El Real Madrid ha confirmado por medio de un comunicado oficial que su jugador Antonio Blanco se marcha cedido al Cádiz, en una cesión que será únicamente por esta temporada y sin opción de compra.
El joven centrocampista, que en julio cumplió 22 años, siempre fue considerado el relevo natural de Casemiro en la cantera madridista. Y así lo vio Zinedine Zidane, quien le dio la oportunidad de debutar en el primer equipo ante la plaga de lesiones que vivió en la temporada 2020/2021, llegando a jugar cuatro partidos, entre ellos dos de titular, ante Cádiz y Osasuna.
Sin embargo, la llegada al banquillo de Ancelotti y el fichaje de Camavinga, que fue utilizado en numerosas ocasiones como relevo habitual en el mediocentro defensivo, le cerraron las puertas y la pasada campaña apenas sí contó para el técnico italiano.
Aunque fue convocado en numerosos partidos, especialmente en el primer tercio de la temporada, sólo disputó unos minutos ante el Mallorca en Liga y en el partido de vuelta de Champions ante el Sheriff. A partir de ahí, desapareció de las convocatorias aunque siguió jugando con el Castilla, con el que firmó una buena temporada pese a quedarse un año más a las puertas del ascenso a Segunda División.
Esta temporada, con la llegada de Tchouameni, vio cómo definitivamente perdía cualquier opción para jugar en la primera plantilla y con su edad, el Castilla se le estaba empezando a quedar pequeño, por lo que el club -que cuenta con él dado su gran talento- comenzó a buscarle acomodo en un equipo de Primera División que le pudiese dar los minutos que necesita.
Y ahí ha encontrado al Cádiz, un equipo en el que otro ex-canterano madridista, Víctor Chust, ha explotado y en el que, con la vista puesta en volver al Real Madrid la temporada 2023/2024, espera ofrecer el rendimiento que ha dado en el Castilla estos últimos años.