a la que supuso su tanto ante el Stuttgart, Endrick se fue por velocidad por el centro y, aunuqe tenía a Bellingham solo por la izquierda, se la volvió a jugar exactamente igual que el otro día y disparó desde 30 metros. Sin emabrgo, en esta ocasión salió cruz y el balón se marchó pegado al palo derecho de Oblak.
Se llegó entonces al tiempo de descuento, ocho minutos concedidos por Busquets Ferrer (una prolongación a mi modo de ver, excesiva) y el Real Madrid perdió los papeles por completo. Fran García entró para reforzar la banda izquierda sustituyendo a Vinicius y el equipo acabó aculado en tablas y pidiendo la hora ante un último arreón del Atleti.
Y parecía que la jugada le iba a salir bien a Ancelotti hasta que llegados al minuto 96, Javi Galán vio el enorme agujero negro que se produjo en la banda derecha, a pesar de tener ahí a Carvajal, Valverde y Lucas Vázquez y se la cedió a Correa. El delantero argentino, prácticamente en línea con Rüdiger, se adelantó el balón y ante la salida de Courtois, la entrada por detrás de Militao y un rebote afortunado, alojó el balón en la red madridista.
En un principio, Busquets Ferrer anuló el tanto al estimar que Correa estaba en posición ligeramente adelantada pero, tras la revisión por el sistema de Fuera de Juego Automático, el VAR corrigió la decisión y el empate subió al marcador ante el delirio en las gradas.
Sin tiempo para más el partido se acabó, dejando instantes antes un gran susto provocado por una entrada salvaje de Llorente sobre Fran García, terrible y sin sentido alguno que se saldó con la tarjeta roja (VAR mediante) del ex-madridista y una más que evidente cojera del lateral canterano, que hizo presagiar lo peor.
Ficha técnica del partido
Atlético de Madrid: Oblak; Nahuel Molina (Koke, ’46), Giménez, Le Normand, Reinildo (Javi Galán, ’76); Gallagher (Correa, ’70), De Paul; Llorente, Griezmann, Julián Álvarez (Riquelme, ’76) y Sorloth (Lino, ’56).
Real Madrid: Courtois; Carvajal, Militao, Rüdiger, Mendy; Tchouameni, Modric (Lucas Vázquez, ’86), Valverde, Bellingham; Rodrygo (Fran García, ’90) y Vinícius (Endrick, ’87).
Arbitro: Busquets Ferrer (Colegio Balear). Amonestó a Le Normand, Gallagher, Julián Álvarez y expulsó con roja directa a Llorente por parte del Atlético. Por el Real Madrid amonestó a Modric.